jueves, 15 de septiembre de 2011

LA EDUCACION

Introducción

El tema que conoceremos ahora y algunos sucesos que marcaron la educación en México, nos dará la pauta para entender como desde la era prehispánica hasta nuestros días, se trazaron grandes cambios, muchos de los cuales tienen como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, la cual se expresaba en aquel tiempo en diferentes dialectos, si bien les enseñaban algún un oficio, encontramos que la característica fundamental en la educación de Griegos, fue que era activa e integral. Los dos principios fundamentales que guiaron la educación en los griegos, desde el hogar hasta la escuela eran: el del autocontrol por medio de una serie de privaciones a que debía acostumbrarse el niño y el conocimiento de sí mismo y de lo que debe llegar a ser, inculcado con base en repetidas exhortaciones paternas y de los maestros. También cómo es que influye toda Europa y parte de Asia, en aquella época. Una segunda etapa en el proceso de educación se abría con la entrada del niño a los centros educativos dependiendo de su origen social. También, se abordan, las diferentes concepciones que, sobre la educación han prevalecido en México, bajo los cambios del mundo. Así, la vasta educación mexicana, aunque es un medio de control social, dominante, también se orienta hacia la realización individual en una sociedad basada en el trabajo colectivo. Desde la óptica de las clases dominantes, las nuevas tierras y sus pueblos conquistados, debían someterse a este naciente orden, bajo los principios de la tradición escolástica y el humanismo latino, sin empacho de imponerles, brutalmente, un régimen esclavista; los indios estaban excluidos de esta sociedad y como resultado no gozaban de ningún proceso educativo. Así, durante el porfiriato, este se caracteriza por brindar apoyo a la burguesía y la sobreexplotación de trabajadores y campesinos, en contraparte, la política, se concreta en una pedagogía que redefine la función social del gobierno, durante la incipiente revolución, no materializaba sus planes de organización en el plano educativo. La inestabilidad, requería una refundación constitucional, como respuesta a las demandas populares y al desarrollo nacional. Terminada la lucha armada, surgen organizaciones como la Confederación Regional Obrera Mexicana; ésta era la más importante del movimiento obrero mexicano y, significativamente respaldó a la escuela racionalista. Entenderemos las causas por las se declaró insuficiente ésta para satisfacer las aspiraciones del proletariado y las razones por las que propusieron una escuela de orientación socialista.

El Partido Nacional Revolucionario, formuló una propuesta educativa, de corte socialista. Esta idea, provocó una violenta reacción en la derecha mexicana, instigada por el clero católico; y como el Congreso de la Unión aprueba dicha reforma. Descubriremos como es que Oficialmente, la educación mexicana se orientaba a las clases populares, en todos los niveles y modalidades educativas. Hablaremos porque el decretó estaba enfocado a la creación de instituciones de corte nacionalista y popular, destacando el Instituto Politécnico Nacional, como fue pensado el sistema de escuelas normales rurales, escuelas vocacionales y centros de educación indígena. Simultáneamente,

Explicaremos, como todo este proceso es implantado en centros educativos consolidados, como la Escuela Nacional de Agricultura o la Escuela Nacional de Maestros, el espíritu de la reforma socialista. Todo esto lo encontramos en La Constitución Mexicana con algunos artículos donde se destacan los derechos y obligaciones tanto del docente como del estudiante. Como fue de importante el cambio de gobierno, ya que nosotros lo definimos así: cambio fue de rumbo. Las restricciones, anteriormente impuestas a la burguesía nacional, impulsaron el modelo oficial capitalista del desarrollo. Y finalmente como a fines de los 50, el Estado postulaba una educación enciclopédica y positivista, como base para instruir a los mexicanos. Como se apelaba a la razón, como un remedio eficaz ante las desigualdades y la pobreza existentes. A lo largo del desarrollo del tema nos referiremos principalmente a la Calidad de la educación en México, un apunte quizás un tanto crítico pero real, puesto que no podemos seguir ocultando el analfabetismo hoy en día. Durante los últimos años, las diversas administraciones han hecho repetidos esfuerzos por crear un marco nuevo de educación de calidad, centrado en la globalización y la competitividad, estas reformas se han quedado cortas. Así como la colonia española domino a los mexicanos y estos a su vez sometían a diversos comunidades ocurre en la actualidad con los políticas económicas exóticas que señalan las diferencias de clase social y honda división entre desarrollo y subdesarrollo. Hoy la tecnología nos arrastra hacia puntos que jamás imaginamos, y que por lo menos debemos saber leer y escribir ya que es una de las tareas básicas de la escuela primaria. Todo niño tiene derecho a convertirse en un individuo alfabetizado. Aún ahora que la enseñanza preescolar es obligatoria, es indudable el valor preparatorio que tiene con respecto al comienzo del ciclo primario. Pero las oportunidades de concluir el ciclo primario están desigualmente distribuidas.

Haremos un breve recorrido del siglo XX, cuando el gobierno se oponía a aceptar que la Educación es muy importante, conoceremos quienes apoyaron esta ley, y quienes decían estar de acuerdo pero sin importarles verdaderamente el bien del individuo, simplemente era el tapar toda oportunidad de mejorar, y lo duro que fue tratar de discutir en la Cámara de Diputados. Sabemos que el analfabetismo tiene proporciones alarmantes a nivel nacional. Los padres analfabetas o escasamente alfabetizados no pueden proveer a sus hijos las experiencias elementales. Los fracasos escolares iniciales constituyen la otra cara del analfabetismo. A pesar de los esfuerzos del gobierno por definir políticas educativas el maestro mexicano sigue a la espera de algo que modifique los resultados que contrastan con la realidad de los tiempos. La información acerca de la calidad de la educación básica que se imparte en México es escasa y dispersa, la que hay coincide que en promedio, está bastante lejos de alcanzar los estándares que exige la sociedad del conocimiento. Nosotros como equipo esperamos contar con toda su atención ya que, es lo básico que debemos saber, para evitar esta desigualdad de derechos en cada uno de los individuos. Este tema es muy extenso, pero solo hicimos una breve reseña de lo más importante y fácil de comprender, debemos seguir adelante pensando que las nuevas generaciones podrán gozar de un mejor futuro si se les da la oportunidad de continuar estudiando.


 

DESARROLLO TEMÁTICO

Historia de la educación









La historia de la educación se ciñe a la división de las edades del hombre. En los inicios de la Edad Antigua hay que situar las concepciones y prácticas educativas de las culturas india, china, egipcia y hebrea. Durante el primer milenio a.C. se desarrollan las diferentes paideias griegas (arcaica, espartana, ateniense y helenística). El mundo romano asimila el helenismo también en el terreno docente, en especial gracias a Cicerón quien fue el principal impulsor de la llamada humanitas romana. El fin del Imperio romano de Occidente (476) marca el final del mundo antiguo y el inicio de la larga Edad Media (hasta 1453, caída de Constantinopla ante las tropas turcas, bien hasta 1492, descubrimiento de América). El cristianismo, nacido y extendido por el Imperio romano, asume la labor de mantener el legado clásico, tamizado, filtrado por la doctrina cristiana.

Educación en la antigua India









Es necesario ubicar en su contexto histórico, religioso y cultural los conceptos de educación, contenidos y agentes educativos de la antigua civilización de la India. Ésta se inicia con la emigración de los pueblos arios desde las estepas de Asia central a las orillas de los ríos Indo y Ganges, en torno al año 2.000 a. C. Es en estos momentos cuando se forma la sociedad de castas que pervive en la actualidad: los brahmanes o sacerdotes en la cúspide, los kchatrias o guerreros a continuación, los vanysias que engloban a los artesanos, comerciantes y campesinos, y en la base, los sudras o siervos; excluidos, queda la casta de los parias, los intocables. La religión hinduísta impregna la educación. Desde las variantes védicas y brahmánicas traídas por los pueblos arios, a las novedades que supusieron el budismo y el jainismo surgidos en el siglo VI a. C. El maestro, guru, instruye, inicia y guía al discípulo en su formación espiritual. Solo pueden acceder a la docencia del guru los miembros de las tres clases superiores -los siervos o sudras así como los parias quedan fuera-. El discípulo, sisya, debe reunir además de la condición social, unas cualidades físicas, mentales, morales y espirituales. Con la ceremonia del "Upunayana" inicia los estudios; simboliza el nacimiento espiritual del alumno, quien recibe de su guru un mantra o fórmula sagrada. Durante años buscará el conocimiento a través de la verdad que le transmite el maestro, se dedicará a la reflexión y a la meditación yóguica. El objetivo fundamental de la educación es la liberación de la ignorancia, "moksa".

Educación en la antigua China









En china predominaba el pensamiento confuciano, el pueblo chino tuvo otra gran corriente de pensamiento que fue el taoísmo, aunque no tuvo consecuencias en el terreno educativo. El confucianismo y su visión del mundo determinan las características, los objetivos y los contenidos de la educación en la antigua China hasta bien entrado el siglo XX y hasta el gran cambio cultural, social y económico que supuso la revolución marxista y el largo gobierno de Mao Zedong. En la concepción clásica, el cosmos se articula en la armonía del Cielo, el Hombre y la Tierra; el Emperador, que recibe el Mandato del Cielo, vela por el mantenimiento de este equilibrio.

El maestro debe ser un "Junzi" moral, un hombre superior, cuya inteligencia, honestidad y virtud lo diferencian de la mayoría. Se mostrará afable en el trato con las personas, pero sin perder la fuerza de sus conocimientos y opiniones, se alimentará y vivirá de manera frugal y sencilla. Deberá conocer las capacidades de cada uno de sus alumnos, tratará de convertirse en su guía, en abrirles el camino al conocimiento y enseñarles el único camino a la perfección: el esfuerzo personal y la auto-perfección mediante la introspección, y el estudio del mundo en un concepto básico en el pensamiento chino. El Li es tanto un conjunto de normas interiores que disciplinan las pasiones y crean un orden interno en la persona, como una serie de reglas y rituales de la vida comunitaria, en sociedad, que regulan la convivencia y facilitan el orden exterior.

La educación comprenderá, por tanto, un ámbito fundamental: la formación moral, y otros dos que la completan, como son la intelectual y la guerrera. Las prácticas militares comprenden el manejo de carros de combate y el tiro con arco. La formación cultural se centra en el aprendizaje de la escritura y de las matemáticas.

Educación en el antiguo Egipto







Egipto, es reconocido como cuna común de la cultura y de la instrucción. Los egipcios creían en la inmortalidad del alma y pensaban volvían a habitar de nuevo en los cuerpos que embalsamaban. Dicha doctrina se haya contenida en los libros Herméticos, cuyo contenido eran himnos y cánticos sagrados y versaban sobre los conocimientos humanos. El no letrado era considerado como una bestia de carga, es decir, un esclavo. La escuela era llamada casa de instrucción; el programa de estudios abarcaba: religión, urbanidad, lectura, escritura, cálculo, natación y gimnasia. En ellas se enseñaba escritura de carácter hierático y demótico, dibujo, contabilidad, redacción literaria y geometría práctica. El paso de la escuela elemental a la superior se determinaba por un examen. Los estudios superiores tenían carácter técnico y profesional. Los maestros pertenecían generalmente a la casta de los sacerdotes y tenían como misión mantener su supremacía y autoridad de casta superior y la sumisión de las castas inferiores. Hasta los cuatro años se entretenían únicamente con juguetes. Desde sus primeros años iban descalzos y con la cabeza rapada. La madre le inculcaba las lecciones de religión y moral. El modo de enseñar era completamente rutinario. Los escolares disponían de un silabario donde aparecían ordenados los signos usuales con su pronunciación y su significado. Los aprendían de memoria, los copiaban y cuando los distinguían sabían más o menos leer y escribir. El maestro supervisaba los ejercicios rectificando errores en el dibujo y la ortografía. La geometría y astronomía, resaltaron entre las ciencias. Aunque con similares alcances lo hicieron las artes la pintura y la arquitectura. El sistema escolar egipcio registro dos principales modelos: El primero denominado como de las "Casas de instrucción", incluía la enseñanza elemental y comenzaba a los 6 años. Estaba dirigida por sacerdotes e incluía la enseñanza de los seis Dones de Thot", o sea, la escritura, la astronomía, la religión, la música, el lenguaje y la higiene, abarca todos los sectores populares.

Educación en el mundo hebreo

Su libro sagrado es el talmud. La educación se daba en un principio dentro del seno familiar. La escuela elemental fue una institución tardía. Su método de enseñanza se basaba en la repetición y la revisión. La escuela se organizaba en tres clases: la migar, la mishnath y la guemara; en todas ellas existía el ideal teocrático.

Educación en la antigua Grecia











En la civilización de la antigua Grecia se distinguen cuatro modelos o paideias educativas: la arcaica, entre los siglos VIII y VI a. C. , la espartana y la ateniense, que centran el periodo clásico, del siglo VI a. C. al IV a. C., y la enkiklios paideia helenística que se sitúa en el mundo helenístico creado por Alejandro Magno, que convirtió la lengua y culturas griegas en koiné del Mediterráneo oriental durante la dominación romana y el periodo bizantino.

Paideia arcaica

La paideia arcaica surge durante la formación del mundo griego, asimiladas las civilizaciones anteriores minoica y micéncia de la primera mitad del segundo milenio a.C., y superadas las llamadas Edades Oscuras de transición del segundo al primer milenio. Entre los siglos VIII y VI a. C. se gesta la cultura griega y se extiende por la ribera del Mar Mediterráneo desde las costas del Asia Menor hasta los confines occidentales (Iberia) del mundo conocido gracias a la labor comercial. Las colonias griegas aparecen en las costas del norte de África, la península Ibérica y en el sur de Italia (la Magna Grecia).

En estos albores del primer milenio a.C., Homero y Hesíodo crean la paidea arcaica que servirá de inspiración a modelos posteriores. Homero, en sus obras la Ilíada y la Odisea, crea el ideal perfecto de la educación, la kalokagathía (del griego kalós: bello, y de agathós: bueno) que establece la armonía entre la educación física, corporal, y la educación espiritual -intelectual y moral del alma-. Esta areté se basa en la imitación "mimesis" del paradigma de los dioses y héroes. En la areté física, la gimnástica cultiva el cuerpo mediante la práctica deportiva, los ejercicios físicos y el manejo de las armas, sin olvidar la dimensión técnica, techné, de la formación, el aprendizaje de un oficio, la aplicación práctica de los conceptos y virtudes transmitidos por la enseñanza.

La areté espiritual incluye la formación cultural y moral. La música, la lengua griega, el saber hablar y debatir, así como el aprender a manejarse en la vida, a vivir en comunidad, conforman el aprendizaje intelectual que debe completarse con la enseñanza moral de las virtudes: la piedad o eusebeia (el temor a los dioses), el respeto a los demás, la nobleza, el orgullo y la bondad. Este ideal educativo solamente está al alcance de los mejores, los aristoi, un concepto aristocrático que Homero traslada desde sus orígenes sociales, de una nobleza como grupo social, al terreno espiritual en el que los aristoi son los filósofos, personas que demuestran su excelencia al resto de ciudadanos gracias a su espíritu competitivo, al valor y práctica constante del esfuerzo, de la superación y del triunfo, virtudes que tendrán un premio: el honor.

Paideia espartana

En la antigua polis de Esparta la educación pretendía formar a los ciudadanos en las destrezas de la guerra y en la participación en la vida civil y política de la ciudad. El ideal de hombre a formar se basaba en la obediencia, la disciplina, la templanza, la sobriedad, la austeridad en la vida cotidiana y la resistencia al dolor y al sufrimiento. Aquellos espartanos que conseguían disciplinar el alma y el cuerpo en este modelo, desarrollaban un sentimiento de honor, una especie de orgullo de casta social y de patria, que se manifestaba en conductas llenas de lealtad y fidelidad mutua, de respeto y veneración a los ancianos.

Estos objetivos educativos adquieren significado cuando se enmarcan en el contexto social e histórico de Esparta. Este modelo educativo se aplicaba solamente a unas 9.000 personas, una minoría que disfrutaba de derechos civiles y políticos gracias a que eran los descendientes de los dorios que invadieron y conquistaron Durante los siglos VIII y VII a. C. estallaron las Guerras mesenias en las que los ilotas se rebelaron sin éxito. Los espartanos, ante estas experiencias, desarrollaron un Estado militar y una estructura social y educativa basada en el adiestramiento en el manejo de las armas, en las virtudes de obediencia, austeridad y disciplina propias del guerrero; trataban de estar alertas y preparados ante cualquier levantamiento de sus esclavos; posteriormente, esta preparación convertiría a Esparta en potencia hegemónica de Grecia durante las guerras contra los persas.

El proceso educativo se iniciaba en el mismo momento del nacimiento, en un acto de eugenesia cuando los ancianos examinan el recién nacido y determinan si debe vivir o morir; un bebé sano y robusto sería un buen guerrero o una madre que engendraría en el futuro nuevos y fuertes espartanos; por el contrario, si observaban que estaba enfermo o consideraban que sus taras físicas le impedirían cumplir sus deberes como espartano, lo condenaban a ser arrojado a un profundo foso. Se consideraba que los hijos no eran propiedad de sus padres, sino de la polis, de la comunidad. La escuela se organizaba como un cuartel militar: el campamento (la polis) estaba a cargo del Eforo de educación; los batallones a cargo del próteros, las compañías mandadas por un boagós, y una polícia militar de castigo imponía sanciones y disciplina (los mastigórofos). Durante la infancia (de 7 a 18 años), la corta adolescencia (de 18 a 20 años) y la juventud (hasta los 30 años), los espartanos recibían una dura formación física y militar que los preparaba para la guerra. Se completaba con una educación moral y cívica que, llegada la edad adulta, les permitía incorporarse a la vida ciudadana y política. Formaban parte de la minoría que regía los destinos de Esparta en las diversas instituciones políticas: la Gerusía o consejo de ancianos que proponía leyes y decisiones a la Apella, la asamblea popular de varones adultos. Esta doble vertiente, militar y cívica, reducía la formación intelectual a un aprendizaje elemental de la lectura, de la escritura, del cálculo y a la memorización de las obras de Homero; un exceso en estos contenidos podía dañar el espíritu de obediencia que debe guiar a un guerrero. Como tenían a una masa de esclavos y trabajadores a su servicio, los espartanos despreciaban y rechazaban de manera absoluta el aprendizaje y la práctica de oficios y artes mecánicas.

Paideia ateniense

Atenas representa el origen de la democracia, el esplendor de la civilización griega durante el siglo V a. C., época en la que crearon sus obras los grandes filósofos Sócrates y Platón, los trágicos Esquilo, Sófocles y Eurípides, los historiadores Tucídides y Heródoto y el escultor Fidias.

El modelo educativo ateniense resume aportaciones de las diversas paideias griegas; de la homérica recibe el enfoque aristocrático concebido como nobleza espiritual más que de grupo social, de una areté de doble vertiente, espiritual y física, extendida a todos los ciudadanos. Hesíodo amplía el carácter democrático que debe tener la educación, un derecho y una obligación para todos los ciudadanos, cuyo trabajo privado, en su ámbito profesional se valora por su importancia en la construcción de la comunidad, de la polis. Atenas toma de Esparta el sentido comunitario que impregna la educación y la vida cotidiana de los espartanos que cumplen con agrado y obediencia sus deberes en la gestión pública de los asuntos de la polis. De la paidea jónica nace en Atenas el concepto de libertad ciudadana, de una educación cívica y política que ha de formar buenos ciudadanos mediante el ethos (carácter) de respeto a la ley surgida, elaborada, por la comunidad. A todas estas aportaciones previas, los atenienses suman su búsqueda del equilibrio entre la comunidad y el individuo, y una educación cívica que fomente la honestidad, la decencia y el respeto de las leyes de la polis. Las nómoi, las leyes que elaboran los ciudadanos para proteger el bien común, son el fundamento de la vida política ateniense y, por tanto, de la educación. En las escuelas elementales, en los gimnasios y en los simposios -banquetes donde los ancianos transmitían la sabiduría a los jóvenes-, en todas estas instituciones educativas se pretendía formar buenos ciudadanos educados en el respeto y la comprensión de la ley, debían conocer y entender los motivos que justificaban y convertían en sagradas las leyes: El igualitarismo ateniense se manifestaba en el carácter de la isonomía, las leyes eran idénticas para todos los ciudadanos y, además, garantizaban el orden cósmico, eran el soporte del mundo, de la sociedad y del inviduo.

La formación del ciudadano debía, por tanto, de ser moral, espiritual, formar al alumno en la mentalidad de servicio a la polis, y a la vez física. La educación del cuerpo y del alma, la Kalokagathía, tomaba de Homero la areté física, a cargo de los paidotribes, en la que la educación gimnástica fortalecía y embellecía el cuerpo, a la vez que ayudaba a formar guerreros que defendieran la polis en caso de guerra. La areté espiritual, impartida por los citaristas, daba gran importancia a la poesía, la danza y la música, cumplían un papel de catarsis, purificaban y transformaban el alma de los alumnos. Antes de acceder a esta formación superior, los niños recibían los rudimentos de lectura, escritura y cálculo en las escuelas a cargo del maestro grammatista.

Enkiklios paideia helenística

A la decadencia de la polis en el siglo IV le siguió el esplendor del helenismo en todo el ámbito del Mediterráneo oriental. Alejandro Magno, entre el 332 a. C. y el 323 a. C., conquista Grecia y crea un inmenso imperio desde el río Nilo hasta el río Indo; a su pronta muerte, sus generales se reparten sus dominios y nacen los reinos helenísticos en los que la lengua griega se convierte en koiné, lengua franca y de cultura. Cuando Roma domina estos territorios, la cultura griega se convierte en referencia de civilización y refinamiento para las élites romanas, los artistas copian las esculturas de Fidias, Praxíteles o Mirón (copias que hoy se catalogarían de plagio y, sin embargo, son las únicas que nos han llegado a la actualidad, nos permiten admirar la belleza y grandiosidad de la escultura griega), aprenden la lengua griega, admiran la filosofía platónica y aristotélica, las escuelas cínicas y estoicas. También el modelo educativo griego, en especial de su etapa final helenística influye en Roma, Cicerón será quien adapte la paideia griega a la humanista romana.

La enkilios paideia helenística aporta una sistematización y organización de los saberes escolares. El carácter encíclico, enciclopédico de este modelo educativo se manifiesta en un plan educativo que distribuye los contenidos en varias etapas sucesivas, entre las que destaca el núcleo formativo de la adolescencia, auténtico conjunto de materias organizadas y sistematizadas con el fin de dotar al estudiante de una formación completa e integral tanto física -cuidado del cuerpo- como intelectual y cultural, una clara aplicación de la areté homérica, la kalokagathía, la educación del cuerpo y del alma. Aprende a leer mediante un método alfabético (identifica las letras, descodifica los símbolos que suponen las grafías y poco a poco se inicia en la lectura de palabras y oraciones), a escribir trazando letras con estiletes sobre tablillas, copiando modelos escritos del maestro en pergaminos. El canto y la música, que tienen un efecto moral, catártico, transformador del espíritu, se imparte a cargo del citarista (khitaristés), el niño aprende a tocar instrumentos musicales como la flauta, la cítara y la lira; la lectura y memorización de poesías de contenido moralizante y ejemplar completan la formación moral del alumno.

Una vez se entra en la adolescencia, en la efebía para los atenienses, entre los 16 y 20 años, la melestrenia para los espartanos de 18 a 20 años, el alumno recibe la enkiklios paideia, el núcleo fundamental de la formación y la cultura que le guiará durante su vida. Amplia los contenidos de la educación infantil y aporta nuevas materias de mayor complejidad, pero sigue bajo el concepto de la kalokagathía homérica, la areté física y la areté espiritual. En el gimnasio continúa el aprendizaje del penthatlón, en la palestra aprende los secretos de la lucha, del manejo de las armas y el arte de la equitación, conjunto de disciplinas que se conoce como pancration. La areté espiritual se centra en una amplia y profunda formación intelectual en unas materias organizadas y estructuradas en dos grupos que, en la Edad Media cristiana, constituirán el Trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el Cuadrivium (aritmética, astronomía, geometría y música). En la gramática se estudia un canon literario que incluye los épicos Homero y Hesíodo, los trágicos Esquilo, Sófocles, Eurípides, los historiadores Heródoto, Tucídides y Jenofonte, los poetas líricos Safo y Píndaro, los 10 oradores áticos y Demóstenes. Practican un método didáctico que se inicia con la lectura y resumen y crítica del texto, seguidos de la exégesis o comentario del maestro, finalmente, el alumno razona su propio juicio crítico (krisis) y practica ejercicios de composición literaria mediante los redacta poemas épicos, líricos, textos teatrales y oratorios.

La enseñanza continuaba en la edad adulta, con una educación que hoy diríamos superior, destinada a la formación de profesionales como médicos y arquitectos, y en una profundización en las artes de la retórica mediante el método sofista, y la incorporación de la filosofía como saber supremo, a cargo del filósofo que aplica el método socrático.

El Humanismo pedagógico (siglo XVI)

La Edad Media finaliza en 1453 (caída de Bizancio ante el poder otomano) o 1492 (descubrimiento de América) según la división tradicional de los periodos históricos. Le sucede el Renacimiento y Humanismo durante los siglos XV y XVI, época en la que se pretende recuperar el legado de la civilización clásica de Grecia y Roma. Será en Italia, donde se inicie este proceso en el siglo XV y se extenderá a Europa en el XVI. Aunque los humanistas argumentaban contra la Escolástica medieval, en realidad, solamente negaban su etapa final y decadente; en su momento de esplendor (siglo XIII) había conciliado la fe cristiana con el pensamiento aristotélico y anteriormente con el platonismo.

El Humanismo se fundamentó en una renovación filológica. Impulsó el estudio del latín y del griego con el objetivo de leer a los clásicos en sus lenguas originales. No se dejó de lado el carácter religioso de la cultura porque el humanismo mantenía sus raíces cristianas, de esta manera, una prioridad filológica fue la restitución de la Biblia a su redacción en latín, griego y arameo, con el fin de superar el filtro de la versión canónica y latina de San Jerónimo (siglo IV): en este camino, destaca la labor del español cardenal Cisneros que impulsó la publicación de la Biblia políglota. Se mantuvo la disputa entre los partidarios de integrar fe y saber pagano, y quienes se oponían, polémica que hundías sus raíces en los escritos de los primeros Padres de la Iglesia (siglos I-IV). Tanto humanistas como la patrística (San Agustín de Hipona en especial), defendían el valor de los saberes clásicos para la fe cristiana, argüían que los sabios paganos habían visto, en su vida y en sus tratados filosóficos y científicos, la verdad, de una manera parcial, con algunos errores, por tanto, si la verdad procede de Dios, los antiguos habían alcanzado, parcialmente, la sabiduría divina. Los contrarios a esta opción encontraban graves peligros para la religión en los saberes paganos, porque éstos podían corromper la fe y alejar al creyente de la verdad y de Dios.

Los Antecedentes

En el siglo XVI, con el arribo de los primeros misioneros a la Nueva España, las diversas órdenes religiosas asumieron las actividades de formación y educación. Las iniciativas para crear instituciones educativas nacieron de la necesidad de formar nuevos sacerdotes y de expandir la evangelización. Es por esta razón que la iglesia tomó un papel tan relevante en la educación. No obstante, las órdenes religiosas no tenían como propósito consolidar un sistema educativo formal, sino exclusivamente educar e instruir a las nuevas elites criollas. Durante casi tres siglos y hasta un poco después de la culminación de la Independencia, el modelo educativo religioso, apoyado fuertemente en la doctrina kantiana, que establecía la instrucción basada en la disciplina como la idea central del proceso educativo, representó un proceso de sustitución o eliminación de las concepciones y categorías mentales de las culturas prehispánicas por nuevos esquemas y formas de vida más convenientes a la cultura española.

A principios del siglo XIX, las ideas de la Ilustración, que tomaban en cuenta muchas de las premisas educativas de Rousseau -que proponía una formación basada en la naturaleza humana y en la libertad de aprendizaje- influyeron en la forma de conceptuar la educación en México. Los criollos liberales que luchaban contra el absolutismo español y los insurgentes mexicanos coincidían en la necesidad de formar un sistema educativo que tuviera un carácter menos religioso y que fuera más incluyente. Este debate entre una postura rígida de la educación como instrucción y la postura flexible como formación prevaleció aún después de la Independencia e incluso se intensificó por la aguda lucha entre conservadores y liberales. Ambos bandos buscaban, entre otras cosas, mantener el control de las instituciones educativas. En 1842, ante la falta de consenso, el Estado encargó a la Compañía Lancasteriana, la única institución educativa que se había creado hasta ese momento, el manejo de la Dirección de Instrucción Pública. Sin embargo, el papel de la iglesia en la educación y la noción de libertad educativa fueron los temas que desencadenaron nuevamente el conflicto. Los liberales proponían la libertad de enseñanza con el objetivo de acabar con el monopolio eclesiástico sobre la educación. Finalmente, el esquema liberal fue el que triunfó y sentó las bases de un nuevo sistema educativo en manos del Estado. De esta manera, en 1867 se promulgó la Ley Orgánica de Instrucción Pública. En ella se establecía la educación primaria gratuita y obligatoria, se excluía del plan de estudios toda enseñanza religiosa y contenía disposiciones para la educación secundaria, entre las cuales destacaba la creación, bajo los principios del positivismo, de la Escuela de Estudios Preparatorios, la cual habría de sentar las bases de la educación profesional. La ley sólo regía al Distrito Federal y a los territorios federales, pero ejerció influencia sobre las leyes estatales.

Durante el porfiriato, Joaquín Baranda, Ministro de Justicia e Instrucción, convocó a dos congresos en los que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades. Los resultados de estos congresos contribuyeron a definir un nuevo proyecto gubernamental de educación pública, que se consolidó con la promulgación de la Ley de Instrucción Obligatoria de 1888. Con la llegada de Justo Sierra a la Subsecretaría de Instrucción Pública en 1901 se abrió un nuevo periodo en la historia del sistema educativo mexicano. Justo Sierra continuó con los ideales liberales y se preocupó por organizar el sistema educativo, expandirlo a todos los sectores sociales y elevar los niveles de escolaridad. En esta época se instituyó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, de la que Justo Sierra fue el primer titular en 1905. Posteriormente, en 1910, se fundó la Universidad Nacional.

Durante el periodo revolucionario, el proceso de conformación del sistema educativo mexicano tuvo un notable retroceso. Sin embargo, al final de este periodo, con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, se otorgó por primera vez rango constitucional al derecho que todo ciudadano mexicano tiene para recibir una educación laica, obligatoria y gratuita. Asimismo, se otorgaron mayores facultades educativas al Estado para coordinar y vigilar el funcionamiento de escuelas públicas y privadas. Desafortunadamente, con la supresión de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes determinada por el Congreso Constituyente, el sistema educativo del nuevo régimen revolucionario tuvo problemas para consolidarse. La presencia de diversos factores, tales como la existencia de asentamientos rurales dispersos a lo largo del territorio, la carencia crónica de recursos presupuestales, la heterogeneidad en las maneras como cada estado y municipio atendía sus obligaciones y una planta magisterial sumamente reducida, agravaron esta situación. La educación en el humanismo del siglo XVI se entiende con mayor claridad a partir de estos presupuestos cristianos y de recuperación del legado greco-romano, restituido no solamente en su pureza idiomática sino también aumentado en su valoración. La antropología humanista concibe al ser humano como una creación divina a la que Dios ha otorgado la razón o entendimiento y el lenguaje o la palabra, verdadera “chispa divina” que crea la cultura y la transmite de padres a hijos, de maestros a discípulos. Los primeros sistemas de educación en masas surgieron en la segunda mitad del siglo XIX en diversos países de Europa y en Estados Unidos de América. Desde entonces, se afirmó el principio de que la instrucción pública era responsabilidad del Estado y no de la iglesia. En 1870 se aprobó en Inglaterra le ley Forster, por la cual se creó un sistema estatal de escuelas, patrocinados por iglesias y por consejos escolares. En 1880, lo franceses promulgaron leyes que establecieron la educación laica y la asistencia obligatoria para todos los niños que tuvieran entre 6 y 13 años de edad.

Entre los años 1830 y 1860, el gobierno de Estados Unidos de América mandó realizar la construcción de escuelas y destinaron recursos económicos para impulsar la educación. En diversos países se establecieron leyes de gratuidad y obligatoriedad de la educación. La novedad importante en el humanismo es la percepción de las diferentes capacidades intelectivas de los escolares. Pedagogos como el valenciano Juan Luis Vives (“Disciplinas”), observan que cada alumno tiene constituciones físicas diferentes que hay que atender en su educación, sucede así con los ciegos y sordos, quienes, por primera vez, reciben la atención de los pedagogos y se les considera aptos para recibir una educación. Además de los rasgos corporales, los escolares presentas diferencias en sus capacidades intelectivas: su educación deberá ajustarse a sus particulares capacidades de inteligencia, memoria e imaginación. Tiempo y paciencia recomendará Vives para conseguir una educación óptima en personas con capacidades diversas.

EDUCACION EN MEXICO








La educación en México es un derecho consagrado por la Constitución vigente, que en su artículo 3° declara que la educación impartida por el Estado debe ser gratuita, laica y obligatoria para todos los habitantes del país. La Ley General de Educación de México obliga a quienes residen en México a cursar por lo menos los niveles primario y secundario de la educación, y establece que los jefes de familia tienen la responsabilidad de verificar que sus hijos cumplan con este deber. La Secretaría de Educación Pública (SEP) es la institución encargada de administrar los distintos niveles educativos del país desde el 25 de septiembre de 1921, fecha de su creación. Además, cada una de las entidades federativas posee organismos análogos que regulan y administran la educación que se imparte en los territorios de su competencia.

En sus inicios la actividad de la SEP se caracterizó por su amplitud e intensidad: organización de cursos, apertura de escuelas, edición de libros y fundación de bibliotecas; medidas que, en conjunto, fortalecieron un proyecto educativo nacionalista que recuperó también las mejores tradiciones de la cultura universal. En 1921 el número de maestros de educación primaria aumentó de 9.560, en 1919, a 25.312; es decir, se registró un aumento del 164,7%; existían un total de 35 escuelas preparatorias, doce de abogados, siete de médicos alópatas, una de médicos homeópatas, cuatro de profesores de obstetricia, una de dentistas, seis de ingenieros, cinco de farmacéuticos, treinta y seis de profesores normalistas, tres de enfermería, dos de notarios, diez de bellas artes y siete de clérigos.

En México existen diferentes niveles de educación: educación básica, media-superior y superior, los cuales comprenden estudios en: Preescolar, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Licenciatura, Maestría, Doctorado, como también diplomados y otras modalidades de educación superior. La educación básica (conformada por preescolar, primaria y secundaria) es obligatoria e impartida por el Estado (federación, estados, Distrito Federal y municipios) en todo el territorio nacional mexicano, bajo los términos del artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Aunque igualmente existen colegios autónomos particulares que ofrecen estos niveles educativos. Esta ha tenido un papel relevante y se ha traducido en las normas jurídicas que constituyen el derecho de la educación. Desde que México se constituye como país independiente, las normas que han regulado la educación mexicana, independientemente de la ideología del gobierno que las haya emitido, es que siempre han expresado los anhelos y necesidades del país.

ETAPAS

Se divide en cuatro etapas Educación Inicial, Educación Básica, Educación Media-Superior y Educación Superior

Educación Inicial

Se basa en el servicio educativo que se brinda a niñas y niños menores de seis años de edad, con el propósito de potencializar su desarrollo integral y armónico, en un ambiente rico en experiencias formativas, educativas y afectivas, lo que le permitirá adquirir habilidades, hábitos, valores, así como desarrollar su autonomía, creatividad y actitudes necesarias en su desempeño personal y social.

Educación Básica

Abarca la educación preescolar, primaria y la educación secundaria.

Educación Primaria

Esta se compone de seis grados y el alumno ingresa con 6 años de edad y, si no reprueba, sale alrededor de los 12 o 13 años. La primaria (como se le denomina en México) inicia la Alfabetización es decir, que enseña a leer, escribir, cálculo básico y algunos de los conceptos culturales considerados imprescindibles. Su finalidad es proporcionar a todos los alumnos una formación común que haga posible el desarrollo de las capacidades individuales motrices, de equilibrio personal; de relación y de actuación social con la adquisición de los elementos básicos culturales; los aprendizajes relativos mencionados anteriormente.

Educación Secundaria

En contraste con lo que ocurre en países de Sudamérica la educación secundaria en México solo dura tres años, ingresando el alumno con 12 o 13 años y termina saliendo con los 15 o 16 años. Al terminar se pretende que el alumno desarrolle las suficientes habilidades, valores y actitudes para lograr un buen desenvolvimiento en la sociedad. En particular, la enseñanza secundaria debe brindar formación básica para responder al fenómeno de la universalización de la matrícula; preparar para la universidad pensando en quienes aspiran y pueden continuar sus estudios; preparar para el mundo del trabajo a los que no siguen estudiando y desean o necesitan incorporarse a la vida laboral; y formar la personalidad integral de los jóvenes, con especial atención en los aspectos relacionados con el desempeño ciudadano. Existen las modalidades de Secundaria General, Tele-secundaria y Secundaria Técnica

Educación Media Superior

Es el período de estudio de entre dos y tres años en sistema escolarizado por el que se adquieren competencias académicas medias para poder ingresar a la educación superior. Se le conoce como bachillerato o preparatoria. El ciclo escolar es por semestres en la mayoría de los centros de estudios. Algunas se dividen en varias áreas de especialidad donde los estudiantes adquieren conocimientos básicos para posteriormente ingresar a la Universidad. Además existen las preparatorias técnicas y preparatorias abiertas, todas sin excepción deben estar incorporadas directa o indirectamente a la SEP (Secretaría de Educación Pública) y algunas también dependen de alguna Universidad Autónoma de la región donde se ubica la escuela. Ejemplo de universidades autónomas: UNAM en el Distrito Federal, UANL en Nuevo León, UAT en Tamaulipas, UAA en Aguascalientes. Cada uno de los 32 estados de la República Mexicana tiene una Universidad Autónoma.

Educación superior

El 21 de septiembre de 1551 se crea la primera universidad en México fue la Real y Pontificia Universidad de México, inaugurando sus cursos el 25 de enero de 1553. Es un derecho universal ganado por los movimientos sociales revolucionarios, por lo que el concepto de gratuito está implícito en las propias instituciones.

El 22 de septiembre de 1910 se funda La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue fundada, con el nombre de Universidad Nacional de México. Cuenta con tres premios Nobel: Octavio Paz (Literatura), Alfonso García Robles (Paz) y Mario J. Molina (Química). El Instituto Politécnico Nacional fue fundado en la Ciudad de México en 1936 durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas del Río. Siguiendo los ideales revolucionarios en la reconstrucción del país, buscando dar educación profesional a las clases más desprotegidas en aquel entonces, además es un impulso para el desarrollo industrial y económico del país. Cuenta con un alto nivel académico, es una de las instituciones educativas más prestigiosas e importantes de México. Es una institución líder y vanguardista en la formación de técnicos y profesionales en los campos de la administración, la ciencia, la ingeniería y las nuevas tecnologías.

Otras instituciones de educación superior en México son las Escuelas Normales, instituciones encargadas de formar Docentes de educación Básica, para cubrir las necesidades educativas de zonas Urbanas y Rurales de la República. La idea de crear escuelas Normales Mexicanas, nace primordialmente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, tomando como modelo las Escuelas Normales de Europa, principalmente en Francia (Escuela Normal Superior (Francia)). En la Capital del país se encuentran unas de las más representativas; La Escuela Normal Superior de México que tiene su origen en 1881, pero se consolida en 1942 y la Benemérita Escuela Nacional de Maestros que tiene su origen en 1887. Una institución más es la Universidad Autónoma Metropolitana, de educación superior mexicana, fundada en 1974 por decreto del Presidente de México Luis Echeverría. Cuenta con cuatro unidades (o planteles), localizadas en las zonas periféricas de la Ciudad de México. Estas unidades son Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, y Xochimilco. La educación profesional en México se divide en el grado del desarrollo del conocimiento (Universidad o Institución) y por el carácter de las aportaciones (pública o privada).

INICIOS DE LA EDUCACION RURAL EN MEXICO

Los profesores de educación media superior integrarán a su práctica docente los referentes teóricos metodológicos y procedimentales que sustentan la Reforma Integral de la Educación Media Superior mediante la incorporación de estrategias innovadoras basadas en la construcción de competencias

Francisco Larroyo en su libro Historia Comparada de la Educación en México, menciona a grandes rasgos que el primer personaje en la historia de México con el que la pedagogía alcanzó un enfoque social fue Abraham Castellanos quien en 1909 mencionó por primera vez que para formar la patria, se debía empezar por la educación de las masas populares. Para él, uno de los objetivos de la educación en nuestro país era la educación integral de los “indios” por medio de la escuela rural. Castellanos fue el primer intelectual mexicano que mencionó esta institución, pero es importante recalcar que en ese tiempo para poder lograr los objetivos resultaba necesaria una nueva educación, nuevos maestros y nuevos tipos de escuelas. Lamentablemente murió demasiado pronto para poder ver realizados sus propósitos, que más tarde algunos gobiernos revolucionarios se encargarían de promover, por ejemplo el de Álvaro Obregón.



Revolución Mexicana

Durante el movimiento revolucionario, la primera obra educativa de importancia que se llevó a cabo es la aparición de las escuelas rudimentarias establecidas por el presidente Francisco León de la Barra el 1º de junio de 1911. La finalidad de dichas instituciones era el enseñar principalmente a los individuos de raza indígena a hablar, escribir y leer en castellano; así como a ejecutar las operaciones de cálculo más usuales. Su duración era de dos cursos anuales; pero no era de carácter obligatorio. Estos centros escolares aparecieron en los tiempos más agitados del movimiento de Revolución, pero las circunstancias permitieron que poco a poco fueran llamadas “fábricas de zapatistas”. Con la municipalización de la enseñanza durante el periodo presidencial de Don Venustiano Carranza, la atención a estas escuelas disminuyó considerablemente. No es sino hasta el gobierno de Álvaro Obregón cuando se restablece dicha atención, brindándole la importancia merecida a las escuelas localizadas en las comunidades rurales. Uno de los personajes que hacen su aparición en la obra educativa más relevante de este tiempo es José Vasconcelos, quien ha sido considerado como una de las grandes figuras de la educación pública en México.

En el año de 1908, Vasconcelos formó parte del Ateneo de la Juventud. Junto con algunos amigos de ese movimiento filosófico, se siente llamado por la campaña de Francisco I. Madero, opositor de Porfirio Díaz. En 1909, ingresa al movimiento revolucionario formando parte del Partido Anti-reeleccionista, al ser nombrado primer director de ese órgano maderista. Cuando Porfirio Díaz clausura tal partido, escapa de ser aprehendido y no le queda más que marchar a su primer destierro. Al triunfar Madero, regresa al país y sin beneficiarse con cargos públicos, presta sus servicios a dicho régimen aumentando su prestigio ante los ojos de la sociedad. A raíz de la caída y muerte del entonces presidente, fue aprehendido pero nuevamente logró escapar e irse del país. A su regreso se acercó a las fuerzas carrancistas pero no simpatizaba con el primer jefe, en cambio Obregón le parecía simpático e inteligente. Finalmente a la hora del triunfo de Carranza sobre Huerta, acompañó a Antonio I. Villarreal como mejor candidato de la presidencia y cuando éste se retiró, aconsejó a Eulalio Gutiérrez quien le ofreció la Secretaría de Instrucción Pública desde donde Vasconcelos prácticamente manejaba las relaciones exteriores y muchos asuntos internos. Por razones políticas tuvo que abandonar nuevamente el país, pero a la caída de Carranza, para ser exactos en 1920, es incorporado al régimen de De Huerta como Rector de la Universidad desde donde se dedicara a estructurar la política educativa de la Revolución. Debido a lo anterior, Vasconcelos tenía atribuciones legales y educativas más allá del límite universitario, ya que el departamento legislaba para el Distrito Federal y los territorios federales. Al ser electo Álvaro Obregón como sucesor de Adolfo de la Huerta, lo reafirmó en su puesto apoyándolo para llevar a cabo sus proyectos y tareas. Inició con la difícil tarea de convencimiento en cada uno de los estados sobre la reaparición de un órgano encargado de la educación en México.

En las sesiones parlamentarias de fines de 1920 y principios de 1921, destinadas a discutir la iniciativa para reformar la educación e introducir la Secretaría de Educación Pública a la Ley Orgánica de Secretarías de Estado aparece la primera oposición:

“El diputado Luis Espinosa, el opositor más enconado a la federalización de la enseñanza, alegaba que el verdadero objetivo de la nueva Secretaría de Estado, consistía en exaltar la figura de Vasconcelos o de premiarlo, tal como se había hecho con Justo Sierra al crearse la porfiriana Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. Y añadía, en otras de sus intervenciones, apoyado en la relación del diputado constituyente Fulgencio Palavicini cuando en 1917 éste –en el seno del Congreso de Querétaro- aseguró que la creación de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes durante el gobierno de Porfirio Díaz en 1903 había servido para endiosar a Justo Sierra y que con la nueva Secretaría de Educación se trataba de hacer lo propio con Vasconcelos, no sin sostener, en forma un tanto peregrina que la nueva dependencia del Ejecutivo habría de engrosar la empleomanía, plaga antigua del aparato administrativo de México”.

Mientras Vasconcelos se encuentra de gira por los Estados, continúa la discusión para aprobar la reforma. El 3 de marzo de 1921, la Cámara de Senadores aclara que cada una de las entidades debía aprobarla primero y entonces proceder a la creación de la Secretaría. Algunos diputados, entre ellos Juan P. Salazar y José Siurob argumentaron que se debía crear el Departamento de Educación y Cultura para la Raza Indígena con el fin de mejorar la vida del indio destacando que hasta ese momento ningún gobierno había incluido ese sector en sus programas educativos. A pesar de los puntos de vista en contra de esta acción y después de que el proyecto de ley se discutió en las cámaras, el 20 de julio de 1921 fue decretada la reforma constitucional. Pero el proyecto aprobado no fue el que Vasconcelos había propuesto originalmente ya que él consideraba “transitorios” los departamentos de Educación y Cultura Indígena y el de Alfabetización que fueron propuestos por los diputados y senadores. Días más tarde, el 25 de ese mes, se decreta la Secretaría de Educación Pública, pero se promulga hasta el 29 de septiembre del mismo año. En octubre, José Vasconcelos protesta como titular de la nueva dependencia. En su periodo de julio de 1921 a julio de 1924 se encuentra el origen de lo que habría de ser la Educación Pública en México, además del surgimiento de la lucha en contra del analfabetismo, la escuela rural, la difusión de bibliotecas, el impulso a las bellas artes; el intercambio cultural con el extranjero y la investigación científica. Es importante mencionar que la federalización de la enseñanza en el país no se había podido realizar si no hubiera existido un marco económico favorable (25% del erario público).

Ya al frente de la Secretaría de Educación Pública, Vasconcelos divide su acción en tres grandes ramas o departamentos: el Escolar, el de Bibliotecas y Archivo y el de Bellas Artes. Las tareas del departamento escolar eran fundar escuelas especiales para la educación de los indios; escuelas rurales en todo el territorio nacional y, escuelas de educación primaria y superior en todas las ciudades de la República. Pero se estaba olvidando de la educación de grandes masas, las más propensas, los retirados grupos indígenas. No solamente colaboradores de Vasconcelos y otros profesores se preocuparon por la creación de la educación de la nación, sino también políticos como los licenciados Lauro G. Caloca, Soto y Gama y Manrique, integrantes de la Cámara de diputados quienes continuamente abordaban temas sobre la educación rural con el presidente Obregón como nos maneja Ramón G. Bonfil: “ Caloca, que junto con Soto y Gama y Manrique le hablaban constantemente al general Obregón de la Escuela Rural, le dijo: Hay dos clases de escuela: la urbana y la rural. La Escuela Urbana, desde le año de 1833 que don Valentín Gómez Farías se la quitó al clero para incorporarla al Estado, ha venido más o menos siendo atendida… en cambio la Escuela Rural no tiene ni una puerta donde tocar, y por lo tanto si usted quiere ser realmente un Secretario de Educación Pública debe consagrarse por entero a la Escuela Rural…” Pero una discusión entre Vasconcelos y el presidente Obregón, platicada por el entonces diputado Lauro G. Caloca, narra la falta de disposición del primero para la creación de la dependencia que se encargaría de la educación en el medio rural:

“…siendo diputado recibí una carta de un sedicente ex miembro del estado mayor del presidente Obregón, en que afirmaba haber sido testigo, estando en servicio, de una discusión entre éste y Vasconcelos motivada por la propuesta para crear el nuevo departamento, discusión que terminó, según el espontáneo informante, con la aclaración del presidente de que no se pedía una opinión, sino que se daba una orden. El secretario Vasconcelos la acató…”

Como se observa Vasconcelos no quería formar el Departamento que se encargaría de la educación indígena. Pero el presidente Obregón y la Cámara de Diputados lo obligaron a llevarla a cabo, siendo el diputado Caloca uno de los más fervientes, convincentes defensores de la creación de dicho departamento. Después de acatar la orden de Obregón, Vasconcelos ordenó que los asuntos de las escuelas rurales primarias y foráneas fueran tratados y resueltos por dependencia llamada Departamento de Cultura de Educación Indígena, que era libre de implantar las mejores iniciativas y proyectos para cumplir con las tareas anteriormente mencionadas. Fue entonces cuando se concedió y realizó la idea de enviar maestros misioneros en calidad de ambulantes a reconocer el país, para localizar comunidades indígenas y estudiar las condiciones de la región. Pero al parecer, lo anterior se realizó cuando el secretario de educación no se encontraba en el país; aprovechando una ausencia de Vasconcelos, que sale a Brasil en una misión diplomática, Caloca reúne a sus 100 “misioneros laicos”, como los llamó y a los que suma la presencia y contribución técnica de Palma Guillén, doctora en filosofía, Luz Vera, Gabriela Mistral, y los educadores Jounée y Ozuño, así, como de miembros destacados del congreso como Soto y Gama y Manrique. En otras demandas, Caloca postula la inclusión de 300 misioneros y 3000 maestros rurales en el nuevo presupuesto de la secretaría. Este congreso permite, por primera vez, la aportación de los ejecutores de la tarea ejecutiva a su planeación y programación.

A su regreso a México, Vasconcelos recibe con asombro el presupuesto formulado por su jefe de Educación y Cultura Indígena y lo rechaza, considerándolo exagerado, pero a poco andar, se asombra ante el respaldo unánime de la Cámara de Diputados a la protesta de Caloca que, además, propicia un memorable debate… Al terminar aquella sesión, Vasconcelos felicita efusivamente a Caloca por su triunfo. A raíz de ese altercado, Vasconcelos destituye a Lauro G. Caloca y nombra como nuevo jefe del Departamento de Educación y Cultura Indígena, al profesor Enrique Corona Morfín, quien para el 15 de abril de 1923 firmaba con él las bases para el funcionamiento de las escuelas rurales de Caloca dándolas una nueva designación. Hasta entonces comprendieron las ventajas de instruir a jóvenes para dejar maestros rurales fijos, a quienes se denominaron monitores. Las instituciones que fueron estableciéndose bajo la dirección de estos nuevos maestros llevaron el nombre de “Casas del Pueblo”, cuyas finalidades eran las siguientes:

La casa del pueblo no sólo será centro donde se impartan determinadas enseñanzas, sino institución de raigambre bien distribuida que congregue a todos los individuos sin distinción de categorías ni credos políticos o religiosos, establezca vínculos de solidaridad y fraternidad depara para las lides cívicas y patrióticas, y derrame ampliamente la influencia civilizadora de los maestros misioneros y rurales.

Económicos: Acreditar con menor esfuerzo la producción, cultivar hábitos de asociación y cooperación y promover el bienestar de cada uno de los asociados: Conversación; desarrollo y perfeccionamiento de las industrias locales características.

Morales: Formar hombres libres, de iniciativa, prácticos, pero con vista hacia el ideal, con un sentimiento de responsabilidad bien definida, para que lleguen a obtener el dominio de sí mismos y la firme voluntad de labrar una existencia placentera para sí propios y para los otros miembros de la sociedad.

Intelectuales: Proporcionar los conocimientos generales de acuerdo con los diversos grados de enseñanza, sin pretender preparar a los alumnos para un brillante examen donde se distingan por un enciclopedismo indigesto. Por el contrario, limitará la extensión de sus programas, de tal manera, que ganando en intensidad de la enseñanza deje huella perdurable y dé por resultado un acervo reducido de conocimientos, sólidamente asimilados y que realmente preparen para las actividades de la vida y para una lucha fácil por la existencia.

Físicas y Estéticas: Desarrollar hábitos de higiene, formar hombres físicamente fuertes y vigorosos, dulcificando su carácter por medio de manifestaciones artísticas relacionadas con el medio.

Las casas del pueblo eran escuelas unitarias en virtud de que un solo maestro impartía la enseñanza a todos los alumnos. Vasconcelos no pudo llevar a cabo todo su proyecto educativo; no fue sino hasta que estuvo al frente de la SEP Manuel Puig Cassauranc cuando se trató de afianzar y superar los planes de Vasconcelos con la colaboración de Moisés Sáenz (Subsecretario de Educación Pública). En 1925, el Departamento de Cultura Indígena, fue designado Departamento de Escuela Rural, Primarias Foráneas e Incorporación cultural Indígena. También las llamadas Casas del Pueblo mudaron su nombre a Escuelas Rurales. Los maestros misioneros se convirtieron en inspectores e instructores. A mediados del año de 1926, se realizó una Junta de Directores de Educación Federal en la cual se determinó la estructura pedagógica de las escuelas rurales. En su plan de enseñanza iban implícitos los principios de la escuela activa y del trabajo. La ponencia aprobada fue redactada casi en su totalidad por el profesor José María Bonilla, Subjefe del Departamento de Escuelas Rurales.

En aquel tiempo los profesores eran mal pagados y no tenían la preparación necesaria; la asistencia de los alumnos era menor comparada con la cantidad de los que se habían inscrito. Las instalaciones de la escuela estaban en muy malas condiciones, carecían de campos de cultivo y de pequeñas industrias. De acuerdo a un Boletín publicado por la Secretaría de Educación Pública en junio de 1926. Las escuelas rurales ascendieron a 68 y laboraron con una asistencia máxima de 2 103 niños, 1 896 niñas y 1 153 adultos. Durante la administración del Gral. Calles se da un incremento al presupuesto destinado a la educación, se hacen mejoras considerables a las instalaciones, tomando en cuenta ubicación de los planteles. A fines del año 1926, existían en el país 2,000 escuelas rurales, con una asistencia de 183, 861 alumnos, 2,968 maestros y 85 inspectores. En 1934 ascendía el número de ellas a 8,000”. Con la labor educativa que estaban realizando todos los implicados en ellas como son: la Secretaría de Educación Pública, inspectores y misioneros docentes de cada pueblo; fue así como se comenzó a pensar en que los profesores rurales debía tener una mejor preparación para desarrollar su trabajo. Por tal razón se comenzó a gestar la idea de impulsar la profesionalización de los maestros misioneros.

Las misiones culturales fueron creadas en 1923, siendo en Zacualtipán, Hidalgo la primera que se tomó como experimental, dando cursos a maestros de comunidades y habitantes del pueblo.

Esta primera misión tuvo como trabajadores a los siguientes profesores: Roberto Medellín, Rafael Ramírez, Isaías Barcenas, Rafael Rangel, Fernando Galbiati, Alfredo Tamayo y el doctor Arnulfo Bravo, quienes por su labor tan acertada lograron atraer la atención de los altos funcionarios de la Secretaría de Educación para que no quedara allí el proyecto y se realizaran más centros o misiones. En el documento que se expidió por el secretario de educación se puede observar la fecha de realización de esa misión y el lugar donde se asentó.

Después de la renuncia de Vasconcelos y al ver el éxito alcanzado en las dos misiones de experimento, los altos funcionarios se plantearon la idea de realizar más instituciones con trabajos semejantes, creándose siete misiones más en ese mismo año en: Puebla, Pue.; Iguala, Gro.; Colima, Col.; otra misión recorrió las ciudades de Mazatlán, Culiacán y Hermosillo; Monterrey, N. L.; Pachuca, Hgo. y San Luis Potosí, S.L.P. Para 1925, los lugares escogidos con anticipación para que actuaran las misiones eran: Aguascalientes, Ags.; La Paz, B.C.; Tepehuanes, Dgo.; Iguala, Gro.; Tianguistengo, Hgo.; Metepec, Edo. De México; Monterrey, N. L.; Tepic, Nay.; Yolomecatl, Oax.; Oaxaca, Oax. y Puebla, Pue.

En el periodo vacacional de invierno de ese mismo año, partieron las misiones integradas de la siguiente manera:

Ø Un profesor de organización escolar y Técnica de Enseñanza

Ø Un profesor de Servicio Sanitario.

Ø Un profesor de Cultura Física.

Ø Un profesor de Música y Orfeones.

Ø Un profesor de Pequeñas Industrias.

Ø Una profesora de Economía Doméstica.

Ø Un profesor de Prácticas Agrícolas.



El profesor que asumió la jefatura de la misión en Tepehuanes, Durango, fue Luis Hidalgo Monroy. En 1926, se creó el Departamento de Misiones Culturales para coordinar los trabajos de esas instituciones. La encargada de organizar y dirigir la recién creada dirección fue la maestra Elena Torres; se dejó de tener cursos en vacaciones y se comenzó a planear un proyecto con detenimiento y cuidado, es decir un programa definido para esas instancias.

En 1927, la Secretaría ordenó crear seis misiones que recorrieran los estados en los que no habían trabajado el año anterior. Durango formó parte de la Cuarta Misión junto con Chihuahua y Jalisco. Los misioneros trabajaron en: el Instituto de Tepehuanes y el Instituto Villa Juárez. El personal que participó en esa operación fue el siguiente:

Ø Jefe de la misión, profesor Bartola Gómez.

Ø Trabajadora Social, señora María Q. Vda. de Peralta.

Ø Profesor de Educación Física, señor Luis Felipe Obregón.

Ø Profesor de Agricultura, señor Agapito Hernández.

Ø Profesor de Pequeñas Industrias, señor Julio Paczka.



En 1942, siendo presidente de la república el general Manuel Ávila Camacho, se ordenó la reposición de las misiones culturales aumentando en número y atendiendo en la zona urbana y rural cambiando su estructura y basándose en las campañas nacionales de alfabetización. En 1943 tuvo lugar la unificación de los sindicatos magisteriales. El nuevo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fue reconocido mediante decreto presidencial como el único organismo representativo de todo el magisterio nacional. Años más tarde, en 1946, se promulgó una reforma del artículo 3º constitucional para reconvertir la educación socialista y en su lugar establecer una educación integral, científica y democrática para combatir los altos índices de analfabetismo que imperaban en la época.

Asimismo, en el transcurso de la posguerra, en el periodo conocido como de consolidación, Miguel Alemán (1946-1952) dio continuidad a la política educativa de Manuel Ávila Camacho y nuestro país participó activamente en diversos proyectos de la recién creada Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés). De esta manera, en la década de 1940 a 1950 se fundaron diversas instituciones educativas, entre ellas, el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES) y el Centro Regional de Educación de Adultos y Alfabetización Funcional para América Latina (CREFAL). En 1950 inició otro periodo importante en la historia del sistema educativo mexicano, el de la expansión, mismo que culminó hasta la década de los noventa.

En los periodos de Adolfo López Mateos (1958-1964) y Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) se consideró importante ampliar las oportunidades educativas mediante apoyos económicos a la educación normal y la capacitación para el trabajo. Entre las políticas más importantes de ambos sexenios se encuentran la formulación del Plan para el Mejoramiento y la Expansión de la Educación Primaria en México o Plan de Once Años y la distribución de libros de texto gratuito para las escuelas primarias, que también motivó la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito (CONALITEG). Asimismo, con el objetivo de ofrecer salidas laterales que posibilitaran la incorporación al trabajo a los alumnos que no accedieran a los niveles educativos superiores, entre 1963 y 1970 se implementaron diversos programas y se crearon varios centros de adiestramiento y capacitación para el trabajo industrial y agrícola. Siendo la administración de Luis Echeverría (1970-1976) la que mostró desde un principio su interés de mejorar el sistema educativo y puso en marcha una Comisión Coordinadora de la Reforma Educativa para diversificar los servicios educativos, aumentar el número de escuelas y reformar los planes de estudio. La reforma de este periodo se reflejó en la publicación de una nueva Ley Federal de Educación en 1973 que sustituyó a la Ley Orgánica de Educación Pública de 1941. Esta nueva ley adoptó la definición de educación como institución del bien común y organizó al sistema educativo nacional para establecer nuevas bases que impulsaran los derechos que todos los habitantes del país para recibir educación con las mismas oportunidades. De la misma forma, se promulgó la Ley Nacional de Educación para Adultos de 1976, que reguló la educación para los mayores de 15 años que no habían cursado o concluido la primaria o la secundaria. Esta educación fue concebida como educación extraescolar, basada en la enseñanza autodidacta y la solidaridad social. Durante este periodo también se crearon diversas instituciones educativas, tales como el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), el Colegio de Bachilleres y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Asimismo, la SEP modificó su estructura orgánica e instituyó la Subsecretaría de Planeación y Coordinación Educativa., dependencia que inició la desconcentración técnico-administrativa con la creación de 39 unidades de servicios descentralizados en las nueve regiones en las que fue dividido el país.

En la administración de José López Portillo (1976-1982) se llevó a cabo un diagnóstico de la situación escolar en el nivel básico y se diseñó el Plan Nacional de Educación (PNE). El diagnóstico del PNE llamó la atención sobre diversos problemas de la educación preescolar: la atención a la demanda era baja, la distribución de oportunidades era desigual con una alta concentración en el medio urbano y con la atención casi exclusiva de los sectores medios y altos. Además se identificaron bajos índices de eficiencia en los primeros grados de la primaria que, se presumía, estaban asociados con la inasistencia de los niños a la educación preescolar.


Primer Objetivo: que la educación preescolar y la puesta en marcha del Programa “Educación para Todos”, estuviera constituida como una meta para atender a todos los niños con rezago educativo.

Segundo Objetivo: como prioridad del PNE se señalaba el objetivo de vincular la educación terminal con las necesidades de la producción para lo cual fue necesario desarrollar programas para la educación técnica superior. En este rubro destacó la creación del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) en 1979.

Tercer Objetivo: Esta se refirió al impulso otorgado por el gobierno para elevar la calidad de la educación, meta que se concretó con una mejor formación para los maestros gracias a la creación en 1978 de la Universidad Pedagógica Nacional.

En 1980, una modificación al artículo tercero constitucional incluyó el concepto de autonomía universitaria. En esa adición la autonomía fue concebida como el ejercicio de ciertas facultades que el Estado otorga a entidades públicas no centralizadas. Así, mediante un acto jurídico emanado del Poder Legislativo, se concedió el derecho a las instituciones universitarias para expedir sus propias normas y reglamentos, para realizar sus fines con respeto a la libertad de cátedra e investigación y para determinar sus planes y programas de estudio, entre otras cosas. Existen otras acciones relevantes durante el periodo sexenal de José López Portillo que transformaron el sistema educativo mexicano. En 1978 el gobierno federal puso en marcha el Programa Nacional de Educación a Grupos Marginados y en 1981 elaboró el Programa Nacional de Alfabetización y creó el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA).

De acuerdo con Jaime Castrejón, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) no presentó un plan aislado de educación, como había sucedido en los dos gobiernos anteriores, sino que la nueva administración que tomó posesión en 1982 elaboró un Plan Nacional de Desarrollo en el que la “revolución educativa” estuvo inscrita como uno de sus principales elementos. No obstante, este autor señala que el gobierno de Miguel de la Madrid tuvo que enfrentar una fuerte crisis económica que lo orilló a reducir el gasto destinado al sector educativo. La crisis también afectó la demanda de escolaridad en la población de menores ingresos y acrecentó sus niveles de reprobación escolar. En esas condiciones, el sistema educativo mexicano interrumpió las tendencias expansivas que lo habían caracterizado en décadas anteriores. En 1983 Miguel de la Madrid presenta el “Programa Nacional de Educación, Recreación, Cultura y Deporte” que destacaba entre sus principales objetivos y políticas estratégicas para mejorar la educación: ofrecer un año de educación preescolar a todos los niños de cinco años de edad, descentralizar la educación y reformar los estudios de educación normal. Asimismo, este programa introdujo el concepto de calidad como un elemento central para consolidar la política educativa. Este nuevo énfasis marcó la diferencia con los gobiernos anteriores que se habían preocupado exclusivamente por incrementar la capacidad física del sistema educativo, dejando de lado la calidad de los servicios educativos. Uno de los objetivos más importantes del programa se dirigía a descentralizar la educación básica y normal y a desconcentrar la educación superior. La propuesta de descentralización tenía como antecedentes las medidas de desconcentración administrativa desarrolladas en la administración anterior, las cuales habían permitido mayor coordinación entre los gobiernos locales y el gobierno federal. De esta forma se establecieron acuerdos de coordinación entre ambos órdenes de gobierno que implicaron la creación de consejos estatales de educación con representación de las autoridades federales, estatales y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). De la misma forma, la estrategia de descentralización admitió el establecimiento de direcciones generales de servicios coordinados en cada entidad y otros órganos de coordinación. El objetivo de la descentralización fue transferir los servicios educativos (preescolares, primarios, secundarios y normales) del gobierno federal a los gobiernos de los estados.

Para algunos autores, aunque los procesos de descentralización educativa se anunciaron desde el gobierno de Miguel de la Madrid, se formalizaron durante el periodo sexenal de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) con la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica en el año de 1992. A partir de ese momento, los gobiernos estatales se hicieron cargo de la dirección de los centros educativos que el gobierno federal tenía a su cargo. En los siguientes años de la administración de Carlos Salinas de Gortari se emprenderían un conjunto de acciones que tenían como común denominador la reorganización del sistema educativo: la obligatoriedad de la escolaridad secundaria para todos los mexicanos y su correspondiente cambio en el artículo tercero constitucional; la promulgación de la Ley General de Educación de 1993; la búsqueda de la calidad y la equidad educativas con la misma o mayor prioridad que la cobertura educativa; el énfasis en el aprendizaje de competencias científicas, tecnológicas y laborales; el fomento de la participación de los empresarios en la gestión escolar y una mayor vinculación con el sector laboral. El gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) continuó con la política modernizadora de su antecesor. En este periodo el proceso de federalización, además de consolidarse en el nivel básico, se extendió hacia los demás niveles, lo que permitió avanzar hacia la coordinación integral de sistemas educativos por parte de los gobiernos estatales. Destacan, durante la Administración, el avance y la consolidación de los procesos de federalización educativa del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) y del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP).

La ampliación de la cobertura de los servicios educativos con criterios de equidad fue uno de los rasgos más destacados de la política educativa zedillista. Dentro de las estrategias específicas para lograr una mayor equidad destacan las becas a la asistencia escolar por medio del Programa de Educación, Salud y Alimentación (PROGRESA), programa que también contribuyó a la construcción y el equipamiento de nuevos espacios educativos y a la entrega de libros de texto gratuitos. Otros de los programas compensatorios que se implementaron en las áreas rurales para asegurar los servicios educativos en las localidades marginadas fueron los siguientes: Programa de Apoyo a Escuelas en Desventaja (PAED), Programa para Abatir el Rezago Educativo (PARE), Programa para Abatir el Rezago en Educación Básica (PAREB), Programa de Educación Inicial (PRODEI), Programa Integral para Abatir el Rezago Educativo (PIARE), y Programa para Abatir el Rezago en Educación Inicial y Básica (PAREIB).

De la misma forma, en este periodo se implementaron algunos programas dirigidos a impulsar la actividad docente, por ejemplo el Programa Nacional para la Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica en Servicio (PRONAP), que fue creado en 1995, y el Programa para la Transformación y el Fortalecimiento Académico de las Escuelas Normales, creado en 1997, a fin de impulsar la modernización de la formación inicial de los profesores de educación básica. Otro de los programas de apoyo al docente que tuvo un notable impulso fue el Programa Nacional de Carrera Magisterial, que estableció un sistema de estímulos económicos independiente de los que se otorgan por antigüedad o por cambio de función administrativa de promoción horizontal, en el que los docentes participaban en forma individual y voluntaria. El propósito del programa era fomentar la profesionalización y actualización de los maestros, así como el aprovechamiento escolar de sus alumnos.

Conjuntamente, se promovieron importantes avances en la tarea de elevar la calidad de la educación básica, mediante la consolidación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa y la formulación del Programa de Instalación y Fortalecimiento de las Áreas Estatales de Evaluación en 1996. Con ambas iniciativas se impulsó la formación de profesionales técnicos locales expertos en evaluación, y se obtuvo información periódica sobre los niveles de avance educativo y sus factores asociados. Destacan la primera aplicación de las pruebas de estándares nacionales de comprensión lectora y matemática en secundaria, y el seguimiento del estudio Evaluación de la Educación Primaria, cuya información ha sido utilizada para construir una serie histórica de los niveles de avance en este nivel educativo.

Durante el periodo zedillista también se diseñó e implemento el programa “La Gestión en la Escuela Primaria”, que inició con carácter experimental en 1997 en 183 planteles escolares de cinco entidades federativas. El objetivo del proyecto era generar estrategias y materiales que permitieran avanzar hacia la transformación de cada escuela en una organización articulada internamente, en la cual directivos, supervisores, maestros, estudiantes y padres de familia trabajaran en favor del mejoramiento de la calidad de la educación en cada plantel. Por último y con el propósito de impulsar el intercambio de información y el uso de nuevos canales de comunicación, tales como el internet, se puso en marcha en 1997 el proyecto de la “Red Escolar” en 144 escuelas primarias, secundarias y normales. Los recursos empleados para el funcionamiento del proyecto fueron la “Red Edusat”, software educativo y 150 videos digitalizados.

Así lo demuestra la preocupación de las autoridades educativas mexicanas por ofrecer educación básica a las poblaciones excluidas, en especial en las zonas rurales. Esta iniciativa ha sido una constante durante todo el período analizado pero se acentúa en el último tercio del siglo XX, cuando se instalaron en la agenda de la política educativa los temas de la desigualdad en la distribución de los recursos educativos. La voluntad de universalizar la educación básica se expresó en la creación y desarrollo de instituciones específicas como el CONAFE o programas como PROGRESA, que han constituido un esfuerzo significativo para alcanzar a los sectores de la población más pobres y excluidos.

No obstante, para garantizar los servicios educativos al conjunto de la sociedad no basta con mejorar la cantidad y calidad de los servicios escolares (infraestructura física, capacitación docente, métodos y contenidos, etc.) sino que es preciso actuar en forma articulada diseñando programas basados en diagnósticos que cuantifiquen pertinentemente los rezagos educativos y permitan establecer metas, orientar recursos y definir estrategias de intervención específicas. El establecimiento del Sistema Nacional de Evaluación Educativa es un avance en este sentido, sin embargo, su reciente creación aún no permite obtener los insumos para evaluar si se requiere una redefinición de objetivos y metas, en la medida en que no existe información relevante para calcular los logros alcanzados y las necesidades insatisfechas. El sistema escolar es un conjunto de elementos interrelacionados con un fin determinado; en el caso del sistema educativo, el fin es educar de una manera uniforme a todos los alumnos lo que provoca el retraso de los alumnos más avanzados y la frustración por incapacidad de los alumnos a los que más les cuesta, los elementos principales son: instituciones educativas y normas.

Organización

El sistema educativo posee unas finalidades, y una organización y estructura propias para desarrollar el currículum que diseñe, desde una concepción más amplia el sistema educativo abarca no sólo a la escuela sino a todos los medios sociales que influyen en la educación. Por sistema educacional se entiende la forma en la cual se organiza la educación formal y sus diferentes niveles en un determinado país. Para cada nivel se definen las exigencia de ingreso y egreso, curriculum de cada nivel o según lo definido por cada institución en el caso de la educación superior. Por lo general los niveles educacionales están determinados por actos legislativos (leyes) o ejecutivos (decretos y reglamentos) en cada país, en menor o mayor detalle.

Un sistema educacional distingue por lo general los siguientes niveles:

1. Educación preescolar

2. Educación primaria (de carácter obligatorio en la mayoría de los países)

3. Educación secundaria

4. Educación superior

Así como los niveles especiales correspondientes a la educación de adultos y educación especial.

Educación en el Siglo XXI

La educación tecnológica, a veces denominada simplemente tecnología, es una asignatura escolar introducida a partir de los años 1980 en diversos países del mundo y a partir de los años 1990 en los de habla hispana. Su propósito es familiarizar a los estudiantes con las tecnologías más importantes en general

Objetivos de la educación tecnológica

El estudio realizado por Marc de Vries para la Unesco, enseña que las orientaciones de la educación tecnológica varían mucho en distintos países. En todos los casos la complejidad está graduada de acuerdo al nivel escolar. En general, las orientaciones rara vez se presentan puras, mezclándose en grado variable en los distintos países y niveles educativos.

Adquisición de destrezas prácticas

La complejidad de cada una de ellas es muy diferente, ya que el trabajo artesanal puede enseñarse desde los primeros años de escolarización, mientras que la aplicación de ciencias tiene al conocimiento de éstas como requisito previo, generalmente correspondiente a los últimos años de los estudios secundarios. En las competencias generales, se emplearan toda clase de tecnologías comunes de importancia en la vida cotidiana, para un buen uso. Usando las Artesanales, en fabricación individual de artefactos de modo casero o en pequeños talleres. Conjuntamente las Industriales capacitando al individuo para el trabajo fabril. El diseño de soluciones le servirá para resolver problemas prácticos. Se debe hacer la aplicación de las ciencias, para enseñar a la resolución de problemas prácticos.

Las oportunidades no siempre se plantean en forma explícita. Con frecuencia hay que hacer esfuerzos importantes para encontrarlas o crearlas. Para buscar o crear oportunidades a menudo es necesario conocer algunas características de los potenciales usuarios del producto que vislumbramos tiene posibilidades de ser útil. Los estudios o técnicas de mercado, permiten conocer algunas de estas características (gustos, preferencias, deseos, valores, etc.) Las conclusiones que se extraigan de estos estudios serán tomadas en cuenta en el diseño del producto. Identificar una oportunidad es, entonces, encontrar una necesidad, detectar un problema, conocer las preferencias de los futuros usuarios del producto. Las oportunidades también están relacionadas con los recursos disponibles para realizar el proyecto, los materiales, el financiamiento, la formación de las personas que van a ser los responsables del proyecto, etc.

Impulsar el desarrollo y utilización de nuevas tecnologías en el sistema educativo para apoyar la inserción de los estudiantes en la sociedad del conocimiento y ampliar sus capacidades para la vida. Las acciones para modernizar instalaciones y equipo fortalecerán la dotación de computadoras y la actualización de sistemas operativos. El uso de tecnologías será fundamental para lograr una presencia cada vez más exitosa de los ciudadanos en la sociedad global del conocimiento, incluyendo, desde luego, la educación y la capacitación a distancia y el desarrollo de una cultura informática. Fortalecer el uso de nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza y el desarrollo de habilidades en el uso de tecnologías de la información y la comunicación desde el nivel de educación básica. Todos los niños y jóvenes de México deben tener acceso a una formación escolar de calidad acorde con los tiempos que vivimos, a la altura de un mundo que compite y del desarrollo tecnológico que nos impone retos que sabremos alcanzar y superar. El analfabetismo digital es una barrera decisiva para el acceso de los mexicanos a las oportunidades en un mundo globalizado. No basta con saber leer y escribir; para competir exitosamente hace falta también saber utilizar las computadoras y tener acceso a las telecomunicaciones informáticas. Ser parte de esta red permite acceder, intercambiar y generar ideas y cultura de tal manera que las oportunidades de las personas para elevar su potencial se amplíen.

Por ello, se fortalecerán los programas que permitan utilizar nuevas tecnologías para la enseñanza de los planes de estudio. Si bien la digitalización es un recurso educativo que todavía tiene un índice bajo de utilización en los salones de clase, son cada vez más los alumnos y maestros que comprenden su potencial y se interesan en aprender su manejo. Se harán mayores esfuerzos para que el manejo de equipo de cómputo y nuevas herramientas tecnológicas cubran a todas las escuelas públicas desde nivel primaria. Impulsar la capacitación de los maestros en el acceso y uso de nuevas tecnologías y materiales digitales De poco o nada sirve la adquisición de aparatos, sistemas y líneas de conexión, así se trate de los más avanzados, si no se sabe cómo manejarlos. De ahí la importancia de propiciar una nueva cultura de uso y aprecio por las nuevas tecnologías de la información entre el profesorado y directivos, y estimular su capacitación en el manejo de ellas así como su permanente actualización, para que puedan aprovecharlas mejor en el proceso de enseñanza aprendizaje y el desarrollo de habilidades de los alumnos.

Se diseñarán los instrumentos más adecuados para que los maestros reciban capacitación en el uso de estas tecnologías, cuenten con opciones para acceder a ellas y las compartan con sus alumnos. Del mismo modo, se capacitará a los directivos de las escuelas para que comprendan la importancia del uso de la tecnología en la enseñanza y para que utilicen la computadora como una herramienta para hacer más eficiente su gestión escolar. Para acelerar la adopción de las nuevas tecnologías, se ofrecerá la capacitación oficial en una modalidad de enseñanza mediada por tecnología. Esto facilitará, además, el acceso a capacitación por docentes y directivos de poblaciones alejadas de los núcleos donde tradicionalmente se ofrece capacitación presencial.

Apoyar el desarrollo de conectividad en escuelas, bibliotecas y hogares. Mientras más pobre es un joven y su familia, mayor es la necesidad de recibir del Estado el mejor instrumental educativo; el Estado debe proveerle de herramientas tecnológicas que puedan ayudarlo a superar la adversidad de la pobreza y conectarse con otros estudiantes, tanto de otras regiones de México como de otros países para adquirir y compartir conocimientos. De este modo, las comunidades rurales e indígenas, tradicionalmente aisladas por su ubicación y recursos, podrán conectar maestros, estudiantes y a la comunidad en general con el resto del mundo a través de Internet En estos tiempos de globalización, el éxito del proyecto de vida de los jóvenes mexicanos va a estar determinado en buena medida por su capacidad de acceder a la nueva tecnología, a la informática y a la información digitalizada en general. Será igualmente necesario que los jóvenes puedan analizar, procesar y ampliar la información adecuadamente, de modo que puedan reforzar su aprendizaje, tomar decisiones y abrirse paso en su proyecto de vida.

La información amplía el abanico de opciones de los hombres y las mujeres que la poseen. Por eso, el gobierno deberá hacer un esfuerzo especial para extender el acceso a todos los planteles escolares públicos, desde nivel primaria, a las redes electrónicas de información. Se pondrá especial atención en este esfuerzo a los grupos de niños y jóvenes que viven en comunidades rurales dispersas y a comunidades indígenas. Transformar el modelo de telesecundaria vigente, incorporando nuevas tecnologías y promoviendo un esquema interactivo. La telesecundaria es una de las modalidades de educación a distancia con mayor sentido de equidad social. Esta forma de educación brinda oportunidades de continuar sus estudios a estudiantes de las comunidades más apartadas, a las que es muy difícil llevar la educación presencial. Si bien en años recientes se ha trabajado con intensidad para ampliar las instalaciones y equipos para la telesecundaria, su potencial está todavía lejos de ser aprovechado a plenitud. Una razón es que los equipos instalados, si bien son electrónicos, no permiten todavía la interconectividad y, por tanto, tampoco facilitan la interacción entre estudiantes, profesores y especialistas ubicados en donde el conocimiento se genera. Otra muy importante es la insuficiente calidad y consistencia de sus contenidos. Por eso la estrategia se propone atender especial e integralmente a esta forma de educación mediante la dotación de los equipos necesarios, la capacitación de los docentes de las telesecundarias y la modernización de los materiales educativos. Igualmente importante será establecer órganos y mecanismos que garanticen la calidad de este tipo de educación, así como realizar evaluaciones sistemáticas de su calidad.

Promover modelos de educación a distancia para educación media superior y superior, garantizando una buena calidad tecnológica y de contenidos. La desigualdad regional y la complicada geografía del país se reflejan en una elevada concentración de especialistas, conocimientos y recursos en unas cuantas zonas urbanas. Las telecomunicaciones, por su accesibilidad inmediata y sus posibilidades para la interactividad, ofrecen una oportunidad que se debe aprovechar como una de las formas posibles para acercar el conocimiento a quienes viven en los lugares más apartados. Así como la telesecundaria, la educación a distancia recibirá un impulso decidido en los niveles educativos posteriores. Las instituciones públicas y privadas que están a la vanguardia en esta forma de educación serán pieza clave para este fin, pues permitirán el establecimiento de órganos y mecanismos que garanticen y evalúen sistemáticamente la calidad de los programas de educación a distancia. Impulsar el acceso de los planteles de todo el sistema educativo a plataformas tecnológicas y equipos más modernos.



Se buscarán formas alternativas de financiamiento para que en todas las escuelas se disponga de equipos que funcionen bien y que sean suficientes para beneficiar a todos los estudiantes, así como para el desarrollo de nuevo material educativo, promoviendo la corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno y de la propia comunidad escolar.

Promover la educación integral de las personas en todo el sistema educativo. La educación, para ser completa, debe abordar, junto con las habilidades para aprender, aplicar y desarrollar conocimientos, el aprecio por los valores éticos, el civismo, la historia, el arte y la cultura, los idiomas y la práctica del deporte. La diferencia de resultados que desfavorece al sistema de educación pública frente al privado descansa, principalmente, en la ausencia generalizada de este enfoque integral.

Para impulsar este enfoque integral se adoptarán las siguientes estrategias:

· Colocar a la comunidad escolar en el centro de los esfuerzos educativos.

· Se promoverá el trabajo conjunto de las autoridades escolares, maestros, alumnos y padres de familia, no sólo en el cumplimiento de planes y programas de estudio, sino en la conformación de verdaderas comunidades con metas compartidas y con el interés de brindar a los niños y jóvenes una educación que tampoco se limite al cumplimiento de lo esencial, sino que aspire a una formación integral.

· La dinámica actual centra los esfuerzos educativos en el cumplimiento de aspectos básicos de los programas, lo que corresponde en buena medida al poco tiempo que permanecen los alumnos en las escuelas públicas.

· Por eso, se promoverá un horario más extenso de permanencia en los planteles, de manera que la formación de los niños y jóvenes adquiera una dimensión humanista, es decir, que sea integradora de los valores humanos, evaluando gradualmente la operación del modelo en un mayor número de planteles y consolidando la estrategia de enseñanza integral que permita a los alumnos aprovechar efectivamente el aprendizaje y el desarrollo de habilidades.

· Impulsar la participación de los padres de familia en la toma de decisiones en las escuelas. Si bien existen mecanismos para la participación de las familias en la dinámica escolar y en el mejoramiento de las instalaciones escolares, la participación suele ser limitada.

· Renovar la currícula de formación cívica y ética desde la educación básica. Para consolidar y proyectar al futuro una sociedad verdaderamente democrática, se fortalecerá, en todos los niveles escolares, la enseñanza de valores civiles y éticos como la tolerancia, la solidaridad, el respeto a las diferencias, la honestidad, la defensa de los derechos humanos y la protección del medio ambiente. Se diseñarán libros de texto sobre estos temas.



· Estimular la educación sobre derechos y responsabilidades ciudadanas. Para que las personas puedan ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones, el primer paso es que los conozcan a cabalidad. Por ello se impulsará que, desde edades tempranas, los mexicanos tengan la capacidad de reflexionar sobre el significado de sus actos y tengan una clara conciencia de sus responsabilidades y derechos ciudadanos, para que, llegado el momento, los ejerzan plenamente y practiquen activamente las conductas democráticas.

· Impulsar la consolidación de espacios seguros en las escuelas y sus entornos comunitarios para que los estudiantes no sufran de violencia. El Gobierno Federal, como parte de su compromiso por fortalecer la seguridad pública, ha iniciado un esfuerzo decidido por devolver a la ciudadanía espacios que la delincuencia parece haberle arrebatado, como los parques, plazas, jardines y los centros para la recreación y el deporte. La seguridad en las escuelas forma parte de este mismo compromiso.

· Se impulsará la participación unida de las familias, los maestros, las autoridades escolares, así como de los tres órdenes de gobierno para devolver a las personas la certeza de que quienes asisten a las escuelas se desenvolverá en un ambiente apacible y seguro. En todos los planteles de educación básica se dará el apoyo necesario para que los Consejos Escolares de Participación Social conformen un plan integral de Escuela Segura.

· Promover la educación de la ciencia desde la educación básica. La matriculación en opciones educativas orientadas a la ciencia y la tecnología ha tenido un crecimiento mínimo en los últimos años.

· Impulsar mayores oportunidades para los estudiantes de participar en educación artística. México tiene un fuerte reconocimiento en el mundo por su contribución al arte y la cultura. Su herencia milenaria en estas manifestaciones le significa un amplio potencial, no solamente para seguir haciendo aportaciones a la cultura universal, sino para consolidar al arte y la cultura como cimiento de la nacionalidad mexicana. Propiciar la enseñanza y la apreciación artística desde la educación básica permitirá identificar vocaciones que, hasta ahora, han sido insuficientemente estimuladas. Se contribuirá con ello a la formación integral de las generaciones actuales.

· Promover las actividades físicas en los planteles escolares y el deporte en todo el sistema educativo. La obesidad y el sedentarismo son hoy en día dos de los principales problemas de salud en amplios sectores de nuestra población. El fomento del deporte y la actividad física en la escuela contribuirán a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos para una existencia saludable, productiva y prolongada. Con esta estrategia, el Gobierno Federal ratifica su compromiso de hacer de la práctica del deporte y el cuidado físico un componente habitual de la vida cotidiana de las generaciones actuales y futuras.


· Reforzar la educación para prevenir y abatir las conductas de riesgo entre niños y adolescentes Las lesiones por violencia y accidentes, junto con las adicciones y las prácticas sexuales no responsables, afectan de manera creciente la salud y la vida de la población juvenil. Fortalecer de manera sustantiva la educación temprana para prevenir estos factores de riesgo contribuirá al mejoramiento general de la salud pública en los años por venir.

· Impulsar programas permanentes de capacitación y profesionalización de los maestros del sistema de educación media superior.

· Finalmente, se instrumentará en todos los planteles de bachillerato federal el procedimiento para el registro de aspirantes a ocupar cargos de director de plantel, lo que promoverá la transparencia, la igualdad de oportunidades y una selección de candidatos basada en criterios como las competencias académicas, la experiencia laboral, la gestión escolar y el liderazgo.



Aunque la educación media superior ha registrado un significativo incremento de su matrícula en los años recientes, su eficiencia terminal, de alrededor del 60%, sigue alejada de estándares óptimos. Una buena educación de bachillerato es condición para acrecentar las posibilidades de ingreso y permanencia en la educación superior. Por eso, se llevará a cabo un profundo esfuerzo de revisión de la normatividad de ese nivel educativo, y un mejoramiento de sus sistemas de evaluación, adoptando las mejores prácticas nacionales e internacionales. Para ello, el Consejo Directivo de Evaluación diseñará un sistema integral de evaluación al sistema, subsistema, planteles, maestros y alumnos, que estará integrado por comités técnicos de expertos en la materia. Para fortalecer la vinculación entre el sistema de educación media superior y el aparato productivo. Todas las modalidades de la educación media superior deberán tener una salida efectiva al mercado laboral. Estas modalidades educativas deberán favorecer la disposición y habilidad de los estudiantes para el empleo o el autoempleo. Estableceremos esquemas para asegurar que todos los egresados, como parte de su proceso de acreditación, hayan certificado competencias laborales.

Un fortalecimiento de esta estrategia se da a través de la becas de pasantía a los egresados, en donde la participación con el sector productivo es directa. De esta manera podrán ingresar al mercado laboral, si así lo desean, continuar sus estudios o combinar ambas posibilidades. De igual forma, deben buscarse mecanismos de flexibilización, tanto de las instituciones educativas como de la oferta laboral, para establecer programas que combinen estudio y trabajo, de manera que los jóvenes no tengan que optar entre una u otra actividad, sino que puedan complementarlas de manera adecuada. Se consolidará la reforma curricular y se diseñará un sistema de indicadores de impacto que permita evaluar la calidad y pertinencia de los contenidos y habilidades transmitidas en este nivel educativo, de manera que respondan mejor a las necesidades y expectativas de los alumnos y del sector productivo. Todos los programas en materia de becas, infraestructura, capacitación y selección de directivos de planteles, contarán con indicadores de evaluación para asegurar una evaluación de acuerdo a las normas establecidas por el CONEVAL.

Las opciones estarán vinculadas al potencial de empleo de las regiones donde habitan los estudiantes. Así, por ejemplo, la especialización en turismo ecológico o sustentabilidad ambiental puede convertirse en una posibilidad de empleo para los jóvenes que viven en zonas rurales o comunidades indígenas, en tanto que las habilidades industriales abrirán oportunidades adicionales a quienes radican en las ciudades. Consolidar un sistema articulado y flexible de educación media superior que permita la movilidad de los estudiantes entre subsistemas.

La estructura y funcionamiento de la educación media superior requieren de una reforma a fondo que favorezca la comunicación entre sus diversas modalidades, así como facilitar que los estudiantes que ingresan a cualquiera de ellas culminen sus estudios. Para ello se promoverán mecanismos de coordinación y regulación que permitan la movilidad de estudiantes entre programas e instituciones, así como la homologación de los diferentes planes de estudio a nivel medio superior, mediante estructuras curriculares coherentes y puentes de comunicación claramente definidos. Se diseñará un modelo que garantice que los alumnos cuenten con un mínimo de capacidades requeridas en este nivel (tronco común) que les permita transitar de una modalidad a otra. Se promoverá la organización e integración de la oferta de las instituciones de este nivel, para establecer las carreras y especialidades comunes y abrir la posibilidad de combinaciones mediante estructuras modulares que correspondan a sitios de inserción en el mercado laboral. Esto significa lograr una estructura coherente y flexible de la oferta de formación profesional en el nivel medio superior, indispensable para abrir rutas de formación continua.



Ampliar la cobertura, favorecer la equidad y mejorar la calidad y pertinencia de la educación superior. Se busca que las instituciones de educación superior funcionen con mayor equidad en la formación de ciudadanos, profesionales creativos y científicos comprometidos con su país y de competencia internacional. El propósito es convertir a la educación superior en un verdadero motor para alcanzar mejores niveles de vida, con capacidad para transmitir, generar y aplicar conocimientos y lograr una inserción ventajosa en la emergente economía del conocimiento. Es importante reconocer que la educación superior que se imparte en el país ocupa el lugar 15 de las 33 naciones de América Latina y el Caribe que fueron evaluadas por el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Por ello será necesario darle un gran impulso a las universidades, tecnológicos y centros de investigación, dotándolos de los apoyos públicos y privados necesarios para impulsar la docencia, la investigación científica, el desarrollo y la innovación tecnológicos, y la extensión y la difusión de la cultura. La UNESCO advierte que sin instituciones de educación superior y de investigación adecuadas, los países en desarrollo no pueden esperar apropiarse y aplicar los descubrimientos más recientes y, menos todavía, aportar sus propias contribuciones al desarrollo y a la reducción de la brecha que separa estos países de los países desarrollados. La consolidación de la educación superior como un sistema de mayor cobertura, más abierto, diversificado, flexible, articulado y de alta calidad es esencial para el desarrollo de México.

Los programas de fortalecimiento institucional y de formación del personal académico de las instituciones de educación superior recibirán un fuerte impulso. Estos programas tendrán componentes individuales, como las becas para realizar estudios de posgrado de buena calidad y posdoctorales. También habrá apoyos de carácter colectivo, como el impulso a la formación y fortalecimiento de cuerpos académicos y la integración de redes de investigación. Se impulsarán políticas flexibles de incentivos que reconozcan la diversidad del sistema de educación superior. Las evaluaciones a los programas de estudio se perfeccionarán, propiciando el apoyo a aquellos que obtengan mejores resultados y propiciando la reducción de la brecha entre éstos y los que necesitan ser fortalecidos. Todo lo anterior se llevará a cabo con respeto a las libertades de investigación y enseñanza, y a la autonomía universitaria.

Se trabajará para articular un sistema nacional de evaluación, acreditación y certificación, con el fin de fortalecer las prácticas de autoevaluación, evaluación externa de pares, acreditación formal y exámenes nacionales estandarizados a los egresados, las cuales son efectuadas por instancias como los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) y el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL), entre otros. La acreditación de la calidad de la oferta educativa es esencial para mantener el valor social y económico de la educación superior. Con el fortalecimiento de los mecanismos normativos y regulatorios y de aseguramiento de la calidad se detendrá la proliferación de programas que no reúnen los estándares de calidad y limitan la formación de los ciudadanos productivos y competitivos que requiere el país. Adicionalmente, el fortalecimiento de los sistemas de evaluación constituirá una base fundamental para asegurar y generalizar la rendición de cuentas a los estudiantes, padres de familia, empleadores y a la sociedad en general.

Crear y fortalecer las instancias institucionales y los mecanismos para articular, de manera coherente, la oferta educativa, las vocaciones y el desarrollo integral de los estudiantes, la demanda laboral y los imperativos del desarrollo regional y nacional. Esta estrategia busca elevar la pertinencia de la educación superior y potenciar su impacto en el desarrollo regional y nacional. Para lograrlo, es preciso fortalecer los mecanismos de planeación de la educación superior. En esta tarea será necesario considerar, entre otros aspectos, las condiciones socioeconómicas, las aspiraciones y expectativas de los sectores sociales, así como las necesidades actuales y futuras de las economías regionales para configurar los perfiles de egreso y carreras a impartir. Será necesario además conformar cuerpos académicos con el perfil adecuado a la oferta educativa. De esta manera, el tránsito hacia la vida profesional será más sencillo y fructífero para los egresados y producirá mayores beneficios para su comunidad. También se fortalecerán los programas de orientación vocacional y se promoverá el establecimiento de acuerdos entre instituciones educativas y el sector productivo para revisar de manera permanente los programas de estudio, llevar a cabo prácticas profesionales que permitan a los alumnos adquirir experiencia laboral de calidad, reforzar el aprendizaje del aula, identificar los intereses de especialización y, en suma, mejorar sus oportunidades de éxito en su desarrollo profesional.

En este sexenio El presidente Felipe Calderón Hinojosa presento LA ESTRATEGIA MEJORAR LA INTEGRACIÓN, COORDINACIÓN Y GESTIÓN DEL SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR.

La cual textualmente ofrece: La educación superior contará con mecanismos estatales y nacionales de planeación, coordinación y gestión capaces de responder de manera integral a sus demandas de desarrollo y consolidación. Será necesario crear nuevas instancias colegiadas que permitan articular y conducir más eficientemente este sistema y propiciar la acción coordinada de las diferentes instituciones, así como asegurar el financiamiento adecuado y el mejor aprovechamiento de los recursos disponibles. Un objetivo deseable es el de formular una política de Estado en materia de educación superior, la cual considere las modificaciones que se proyectan en la pirámide poblacional, que implicarán cambios importantes en la demanda, donde se espera un desplazamiento de la demanda de educación primaria hacia los niveles de educación media superior y superior.



CONCLUSION

Este proyecto presenta un recuento del problema social que aún es candente en nuestra vida política del país: la educación. Hoy que nos encontramos a doscientos años de vida independiente, y aun cuando los propósitos no son los mismos, la educación en nuestro país continúa siendo tema de interés por sus implicaciones económicas, sociales, filosóficas, morales, pedagógicas y sobre todo políticas. De ahí, que en cada sexenio el presidente en turno, con su equipo, le impriman los cambios que consideran pertinentes. Así, en el pasado, desde los orígenes de nuestra nación, asistimos a innumerables cambios ajustándolos a los vaivenes políticos, que pretenden imponer su proyecto de nación.

En el trabajo, se trata de resaltar cómo el desarrollo educativo de México está determinado por amplios sectores sociales, que al acceder al control político de la nación imponen su proyecto de nación, en la creencia de que se está respondiendo a los intereses de la mayoría del pueblo mexicano. En los primeros años del México Independiente nuestro país intenta romper con un sistema de gobierno impuesto por el dominio español. Las primeras décadas se distinguen por el enfrentamiento entre dos grupos políticos que tratan de imponer la forma de gobierno que ellos creen que es la adecuada para el país. Podemos considerar que este intento de reforma, aún con sus limitaciones en cuanto a sus alcances, significó el primer intento serio, de darle a la educación la responsabilidad de formar ciudadanos con una ideología que respondiera al sistema político nacional. Así mismo, encontramos que en este periodo le dan al país un símbolo: la Bandera, que nos identifique y en consecuencia nos distinga de las demás naciones y al final se agrega el Himno Nacional como fortalecimiento del sentimiento patrio. La nación buscaba una identidad, la educación sería la encargada de acentuarla, transmitirla y perpetuarla.

También es necesario buscar la participación de los profesores, involucrarlos en la investigación que vaya acorde a nuestros tiempos, es necesario dar al alumno la posibilidad de estudiar más y ampliar su catálogo de materias, aun cuando no estén en el plan de estudios formal generalizar carreras y hacerlas capaces de generar innovaciones Se hace necesario combatir la rigidez de nuestro sistema educativo dando libertad a las escuelas para experimentar; a los alumnos para escoger su ruta de estudios, sacar al maestro de la zona de confort, para que brinde la oportunidad de aceptar su ignorancia y aprender a cada individuo; a las escuelas para acercarse a la realidad de la práctica profesional. Al final cabe preguntar si el dinosaurio sigue ahí.

Privatizar la educación en México es un tema polémico; sin embargo, creo que tiene la ventaja de erradicar los vicios de los sindicatos y la manipulación de masas a través de líderes corruptos que solo buscan posicionarse en el gobierno, además se buscaría elevar la calidad académica. Todo estudiante que no tenga posibilidades económicas puede obtener un subsidio del gobierno siempre y cuando demuestre con resultados, que valora las oportunidades que se le brinden. No importa como sea su educación, pública o privada, aquí lo importante es que se debe tener la misma oportunidad pobres o ricos sin distinción alguna.

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