jueves, 22 de septiembre de 2011

ELEMENTOS DE LA CIVILIZACIÓN

INTRODUCCION





Cuantas veces al estudiar la Historia de la Antigüedad hablamos de la Civilización Romana, la Griega,  la Civilización China, etc., en general hablamos de una “civilización” nos  referimos  a una sociedad que ha alcanzado un gran desarrollo tanto en su economía como en su organización política, su producción cultural y su religión. La civilización es el grado más alto de desarrollo que puede alcanzar una sociedad. Una civilización implica una eficaz adaptación al medio, dicha adaptación puede lograrse a través de agricultura. Además de los agricultores, existen en estas sociedades especialistas que se dedican exclusivamente a funciones no relacionadas con la producción de alimentos, como son funcionarios del estado, administradores, militares, sacerdotes, artesanos y comerciantes.



En las civilizaciones, existe una clara división entre el centro ceremonial y el campo. Por el contrario de los campesinos que viven en el campo, los especialistas suelen vivir en un centro ceremonial. El centro ceremonial es el lugar más importante de la ciudad. Allí se encuentran los edificios de gobierno, los palacios del gobernante y los templos religiosos.



En la Historia Antigua encontramos que las civilizaciones muestran una clara estratificación social, esto significa que el grupo dominante de la sociedad-nobleza, a través del control del Estado, logra imponer al resto de la población la obligación de pagar un tributo. Este es un impuesto que los habitantes pagan al Estado, tanto en productos como en trabajo o dinero.



Conoceremos como en la civilización Romana los  territorios eran controlados por dicho Imperio y se integraba se integra políticamente bajo un poder centralizado, con un ejército permanente, bajo una organización y control de su territorio. Gracias a esto tenían la capacidad de controlar la población obligándolos así a realizar ciertos trabajos  ya fuera en el ejército,  en obras públicas, o cultivar tierras del estado. En  la cabeza del estado se encontraba un grupo dominante que puede controlar los recursos recibidos como tributo y redistribuirlos según sus necesidades.



La cultura es una capacidad humana distinta para adaptarse a las circunstancias y transmitir este conjunto de instrumentos y conocimientos aprendidos a la generación siguiente. La cultura es el modo de vida desarrollado por un grupo humano y transmitido de generación en generación. Es el conjunto de esquemas mentales y de conducta mediante los cuales la sociedad consigue una mayor satisfacción para sus miembros. La cultura incluye los valores, ideas, actitudes y símbolos, conocimientos, etc., que dan forma al comportamiento humano. Consiste en un conjunto de modelos de comportamientos adquiridos, implícitos y explícitos que, Constituyen los elementos distintivos de los grupos humanos. La esencia de la cultura son las ideas tradicionales y especialmente los valores que subyacen a las mismas.



La cultura se materializa en escenarios multideterminados donde diversos sistemas se intersecan e interpenetran. Entraremos ya en el análisis del mapa de cambios culturales en muchos países. El primer cambio es que hasta hace poco estaba muy clara la diferencia entre dos conceptos de cultura, una era el que ha elaborado la antropología, que es referido a las culturas primitivas, y el que ha elaborado la sociología para comprender las culturas modernas. Y esto parecía no sólo muy claro sino una distinción, indispensable. Para la antropología cultura es cuando un antropólogo llega a una etnia, a una tribu primitiva estudia su hábitat, el cómo son las relaciones de parentesco, su repertorio de plantas medicinales, etc., para el antropólogo,  cultura lo es todo. Para el sociólogo, es al revés, cultura es sólo un determinado tipo de actividades, de prácticas, de objetos, de productos casi todos pertenecientes al canon de las artes y de las letras. La sociología sigue pensando la cultura, sigue siendo la música, la pintura, el teatro, la danza, la arquitectura, etc. Esta separación constitutiva de los saberes en la modernidad, está en los modos de pensar, desde la antropología y la sociología está sufriendo actualmente un emborronamiento muy fuerte a partir de un doble movimiento por una parte está el movimiento de especialización cultural. Este movimiento de especialización va indudablemente ligado al movimiento de industrialización, tanto la cultura primitiva como la cultura moderna, está viviendo un proceso acelerado y estructural de industrialización que es un proceso que desvincula la producción cultural del ámbito de las comunidades para insertarlo en instituciones de especialización de los productores y de estandarización de los productos, y cada vez de una mayor segmentación de los consumidores. Hoy no podemos pensar en ninguna de estas por fuera de este proceso estructural.



También está la percepción que está ligada al lenguaje y es por lo tanto un elemento básico en el desarrollo cognitivo. Algunos la definen como la capacidad de otorgar significado a las sensaciones a partir de la estructuración y organización de los datos que se reciben a través de los sentidos. El estudio científico de la percepción no comienza hasta el siglo XIX, con el desarrollo de la fisiología y la psicofísica. En el proceso de la percepción el niño va construyendo y generando en su mente una representación interna de lo que sucede en el exterior. Para ello se usa la información que llega a los receptores y se va analizando paulatinamente la información que viene de la memoria que ayuda a la interpretación y a la formación de la representación. Debido a que la ciencia es un proceso que se construye sobre la base de descubrimientos previos, se cita en este ensayo el conocimiento científico relevante establecido en muchas civilizaciones.  Pero va cambiando según como la tecnología va invadiendo el terreno de aquellas civilizaciones, se prolongan los cambios a grandes dimensiones y es ahí cuando se desborda la percepción del hombre salvaje de modo que pueda progresar en la escala humana.







DESARROLLO TEMATICO




Civilización, utilizando el término en un sentido restringido, es una sociedad compleja. Las civilizaciones se diferencian de las sociedades tribales basadas en el parentesco por el predominio del modo de vida urbano y el sedentarismo (que implica el desarrollo de la agricultura y a partir de ella todo tipo de desarrollos tecnológicos y económicos con la división del trabajo, la comercialización de excedentes y, más tarde, la industrialización). Con pocas excepciones, las civilizaciones son históricas, es decir, utilizan la escritura para el registro de su legislación y su religión (aparecidas con el poder político -reyes, estados- y religioso -templos, clero-) y para la perpetuación de la memoria de su pasado.Si se utiliza en un sentido amplio, civilización pasa a ser sinónimo de Cultura, esta se  deriva indirectamente del latín civis (ciudadano) a través de civil y civilizar.



Civilización en singular o civilizaciones en plural



Civilización, un concepto fundacional de las ciencias sociales, tiene un uso conceptualmente distinto, incluso opuesto, cuando se emplea intencionalmente en singular, refiriéndose al grado superior de desarrollo de la sociedad humana, con lo que se indica que existe una única civilización; o cuando se hace en plural, para indicar la pluralidad de las civilizaciones a través del tiempo, el espacio geográfico y los distintos rasgos culturales (lenguas, religiones, e incluso los polémicos conceptos de etnias o razas humanas), con lo que se indica que han existido y existen muchas: civilización micénica, civilización andina, civilización grecorromana -o civilización griega y civilización romana-, civilización china, civilización islámica, civilización cristiana, civilización occidental, etc., incluso las identificadas con las naciones europeas que han tenido un mayor peso en la formación histórica de imperios o han extendido su lengua o su cultura (civilización portuguesa, civilización española, civilización francesa, civilización británica, civilización rusa, civilización alemana, civilización italiana).



Civilización como estadio de la evolución cultural



La descripción tradicional de la evolución cultural de la humanidad incluía su paso por tres estadios: salvajismo, barbarie y civilización. Esta perspectiva implicaba la idea de progreso, por más que entre sus establecedores estuviera Rousseau, que no veía mejora, sino degradación, en el paso del estado de naturaleza del buen salvaje al estado de civilización, en que el hombre está pervertido y maleado por la sociedad. El pesimismo rousseauniano fue superado por los intelectuales posteriores, claramente optimistas (positivismo de Auguste Comte). El predominio europeo desde la era de los descubrimientos (siglo XV), pero sobre todo desde la Revolución industrial (siglo XVIII) y el reparto colonial de África (siglo XIX), en la fase del capitalismo que se conoce como Imperialismo (definición de Lenin); parecía hacer evidente para los contemporáneos la supremacía de todas sus particulares formas de organización: fueran económicas, sociales, políticas, incluso sus creencias y su raza (misionerismo y racismo). Desde ese punto de vista, el concepto ilustrado de civilización universal pasó a imponerse como un modelo a que todas las partes del mundo debían amoldarse, de grado o por la fuerza, por su propio bien; y las potencias imperialistas occidentales debían afrontar, no por ser su interés, sino por ser su sagrada misión, esa carga del hombre blanco.



Relativismo cultural



El surgimiento de dudas en este esquema es paralelo a su propia formulación, y pueden ubicarse desde la Junta de Burgos y la Junta de Valladolid, en que se realizó el debate de los justos títulos en el que Bartolomé de las Casas tomó partido por los conquistados en vez de por sus compañeros de conquista. El relativismo cultural que se hace científico con la antropología moderna, va a ampliarse al concepto de civilización, que empieza a usarse en plural, y en pie de igualdad relativa, para definir a cada una de las organizaciones humanas, vinculadas a una forma de entender la vida, más allá incluso del concepto de Religión o de Cultura.



Tanto el Oxford Dictionary como el DRAE coinciden en que civilizar es sacar a algo o alguien de un estado bárbaro o salvaje, instruyéndole en las artes de la vida -añade el libro inglés- de modo que pueda progresar en la escala humana. O sea que, aunque una civilización sea el conjunto de creencias y valores que conforman una comunidad, a la civilización en sí podemos definirla como el progreso a secas. Las civilizaciones, en cambio, constituyen un concepto más ambiguo e impuro: hacen referencia no sólo a los valores culturales, éticos o de cualquier otro tipo que sustentan la sociedad, sino también a sistemas o mecanismos de organización de la misma. Tienen, por eso, que ver con la cultura y la educación, pero también, y en gran medida, con el poder. En la historia de las culturas desempeña, a no dudar, un papel relevante la de las religiones, y de ahí se deriva el frecuente abuso intelectual que tiende a confundir éstas con las civilizaciones propiamente dichas. Sería absurdo negar que la religión, y su práctica, hayan tenido enorme influencia en el devenir de los humanos. Entendido de este modo, en plural, cada civilización es una entidad cultural que aglutina un sentido más o menos consciente de unidad, y que agrupa en su seno a varias naciones y pueblos distintos. Determinadas sociedades, por sus especiales logros culturales y por la capacidad de éstos de imponerse como comunes a un espacio más o menos amplio, son consideradas por los historiadores como civilizaciones independientes. Un ejemplo claro lo daría la anfictionía que unificaba a todas las poleis griegas en torno a determinados lugares de culto (el oráculo de Delfos), festividades (las Olimpiadas) o textos (las obras de Homero) y que las oponía a lo que consideraban bárbaro (extranjero, que habla con sonidos ininteligibles: bar-bar) y no helénico, como los persas.



Como ejemplos de los grandes cambios de la civilización:



Ø  Casco proveniente de Sumeria, la zona de Mesopotamia donde los ríos Tigris y Éufrates depositan sus depósitos aluviales ganando lentamente terreno al Golfo Pérsico, proporcionando un entorno favorable a la agricultura en medio de vastas zonas desérticas; y donde, en la coyuntura del IV milenio a. C., se desencadenan los procesos económicos, sociales, políticos e ideológicos que suponen el origen de la civilización y de la propia historia.

Ø  Pirámide en Teotihuacán. Las construcciones de este tamaño requieren la organización social que encontramos en las civilizaciones. El impacto que el descubrimiento de este tipo de construcciones junto a las complejas sociedades que se les asociaban, tuvo en los conquistadores españoles y en los teóricos que reflexionaron sobre los justos títulos de dominio sobre ellas; está en el origen de las distintas consideraciones y descripciones de los indígenas americanos (de buen salvaje a caníbal despiadado), del debate intelectual que fundó el derecho de gentes y de la reflexión europea sobre el concepto mismo de civilización. También en la Grecia clásica, el contacto con otros pueblos de diferentes lenguas y culturas había sido el desencadenante que estimuló el surgimiento de la reflexión crítica indispensable para el nacimiento de la filosofía y la historia (Tales de Mileto, Heródoto).

Ø  Fráncfort, centro financiero de la Unión Europea (un exitoso ejemplo de integración supranacional en el continente más devastado por las guerras hasta la primera mitad del siglo XX), ejemplifica la moderna sociedad postindustrial o de la información, fruto de la evolución tecnológica en su última fase (aplicación masiva de la informática y las telecomunicaciones).



Civilizaciones en perspectiva histórica

La perspectiva histórica utilizada para clasificar a una civilización (más que a un país) como una unidad, es de origen relativamente reciente. A partir de la Edad Media, la mayor parte de los historiadores adoptaron un punto de vista religioso o nacional. Los primeros historiadores europeos no estudiaron otras culturas más que como curiosidades o como áreas potenciales de actividad misionera.

El punto de vista nacional, a diferencia del religioso, se desarrolló a principios del siglo XVI a partir de la filosofía política del estadista e historiador italiano Nicolás Maquiavelo, quien sostenía que el objeto adecuado de estudio histórico era el Estado. El español Francisco de Vitoria, fundador del Derecho internacional, abordó el tema de los derechos de la Corona de España en la conquista de América. Sin embargo, los múltiples historiadores que más tarde realizaron la crónica de los estados nacionales de Europa y América sólo estudiaron las sociedades al margen de la cultura europea, para describir su sumisión a las potencias europeas, a su entender más progresistas. Arnold J. Toynbee tipificó las civilizaciones universales. MacNeill analizó nueve y Melko señaló que existe razonable acuerdo sobre al menos doce grandes civilizaciones de las cuales siete ya no existen (mesopotámica, egipcia, cretense, clásica bizantina, mesoamericana y andina). Para Philip Bagby, las civilizaciones mejor definidas y más aceptadas como tales son la egipcia, la babilónica, la china, la india, la greco-romana, la andina, la centroamericana y la cristiano-occidental. En su obra Choque de civilizaciones, Samuel Huntington, basándose en Toynbee propone un número más amplio de civilizaciones existentes en la actualidad: la occidental (entre la que distingue como subcivilizaciones la latinoamericana y la ortodoxa del Europa oriental), la musulmana, la judía, la hindú, la sínica, la japonesa, la africana sub-sahariana y la budista.


Los territorios que drenan sus aguas al Mediterráneo.

En ella se han desarrollado las denominadas civilizaciones mediterráneas, cuya continuidad en el tiempo hasta la actualidad se manifiesta en una cultura mediterránea en gran parte común por encima de las profundas diferencias políticas y religiosas. Tal unidad de cultura o civilización se ha visto afectada en la época contemporánea por varios factores: por un lado aparece homogeneizada con las del resto del mundo por efecto de la globalización; y por otro lado presenta una contradictoria relación con el fenómeno del turismo, que por un lado la magnífica y por otro la desvirtúa. Suelen definirse como rasgos comunes de esa cultura mediterránea, además de la herencia cultural de la Antigüedad clásica y del enfrentamiento secular de civilizaciones (grecorromana, judeocristiana, islámica), muchos de la vida cotidiana, como la dieta mediterránea (legumbres, frutas y verduras, pescado; y los tres alimentos básicos elaborados desde la más remota antigüedad a partir de productos agrícolas y cultivos específicamente adaptados a la región: pan del trigo, aceite del olivo y vino de la vida veces denominados trilogía mediterránea); la animada vida callejera y espíritu de fiesta estimuladas por la benignidad del clima mediterráneo; multitud de tópicos y estereotipos, como una cierta forma, a la vez vitalista y fatalista, de entender la vida, etc. La unidad del Mediterráneo se pretende activar periódicamente por ciertas iniciativas políticas (Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo) e incluso deportivas (Juegos del Mediterráneo).

Geografía

La cuenca del Mediterráneo incluye los territorios cuyas aguas vierten al mar Mediterráneo, es decir: el Sur de Europa (exceptuando gran parte de la Península Ibérica, e incluyendo gran parte del Centro y el Este con la cuenca del mar Negro), el Norte de África (prolongándose hacia su interior con la Cuenca del Nilo) y la zona más occidental de Asia ribereña con este mar, que se conoce también como Oriente Próximo o Levante.

La determinación geográfica de aspectos favorables al desarrollo de la civilización son notables: la existencia de una masa de agua prolongada en la dirección del paralelo 40º que se abre en la fachada occidental de un continente es única en el planeta. Eso permite la gran extensión del clima mediterráneo, que si bien tiene semejantes en otras latitudes similares (California, Chile central, Australia occidental) no pueden comparársele en extensión. Lo mismo puede decirse de la articulación de las costas que multiplica la posibilidad de acceso al mar, sobre todo en su orilla septentrional, con cuatro penínsulas principales (Ibérica, Itálica, Balcánica y Anatólica). El Mediterráneo y su cuenca fueron el escenario de los primeros descubrimientos geográficos, simultáneos al origen de la navegación, anterior incluso a las navegaciones históricas (periplos griegos y las escasas referencias fenicias o bíblicas).


Historia

Con mayor o menor fidelidad a sus límites geográficos, histórica y culturalmente la cuenca del Mediterráneo es el lugar de nacimiento y desarrollo de la civilización occidental que, si bien puede buscar sus orígenes en Mesopotamia (Tigris y Éufrates desembocan en el golfo Pérsico, y por tanto corresponden a la cuenca del Índico), se desarrolla en los antiguos Egipto, Israel y Fenicia, y de forma definitiva en la Antigüedad clásica de Grecia, Roma e España.


La extensión de la civilización occidental al norte y este de Europa durante la Edad Media, y la irrupción del Islam en el espacio mediterráneo significó la ruptura de la unidad de éste, pero siguió habiendo un fecundo intercambio comercial y cultural entre sus orillas, tanto de norte a sur a través de la Península Ibérica y Sicilia como de este a oeste entre las ciudades italianas, Bizancio y la ribera próximo-oriental, aunque las fuentes históricas destaquen mucho más los enfrentamientos (la Reconquista y las Cruzadas). En la Edad Media, los matemáticos musulmanes, con sus tablas astronómicas, contribuyeron decisivamente a conocer el auténtico tamaño del Mediterráneo. En el siglo IX Al-Jwarizmi redujo en diez grados de longitud la distancia que según la geografía ptolemaica había entre Córdoba y Damasco, y que era de casi veinte grados superior a la real. Un siglo más tarde, el andalusí Maslama de Madrid corrigió aún más dicha distancia, hasta sólo un grado de longitud de diferencia con respecto a la verdadera. De esta forma, las representaciones cartográficas posteriores del Mediterráneo se aproximaron mucho más a la realidad. La historia de la cuenca del Mediterráneo en el siglo XVI ha sido objeto de un estudio de Fernand Braudel, modelo clásico de las relaciones entre el entorno geográfico y los distintos niveles del tiempo histórico.

La extensión de la civilización occidental a América durante la Edad Moderna y a todo el mundo a partir de la Revolución industrial y el Colonialismo significaron definitivamente el cambio del eje de ésta, del Mediterráneo al Atlántico (visible sobre todo con la crisis del siglo XVII). Parece probable que el proceso se repita con el desplazamiento al Pacífico a partir del proceso de globalización de finales del siglo XX, actuando de nuevos centros (en sustitución de Europa) los ya desarrollados Japón y la costa oeste de los Estados Unidos, y sobre todo China y los nuevos países industrializados (NIC).

América precolombina


 

Es el nombre de una era histórica del continente americano que comprende desde la llegada de los primeros seres humanos, hasta el establecimiento del dominio político y cultural de los europeos sobre los pueblos indígenas americanos. Esta gran época comprende miles de años, y sucesos tan relevantes como las primeras migraciones humanas desde Asia a través de Beringia y la revolución neolítica. El concepto literalmente hace referencia a la era anterior a la llegada de Colón a América en 1492, sin embargo se emplea usualmente para englobar la historia de todas aquellas sociedades nativas antes de que se hiciera notable la influencia europea.



Panorama de la América Precolombina

Durante su larga migración y especialmente después del descubrimiento de la agricultura, los antiguos pobladores americanos fueron estableciéndose en áreas que consideraban propicias para su desarrollo y modos de vida. Los pueblos americanos conformaron civilizaciones autónomas originales hasta el punto de producir dos revoluciones neolíticas separadas: una en Mesoamérica y otra en los Andes; estas revoluciones dieron origen a cientos de civilizaciones agrocerámicas.



Mesoamérica



Es la región del continente americano que comprende la mitad meridional de México; los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice; así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. No debe confundirse con la región mesoamericana, concepto acuñado para denominar una región geoeconómica por organizaciones internacionales tales como la OCDE. Es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano. La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la economía, el cultivo del maíz, el uso de dos calendarios, los sacrificios humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus vecinos del norte y el sur. El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios siglos. Los especialistas discuten sobre la época que puede considerarse el "inicio" de la civilización mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas, el hito inicial consiste en el desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el primer complejo mesoamericano se desarrolla entre los siglos XV y XII a. C., período contemporáneo a la cultura olmeca. A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una civilización, cuyas expresiones hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que los distinguen entre sí. En la medida que avanzó el proceso civilizatorio, algunos rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros adquirieron especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta la colonización española.

La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias lingüísticas: otomangueana, mayance, mixe-zoqueana, totonacana y uto-azteca. Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de castellanización, que comenzó con la colonización española y continua hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido la mexica, la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca, la olmeca o la tarasca. A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.


Definición de Mesoamérica

Desde que creció el interés por las culturas indígenas de América Central y México, los especialistas se enfrentaron al cómo debían interpretarse los datos disponibles sobre los pueblos indígenas. Hasta antes de la década de los 40s, los arqueólogos no contaban con un concepto unificador para abordar la materia de investigación. Los importantes avances de la arqueología en el centro de México, particularmente en Oaxaca, donde Alfonso Caso encabezaba las excavaciones en Monte Albán, y en el área maya, con el equipo de Ricketson investigando Uaxactún, eran reflejo de tradiciones arqueológicas que encaraban estas dos regiones contiguas como fenómenos separados, aunque existía la idea de que existían elementos comunes entre ambos que requerían una explicación. Alfred Kroeber,  introdujo en 1939 el concepto de áreas culturales para abordar la presencia de rasgos culturales parecidos en pueblos diversos étnicamente y separados relativamente en la geografía de una misma región.

En 1943 Paul Kirchhoff dio a conocer su artículo Mesoamérica, en el que retomaba la unidad de las culturas de la zona maya y el centro de México. En su texto, Kirchhoff delineó un conjunto de elementos cuya presencia era significativa en los pueblos del norte de América Central y el centro y sur de México, mismos que los distinguían de otras culturas americanas. Limitando el área cultural que es Mesoamérica, este dio a conocer los siguientes límites: El límite norte comienza con el Río Sinaloa, en Sinaloa, bajando hasta la Cuenca Lerma como en forma de U, y va subiendo nuevamente hasta llegar al Río Soto La Marina, en Tamaulipas. El límite sur va desde el Río Ulúa en Belice, cruzando por los ríos de Nicaragua hasta la península de Nicoya, en Punta Arenas. Los límites son flexibles, lo que significa que depende sobre el aumento o disminución de recursos por temporadas. Mesoamérica tiene una superficie de 1, 000,218 km2. Este conjunto de rasgos culturales incluía el sedentarismo, el uso del bastón plantador/cortador, el cultivo del maíz (la milpa) y su nixtamalización, la práctica del juego de pelota, el sistema de numeración con base vigesimal, el uso del calendario ritual de 260 días, la práctica de varios tipos de sacrificios humanos y el sistema de escritura pictográfico. En posteriores trabajos, Kirchhoff se mostró "decepcionado" del recibimiento poco crítico que tuvo el término Mesoamérica en los círculos arqueológicos y lamentaba que no hubiera tenido lugar un provechoso debate sobre la pertinencia del concepto.

Geografía

Para comprender la geografía de Mesoamérica hay que situarla en una dimensión diacrónica, es decir, como una realidad dinámica. Hay que enfatizar que Mesoamérica es una civilización compartida por pueblos de diversos orígenes étnicos y que, a diferencia de otras civilizaciones como el Antiguo Egipto o Mesopotamia, los pueblos que compartieron la civilización mesoamericana no constituyeron nunca una unidad política. Las fronteras de Mesoamérica corresponden a los territorios de aquellos pueblos que formaron parte de la esfera de la civilización mesoamericana, que comparte una cultura cuyas características se abordan más abajo. Los confines de Mesoamérica tampoco corresponden con los límites de ningún país moderno. Después de la conquista española, los pueblos mesoamericanos quedaron incorporados al virreinato de la Nueva España, pero este dominio de la corona española incluyó también a otros grupos de culturas diferentes tales como los oasisamericanos, los nómadas de Aridoamérica y los pueblos de la baja América Central.



Mesoamérica ocupa una porción del continente americano entre el océano Pacífico al oeste; y el mar Caribe y el golfo de México al norte y al oriente. Sus límites septentrionales son menos claros, con excepción de aquellos dados por la Península de Yucatán. En su época de mayor avance dentro del continente, hacia el norte, los territorios de la mesoamericanidad, incluyeron la sierra Madre Occidental de Durango y Zacatecas, la sierra Gorda, el Tunal Grande y la sierra de Tamaulipas. Esto ocurrió durante el período Clásico. Ese avance hacia el norte fue favorecido por condiciones climatológicas que permitieron la agricultura y la concentración urbana; el contexto climático actuó en conjunto con la creciente importancia de las rutas de intercambio entre Oasisamérica y Mesoamérica que atravesaban las zonas de la Altiplanicie Mexicana señaladas antes. Prolongadas sequías y crisis políticas arrastraron a las sociedades del norte de Mesoamérica y la región fue abandonada y ocupada nuevamente por nómadas aridoamericanos alrededor del siglo VIII d. C.  Por otro lado, el límite sur y oriental de Mesoamérica fue más o menos estable. Sin embargo, algunas manifestaciones de los pueblos de la zona se alejaron de las pautas mesoamericanas durante el Preclásico Tardío y el Clásico Temprano (ss. IV a. C.-VII a. C.), de modo que durante esta época la región de Centroamérica se alejó de la esfera cultural de la América Media. Al terminar esta etapa, los lazos con las culturas mesoamericanas se restablecieron y fueron reforzados por las migraciones de grupos otomangueanos (chorotegas y mangues) y uto-aztecas (pipiles y nicaraos).



Rasgos geográficos de Mesoamérica



Mesoamérica se encuentra aproximadamente entre los paralelos 10°N y 22°N. Es un territorio de gran diversidad topográfica y ecológica. Su topografía es diversa porque la conforman varias cadenas montañosas y nudos que forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico. Por otro lado, cuando se adentra hacia el norte de las tierras altas, en la Península yucateca, desaparecen las serranías y decrece la altitud hasta convertirse el territorio en una planicie calcárea que en su extremo más septentrional se caracteriza por sus selvas bajas y clima caloroso. Todo esto es un factor elemental para comprender la geografía de Mesoamérica, porque introduce un factor de diversidad notable. Por eso, aunque Mesoamérica en lo general se encuentra en la zona tropical y subtropical, alberga grandes contrastes climáticos.



Las tierras bajas

Las tierras bajas mesoamericanas comprenden aquellas regiones por debajo de 1000 msnm. Se trata en general de las llanuras costeras y los piedemontes de las montañas que bajan al litoral. Se caracterizan por su temperatura cálida, aunque otras condiciones geográficas puedan variar. En lo general la fachada atlántica posee una humedad mayor y una vegetación más exuberante que la costa del Pacífico. En las estribaciones de la Sierra Madre Oriental los regímenes de lluvia son elevados y los ríos que bajan al golfo de México en vertientes pronunciadas denominadas aluviones se desbordan con frecuencia. En la misma situación se encuentra la sierra de los Tuxtlas, en el centro del actual estado de Veracruz (México). La península de Yucatán, que es una gran planicie calcárea a poca altura sobre el nivel del mar, comparte con Honduras una temporada de lluvias con mayores precipitaciones entre mayo y diciembre. El agua es tan abundante en la vertiente atlántica mesoamericana que los humedales fueron una parte importante del paisaje hasta que comenzaron a ser devastados por la acción humana. Los pantanos de Centla son una muestra, aunque no única, de los ecosistemas nativos de las costas atlánticas de la región. Los huracanes golpean las costas de Mesoamérica cada año. La temperatura no presenta contrastes considerables, es cálida durante todo el año y la diferencia entre temperaturas máximas y mínimas es relativamente pequeña. El océano Pacífico baña las costas occidentales de Mesoamérica. A diferencia de la vertiente atlántica, en el Pacífico las cadenas montañosas condicionan una llanura costera sumamente angosta. Algunas regiones de Nayarit y Sinaloa poseen muestras de humedales que como en el Atlántico han sido depredadas por los seres humanos.



Las regiones tropicales de Mesoamérica han sido modificadas intensamente desde la llegada de los españoles. El fenómeno, sin embargo, tiene inicio en la época prehispánica. Los mayas talaron enormes extensiones de selva para construir sus ciudades en el Petén, así como en la región que actualmente corresponde a los estados mexicanos de Chiapas y Campeche, mismas que la propia selva volvió a cubrir años después de ser abandonadas por sus habitantes. En las costas de Tabasco los indígenas olmecas se vieron precisados a desarrollar técnicas de cultivo que consistieron en drenar el agua y llevar tierra a donde sólo había lodo. Aunque parezca inverosímil, cultivos que hoy son tan típicos y característicos en esta zona como el plátano y la caña de azúcar, no existían en Mesoamérica antes de la llegada de los españoles. Entre otras especies vegetales comunes de estos ecosistemas se encuentra el cacao, de vital importancia para la economía, la gastronomía y aún la subsistencia indígena y actual; el mangle y la ceiba, árbol sagrado en la cosmogonía mesoamericana,  pero particularmente en la maya. Varios de los animales de mayor significado para los mesoamericanos eran comunes en las zonas tropicales, por ejemplo, el jaguar, la guacamaya, el lagarto, los monos, el quetzal y el faisán.



Las tierras altas



Las tierras altas jugaron un papel muy importante a lo largo de la historia de Mesoamérica. En esta categoría se encuentran las zonas con altitudes mayores a 1000 msnm. Las montañas son una marca del paisaje de las tierras altas mesoamericanas. Varias cadenas montañosas enmarcan y surcan Mesoamérica. En territorio mexicano, corre paralela al Pacífico la Sierra Madre Occidental desde Sonora hasta Jalisco. En Colima comienza el Eje Neovolcánico, que atraviesa México hasta el golfo, donde se encuentra con la Sierra Madre Occidental y forma en Oaxaca el llamado escudo Mixteco. La costa del Pacífico entre Michoacán y Oaxaca es bordeada por los taludes de la Sierra Madre del Sur, tan cercana al litoral que la llanura costera es prácticamente inexistente. El istmo de Tehuantepec interrumpe la abrupta topografía de México y marca al mismo tiempo el principio de las regiones montañosas de América Central. Al oriente de esta región se levantan la Sierra Madre de Chiapas y la cordillera Centroamericana que ocupa la mitad sur de Guatemala, el territorio de El Salvador y llega a Honduras. Al oriente de las tierras bajas de El Petén se levantan los montes Maya, una pequeña serranía en el sur de Belice. El territorio de Nicaragua es menos abrupto que sus vecinos del norte, sin embargo allí comienza la cordillera Volcánica que bordea la costa pacífica hasta Costa Rica. En ella se encuentran varios volcanes como el Cerro Negro y la isla Ometepec. En los confines sureños de Mesoamérica, se encuentra la cordillera de Guanacaste, ya en territorio de Costa Rica.



Entre estas cadenas montañosas se encuentran los valles altos, de elevaciones superiores a 1500 msnm. A pesar de encontrarse cerca unos de otros, la diversidad ecológica en Mesoamérica es una de sus características definitorias. Por poner un ejemplo, el talud oriental del volcán Citlaltépetl tiene un clima favorecido por lluvia abundante y agradable temperatura; al otro lado del mismo volcán se encuentran los áridos llanos de San Juan y el valle de Tehuacán, donde las nubes descargan la poca agua que resta después de atravesar la Sierra Madre Oriental. Las condiciones ecológicas de las tierras altas mesoamericanas dependen de su altitud, su latitud respecto al ecuador terrestre y la topografía. En lo general, el norte de Mesoamérica es más árido que el sur de la región. Mesoamérica abarcó alguna vez el semi-desierto de Zacatecas y San Luis Potosí, de condiciones rigurosas. El Bajío también presenta un régimen de lluvia limitado, pero la presencia del río Lerma y sus afluentes suaviza las condiciones de vida en la región. En el centro de México, el valle de Toluca es el de mayor altitud del país, tiene un clima lluvioso y más frío que el valle de México que se encuentra al oriente. El tercero de los grandes valles del centro de México es el valle Poblano-Tlaxcalteca, de condiciones y altitud similares a las del valle de Anáhuac. Al sur del Ajusco se encuentra el valle de Morelos cuyo clima se asemeja al de las tierras tropicales.



Áreas culturales



Conocido como "altiplano central". Recibió influencia olmeca durante el primer milenio AC, y poco tiempo después florecieron culturas endógenas. La ciudad de Teotihuacán, llamada por los mexicas "ciudad de los dioses", fue quizás la cultura más importante de las que radicaron en Mesoamérica, pues su influencia incluso llegó a Aridoamérica y Oasisamérica. Tras la caída teotihuacana se asentaron en sus proximidades las culturas de Xochicalco, cercana al actual estado de Morelos, Cacaxtla y Cholula, en Tlaxcala. En el segundo milenio comenzaron las invasiones toltecas y en 1325 se fundó Tenochtitlan.



Una de las áreas más importantes durante la historia prehispánica de México fue la que se conoce como Centro de México. Está conformada por los valles de tierra templada a fría situados en la parte meridional de la Altiplanicie Mexicana y en el norte de la cuenca del río Balsas. Es un nicho ecológico caracterizado por su clima templado y la ausencia de corrientes importantes de agua. Las lluvias, por otro lado, se presentan entre los meses de abril a septiembre, y no son demasiado abundantes. Este hecho fue el que motivó el desarrollo temprano de obras hidráulicas, entre las que se cuentan la canalización de los ríos y los sistemas de acequias en las laderas de los cerros para almacenar el agua.



El valle de Tehuacán, localizado al sureste de esta región es importante porque de él proceden los restos al parecer más antiguos de cultivo del maíz y algunas de las muestras de la cerámica más antigua de Mesoamérica. El Centro de México incluye además, la cuenca lacustre del valle de México, compuesta por varios lagos y lagunas. En torno al lago de Texcoco crecieron poblaciones tan importantes como Cuicuilco, en el período Preclásico; Teotihuacán en el Clásico y Tula y Tenochtitlan en el período Posclásico. Las últimas culturas del altiplano fueron las de la Triple Alianza: Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlan. Con un inicio difícil, los mexicas se asentaron en el valle de México en 1325 y un siglo después comenzó su hegemonía al liberar Izcóatl a su pueblo de manos de los señores de Azcapotzalco. En 1430 la Triple Alianza quedó formalmente constituida. Izcóatl, por consejo de Tlacalael, mandó quemar los códices de la historia azteca y reescribió totalmente la historia de su pueblo. En menos de cien años la Triple Alianza conquistó gran parte de Mesoamérica, con la característica de que permitían a los pueblos sometidos conservar su cultura y religión.



Área Maya



El área Maya es una de las más amplias de Mesoamérica. Algunos autores la dividen en dos sectores: la península de Yucatán, en el norte, y las Tierras Altas, en el sur. La primera comprende, además de la Península de Yucatán, el Petén y Belice. Se trata de una zona de tierras bajas y clima caliente, azotada por los huracanes y las tormentas tropicales del mar Caribe. Es una plataforma calcárea, apenas elevada hacia el sur, en donde la denominada Sierrita rompe la llanura del paisaje. Carece de corrientes de agua superficiales, pues el suelo es demasiado permeable; en cambio, son abundantes las corrientes subterráneas y los cenotes. Por otra parte, las Tierras Altas comprenden los Altiplanos de Guatemala, Chiapas, el occidente de Honduras y el occidente y centro de El Salvador, (la zona central de El Salvador tuvo contacto comercial con Centroamérica, pero fue más grandemente influido por el área maya, muestra de eso son los sitios famosos de San Andrés, Joya de Cerén y Cihuatán). Es una región de clima templado-frío, y con lluvias abundantes. Las laderas de las montañas están cubiertas de una espesa vegetación que amenaza el desarrollo de la agricultura. Las Tierras Altas mayas no están menos expuestas a la influencia de los ciclones caribeños que con frecuencia ocasionan destrozos en la zona.



Los primeros desarrollos culturales importantes del área maya ocurrieron en la zona sur. La primera cerámica, producida en la localidad beliceña de Cuello parece indicar que el desarrollo de la alfarería en el Área Maya fue derivado de las tradiciones sudamericanas. La Primera Ciudad con arquitectura Monumental fue Nakbé (1000 AC), seguida por El Mirador, (600 AC) la ciudad más grande de todas y la mayor de la América Precolombina, localizadas en la Cuenca del Mirador, en Petén, Guatemala, en donde se inició la cultura del Preclásico con todos los atributos del Clásico, En las tierras bajas del Pacífico de Guatemala se desarrolla Takalik Abaj la única ciudad de Mesoamérica con ocupación Olmeca y luego Maya.



Oaxaca, La sierra Mixteca






Sin duda alguna se trata de una de las más importantes zonas mesoamericanas. En los valles centrales de Oaxaca se originó la civilización zapoteca, quienes establecieron el calendario de 260 días, usado posteriormente por la mayoría de los pueblos mesoamericanos, y un sistema de escritura propio y diferente al olmeca y al maya. Monte Albán se convirtió en el paradigma de esta civilización, y a su caída la región fue ocupada por los mixtecos. La región oaxaqueña fue desde la época mesoamericana una de las más diversas. Se trata de un territorio sumamente montañoso, enmarcado por la Sierra Madre del Sur y el escudo o nudo. Incluye una porción de la cuenca del río Balsas, caracterizada por su sequedad y compleja topografía. Sus cauces de agua son cortos y de poca capacidad. En ese sentido, se parece bastante a la región del Centro de México.



Dos fueron los escenarios principales de la historia cultural de los pueblos oaxaqueños. Por un lado, los valles Centrales de Oaxaca vieron el desarrollo de la cultura zapoteca, una de las más antiguas y conocidas del ámbito mesoamericano. Esta cultura se desarrolló a partir de los cacicazgos regionales que controlaban la tierra de cultivo (muy fértil, aunque demasiado seca) de los pequeños valles de Etla, Tlacolula y Miahuatlán. Algunos de los primeros ejemplos de gran arquitectura en Mesoamérica pertenecen a esta región, como el centro ceremonial de San José Mogote. La hegemonía de este centro ceremonial en la región del Valle, pasó a manos de Monte Albán, la capital clásica de los zapotecos. La caída de Teotihuacán en el siglo VIII d. C. permitió el mayor apogeo de la cultura zapoteca. Sin embargo, la ciudad de Monte Albán fue abandonada en el siglo X d. C., y dio lugar a una serie de centros regionales que se disputaban la hegemonía política.



Guerrero





Tradicionalmente se considera a Guerrero como una región perteneciente al área Occidental. Sin embargo, los descubrimientos más recientes, han reorientado la división de las áreas culturales mesoamericanas, y en los trabajos de reciente autoría, Guerrero aparece como un área cultural independiente. El Guerrero mesoamericano ocupa aproximadamente la superficie del estado del mismo nombre, localizado en el sur de México. Se puede dividir en tres regiones con características diferentes: al norte, la depresión del río Balsas, donde esta corriente de agua juega el papel más importante en la configuración de la geografía regional. La depresión del Balsas es una región baja, de clima cálido y escasas lluvias, cuya sequedad es aminorada por la presencia del cauce y sus numerosos afluentes. La parte central corresponde a la Sierra Madre del Sur, región rica en yacimientos minerales y con escasas cualidades agrícolas. La parte sur del área guerrerense es constituida por la costa del océano Pacífico, una llanura costera muy angosta, llena de manglares y palmeras, azotada por los huracanes provenientes del Pacífico.



Guerrero fue el escenario de las primeras tradiciones alfareras de Mesoamérica. Los restos más antiguos de ella han sido encontrados en Puerto Marqués, cerca de Acapulco, y tienen una edad aproximada de 3500 años, anteriores inclusive a los vestigios correspondientes a los Olmecas en la opuesta costa del Golfo de México. Durante el preclásico, la cuenca del Balsas se convirtió en una zona de vital importancia para el desarrollo de la cultura Olmeca, que dejó huellas de su presencia en sitios como Teopantecuanitlán y las grutas de Juxtlahuaca. Más tardío fue el desarrollo de una tradición escultórica conocida como Mezcala, caracterizada por su tendencia a la geometrización del cuerpo humano. Durante el período Posclásico, la mayor parte de Guerrero quedó bajo dominio de los mexicas, e independiente al señorío tlapaneco de Yopitzinco



Occidente (El Bajío)



La zona de la que aquí se habla servía de "puente" entre Mesoamérica y Oasisamérica. Las culturas de esta zona, como los tarascos y caxcanes, desarrollaron formas de vida distintas a otros lugares de Mesoamérica. Un ejemplo de esto son las hermosas pirámides de Guachimontones, en Teuchitlán, Jalisco.



El denominado Occidente es una de las zonas menos conocidas de Mesoamérica. Se trata, sin embargo, de una extensa región, que comprende las laderas de la Sierra Madre Occidental, una parte de la Sierra Madre del Sur y la cuenca media y baja del río Lerma. Las estribaciones de la montaña estaban cubiertas de bosques de pinos y encinos, pero la actividad silvícola ha reducido su tamaño. La tierra tiene vocación agrícola por su fertilidad y la disposición de recursos hidráulicos, especialmente en la llanura costera de Sinaloa, el Bajío y la Meseta Tarasca. Los climas varían del frío de montaña, en el oriente de Michoacán, hasta el clima tropical de las costas de Jalisco y Nayarit. La región fue el hábitat de pueblos de habla uto-azteca, como los coras, huicholes y tepehuanos. La incorporación de estos pueblos a la esfera de la civilización mesoamericana fue muy gradual, y se presume que los primeros desarrollos cerámicos de la región estuvieron vinculados con las tradiciones de los pueblos andinos de Ecuador y Perú. Los cambios que afectaron al resto de las regiones de manera clara son menos observables en Occidente, por ello, las tradiciones culturales del preclásico, como la de Colima, Jalisco y Nayarit o la de Tumbas de Tiro sobrevivieron hasta bien entrado el período Clásico (150-750/900 d. C.). La más conocida de las sociedades de Occidente es la purépecha o tarasca, que rivalizó en el siglo XV d. C. con el poderío de los mexicas.



Norte



La zona Norte de Mesoamérica formó parte de esta gran área cultural sólo durante el período clásico (150-750 d. C.), en que el apogeo de Teotihuacán y el crecimiento de la población favorecieron las migraciones hacia el norte y el comercio con las lejanas tierras oasisamericanas. Se trata de un territorio llano, comprendido entre las sierras Madre Oriental y Occidental. El clima es seco, casi desértico, y la vegetación es escasa, por lo que la agricultura en el Norte sólo fue posible mediante la canalización de las corrientes de agua superficial (entre las que destacan el río Pánuco y los afluentes del Lerma) y el almacenamiento del agua de lluvia. La excesiva dependencia del buen clima llevó a los pueblos del Norte de Mesoamérica a abandonar la región a mediados del siglo VIII d. C., en que enfrentaron una prolongada sequía y las invasiones de pueblos aridoamericanos.



Los centros de población en el Norte eran dependientes de la red de comercio que se estableció entre Teotihuacán y las sociedades de Oasisamérica. Sitios como La Quemada en Zacatecas, o La Ferrería en Durango, sirvieron como fuertes para vigilar las rutas comerciales. Cuando la agricultura y el sistema social sufrieron un colapso en el Norte, los ocupantes de la región migraron hacia Occidente, el Golfo y el Centro de México.



Centroamérica



El área mesoamericana conocida como Centroamérica ocupa la zona occidental de Honduras y Nicaragua y las áreas circundantes del golfo de Nicoya en Costa Rica, donde existieron los reinos de Nicoya y Chorotega. Se trata de una región de clima tropical, con actividad telúrica importante, que incluye además los dos grandes lagos mediterráneos de América Central: el Nicaragua y el Managua. Como en el caso de la región Norte, Centroamérica formó parte del mundo mesoamericano sólo temporalmente. Se suele considerar que los pueblos centroamericanos forman parte de la llamada zona de transición entre el Área Intermedia, el mundo andino y Mesoamérica.



Para el período Posclásico, toda el área quedó incluida más el occidente en la esfera mesoamericana, esta vez ampliada hasta el departamento de Escuintla en Guatemala, y fue invadida por pueblos nahuas como los pipiles y nicaraos, hablantes de náhuatl, un dialecto del idioma de los mexicas y se percibe en la cultura y arquitectura la influencia de los Toltecas y Aztecas. También pueblos entamangues como los mangues (circa s. VII d. C.) y los subtiaba (c. s. XIII d. C.) migraron desde Chiapas a Nicaragua y Honduras, respectivamente.



Cultura







La cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad se manifiesta. Como tal incluye lenguaje, costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la psicología, la antropología y la sociología.



La Unesco, en 1982, declaró:...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.



Formación del concepto de cultura



Desde la antigüedad, se pueden encontrar metáforas que relacionan la práctica de algunas actividades con el cultivo del espíritu humano, y las facultades sensibles e intelectuales del individuo por ejemplo, con el cultivo de la tierra, que es la agricultura, el cultivo fue el principio de la modalidad cultural. En esta acepción se conserva aún en el lenguaje cotidiano, cuando se identifica cultura con sensibilidad. De esta suerte, una persona culta, es aquella que posee extensos conocimientos en los más variados campos del saber.



Concepción clásica de la cultura

El término cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que significa cuidado del campo o del ganado. Hacia el siglo XIII, el término se empleaba para designar una parcela cultivada, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido como estado de una cosa, al de la acción: el cultivo de la tierra o el cuidado del ganado, aproximadamente en el sentido en que se emplea en el español de nuestros días en vocablos como agricultura, apicultura, piscicultura y otros. Por la mitad del siglo XVI, el término adquiere una connotación metafórica, como el cultivo de cualquier facultad. De cualquier manera, la acepción figurativa de cultura no se extenderá hasta el siglo XVII, cuando también aparece en ciertos textos académicos.



El Siglo de las Luces (siglo XVIII) es la época en que el sentido figurado del término como "cultivo del espíritu" se impone en amplios campos académicos. Y aunque la Enciclopedia lo incluye sólo en su sentido restringido de cultivo de tierras, no desconoce el sentido figurado, que aparece en los artículos dedicados a la literatura, la pintura, la filosofía y las ciencias. Al paso del tiempo, como cultura se entenderá la formación de la mente. Es decir, se convierte nuevamente en una palabra que designa un estado, aunque en esta ocasión es el estado de la mente humana, y no el estado de las parcelas. Voltaire, uno de los pocos pensadores franceses del siglo XVIII que se mostraban partidarios de una concepción relativista de la historia humana.  La clásica oposición entre cultura y naturaleza también tiene sus raíces en esta época. En 1798 definen a  la cultura como el conjunto de los conocimientos y saberes acumulados por la humanidad a lo largo de sus milenios de historia. En tanto una característica universal, el vocablo se emplea en número singular, puesto que se encuentra en todas las sociedades sin distinción de etnias, ubicación geográfica o momento histórico.


Cultura y civilización

También es en el contexto de la Ilustración cuando surge otra de las clásicas oposiciones en que se involucra a la cultura, esta vez, como sinónimo de la civilización. Esta palabra aparece por primera vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la refinación de las costumbres. Civilización es un término relacionado con la idea de progreso. Según esto, la civilización es un estado de la Humanidad en el cual la ignorancia ha sido abatida y las costumbres y relaciones sociales se hallan en su más elevada expresión. La civilización no es un proceso terminado, es constante, e implica el perfeccionamiento progresivo de las leyes, las formas de gobierno, el conocimiento. Es necesario señalar que no todos los intelectuales franceses emplearon el término. Rousseau y Voltaire se mostraron reticentes a esta concepción progresista de la historia. Intentaron proponer una versión más relativista de la historia, aunque sin éxito, pues la corriente dominante era la de los progresistas. No fue en Francia, sino en Alemania donde las posturas relativistas ganaron mayor prestigio. El término Kultur en sentido figurado aparece en Alemania hacia el siglo XVII -aproximadamente con la misma connotación que en francés. Para el siglo XVIII goza de gran prestigio entre los pensadores burgueses alemanes. Esto se debió a que fue empleado para denostar a los aristócratas, a los que acusaban de tratar de imitar las maneras "civilizadas" de la corte francesa. Por ejemplo, Immanuel Kant apuntaba que "nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales".  Por lo tanto, en Alemania el término civilización fue equiparado con los valores cortesanos, calificados de superficiales y pretenciosos. En sentido contrario, la cultura se identificó con los valores profundos y originales de la burguesía. Ya en 1774, Johann Gottfried Herder proclamaba que el genio de cada pueblo (Volksgeist) se inclinaba siempre por la diversidad cultural, la riqueza humana y en contra del universalismo. Por ello, el orgullo nacional radicaba en la cultura, a través de la que cada pueblo debía cumplir un destino específico. La cultura, como la entendía Herder, era la expresión de la humanidad diversa, y no excluía la posibilidad de comunicación entre los pueblos.

Durante el siglo XIX, en Alemania el término cultura evoluciona bajo la influencia del nacionalismo. Mientras tanto, en Francia, el concepto se amplió para incluir no sólo el desarrollo intelectual del individuo, sino el de la humanidad en su conjunto. De aquí, el sentido francés de la palabra presenta una continuidad con el de civilización: no obstante la influencia alemana, persiste la idea de que más allá de las diferencias entre "cultura alemana" y "cultura francesa" (por poner un ejemplo), hay algo que las unifica a todas: la cultura humana.


Definiciones de cultura en las disciplinas sociales

Para efecto de las ciencias sociales, las primeras acepciones de cultura fueron construidas a finales del siglo XIX. Por esta época, la sociología y la antropología eran disciplinas relativamente nuevas, y la pauta en el debate sobre el tema que aquí nos ocupa la llevaba la filosofía. Los primeros sociólogos, como Émile Durkheim, rechazaban el uso del término. Hay que recordar que en su perspectiva, la ciencia de la sociedad debía abordar problemas relacionados con la estructura social. Si bien es opinión generalizada que Carlos Marx dejó de lado a la cultura, ello se ve refutado por las mismas obras del autor, sosteniendo que las relaciones sociales de producción (la organización que adoptan los seres humanos para el trabajo y la distribución social de sus frutos) constituyen la base de la superestructura jurídico-política e ideológica, pero en ningún caso un aspecto secundario de la sociedad. No es concebible una relación social de producción sin reglas de conducta, sin discursos de legitimación, sin prácticas de poder, sin costumbres y hábitos permanentes de comportamiento, sin objetos valorados tanto por la clase dominante como por la clase dominada. El desvelo de las obras juveniles de Marx, tanto de La ideología alemana (1845-1846) en 1932 por la célebre edición del Instituto Marx-Engels de la URSS bajo dirección de David Riazanov, como de los Manuscritos económicos y filosóficos posibilitó que varios partidarios de sus propuestas teóricas desarrollaran una teoría de la cultura marxista.


El concepto de cultura generalmente es relacionado con la antropología. Una de las ramas más importantes de esta disciplina social se encarga precisamente del estudio comparativo de la cultura. Quizá por la centralidad que la palabra tiene en la teoría de la antropología, el término ha sido desarrollado de diversas maneras, que suponen el uso de una metodología analítica basada en premisas que en ocasiones distan mucho las unas de las otras.

Definiciones marxistas

Tal como se señaló anteriormente, Karl Marx a pesar de la opinión generalizada, puso atención en el análisis de las cuestiones culturales, específicamente en su relación con el resto de la estructura social. Según la propuesta teórica de Marx, el dominio de lo cultural (constituido sobre todo por la ideología) es un reflejo de las relaciones sociales de producción, es decir, de la organización que adoptan los seres humanos frente a la actividad económica. La gran aportación del marxismo en el análisis de la cultura es que ésta es entendida como el producto de las relaciones de producción, como un fenómeno que no está desligado del modo de producción de una sociedad. Asimismo, la considera como uno de los medios por los cuales se reproducen las relaciones sociales de producción, que permiten la permanencia en el tiempo de las condiciones de desigualdad entre las clases.


En sus interpretaciones más simplistas, la definición de la ideología en Marx ha dado lugar a una tendencia a explicar las creencias y el comportamiento social en función de las relaciones que se establecen entre quienes dominan el sistema económico y sus subalternos. Sin embargo, son muchas las posturas donde la relación entre la base económica y la superestructura cultural es analizada en enfoques más amplios.

Así mismo, Michel Foucault en el conocido debate de noviembre de 1971 en Holanda con Noam Chomsky, respondiendo la pregunta de que si la sociedad capitalista era democrática, además de contestar negativamente, argumentando que una sociedad democrática se basa en el efectivo ejercicio del poder por una población que no esté dividida u ordenada jerárquicamente en clases sostiene que, de manera general, todos los sistemas de enseñanza, los cuales aparecen simplemente como transmisores de conocimientos aparentemente neutrales, están hechos para mantener a cierta clase social en el poder, y excluir de los instrumentos de poder a otras clases sociales.



Definición neoevolucionista o ecofuncionalista

Para introducir las definiciones neoevolucionista de cultura, es necesario recordar que los evolucionistas sociales de finales del siglo XIX (representados, entre otros, por Tylor), pensaban que las sociedades "primitivas" de su época eran residuos de antiguas formas culturales, por las que necesariamente habría pasado la civilización de Occidente antes de llegar a ser lo que era en ese momento. Como se indicó antes, Boas y sus discípulos echaron por tierra estos argumentos, señalando que nada probaba la veracidad de estas suposiciones. Sin embargo, en Estados Unidos, hacia la década de 1940 tuvo lugar un nuevo viraje del enfoque temporal de la antropología. Éste nuevo rumbo es el neoevolucionista, interesado entre otras cosas, por el cambio socio-cultural y las relaciones entre cultura y medio ambiente.  Steward, por su parte, retomaba de Kroeber la concepción de la cultura como un hecho que se encontraba por encima y fuera de la naturaleza. Sin embargo, Steward sostenía que había un diálogo entre ambos dominios. Opinaba que la cultura es un fenómeno o capacidad del ser humano que le permite adaptarse a su medio biológico. Uno de los principales conceptos en su obra es el de evolución. Steward planteaba que la cultura sigue un proceso de evolución multilineal (es decir, no todas las culturas pasan de un estado salvaje a la barbarie, y de ahí a la civilización), y que este proceso se basa en el desarrollo de tipos culturales derivados de las adaptaciones culturales al medio físico de una sociedad. Este introduce en las ciencias sociales el término de ecología, señalando con él: el análisis de las relaciones existentes entre todos los organismos que comparten un mismo nicho ecológico.



Evolución cultural





Había por lo menos una gran distancia conceptual entre la propuesta de White y de Steward. El primero se inclinaba por el estudio de la cultura como fenómeno total, en tanto que el segundo se mantenía más proclive al relativismo. Por ello, entre las limitaciones que tuvieron que superar sus sucesores estuvo la de concatenar ambas posturas, para unificar la teoría de los estudios de la ecología cultural. De esta suerte, Marshall Sahlins propuso que la evolución cultural sigue dos direcciones. Por un lado, crea diversidad "a través de una modificación de adaptación: las nuevas formas se diferencian de las viejas. Por otra parte, la evolución genera progreso: las formas superiores surgen de las inferiores y las sobrepasan".



La idea de que la cultura se transforma siguiendo dos líneas simultáneas fue desarrollada por Darcy Ribeiro, que introdujo el concepto de proceso civilizatorio para comprender las transformaciones de la cultura. Con el tiempo, el neoevolucionismo sirvió como una de las principales bisagras entre las ciencias sociales y las ciencias naturales, especialmente como puente con la biología y la ecología. De hecho, su propia vocación como enfoque holístico le ha convertido en una de las corrientes más interdisciplinarias de las disciplinas que estudian la humanidad. A partir de la década de 1960, la ecología entró en una relación muy estrecha con los estudios culturales de corte evolutivo. Los biólogos habían descubierto que los seres humanos no son los únicos animales que poseen cultura: se habían encontrado indicios de ella entre algunos insectos, pero especialmente entre los primates. Roy Rappaport introdujo en la discusión de lo social la idea de que la cultura forma parte de la misma biología del ser humano, y que la evolución misma del ser humano se debe a la presencia de la cultura.



Esta definición, atiende a la característica principal de la cultura, que es una obra estrictamente de creación humana, a diferencia de los procesos que realiza la naturaleza, por ejemplo, el movimiento de la tierra, las estaciones del año, los ritos de apareamiento de las especies, las mareas e incluso la conducta de las abejas que hacen sus panales, elaboran miel, se orientan para encontrar el camino de regreso pero, que a pesar de eso, no constituyen una cultura, pues todas las abejas del mundo hacen exactamente lo mismo, de manera mecánica, y no pueden cambiar nada. Exactamente lo contrario ocurren en el caso de las obras, ideas y actos humanos, ya que estos transforman o se agregan a la naturaleza, por ejemplo, el diseño de una casa, la receta de un dulce de miel o de chocolate, la elaboración de un plano, la simple idea de las relaciones matemáticas, son cultura y sin la creación humana no existirían por obra de la naturaleza.



Marvin Harris y el materialismo cultural



Dentro del tipo de ideas introducidas por Steward, cabe señalar el materialismo cultural propugnado por Marvin Harris y otros antropólogos estadounidenses. Esta corriente puede ser asimilada a una forma de ecofuncionalismo en el que se encajan ciertas divisiones introducidas por Marx. Para el materialismo cultural, entender la evolución cultural y la configuración de las sociedades depende básicamente de condiciones materiales, tecnológicas e infraestructurales. El materialismo cultural establece una triple división entre grupos de conceptos que atiende a su relación causal.



El concepto científico de cultura



El concepto científico de cultura hizo uso desde el principio de ideas de la teoría de la información, de la noción de meme introducida por Richard Dawkins, de los métodos matemáticos desarrollados en la genética de poblaciones por autores como Luigi Luca Cavalli-Sforza y de los avances en la compresión del cerebro y del aprendizaje. Diversos antropólogos, como William Durham, y filósofos, como Daniel Dennett y Jesús Mosterín, han contribuido decisivamente al desarrollo de la concepción científica de la cultura. Mosterín define la cultura como la información transmitida por aprendizaje social entre animales de la misma especie. Como tal, se contrapone a la naturaleza, es decir, a la información transmitida genéticamente. Si los memes son las unidades o trozos elementales de información adquirida, la cultura actual de un individuo en un momento determinado sería el conjunto de los memes presentes en el cerebro de ese individuo en ese momento. A su vez, la noción vaga de cultura de un grupo social es analizada por Mosterín en varias nociones precisas distintas, definidas todas ellas en función de los memes presentes en los cerebros de los miembros del grupo.18



La Industria cultural



Es la cultura que está, como un mercado, sujeta a las leyes de la oferta y la demanda de la economía capitalista.



Socialización de la cultura



La importante aportación de la psicología humanista de, por ejemplo, Erik Erikson con una teoría psicosocial para explicar los componentes socioculturales del desarrollo personal. Cada miembro de la especie podría acceder a ella desde una fuente común, sin limitarse, ejemplo de ello: el conocimiento transmitido por los padres.



Así, el ser humano tiene la facultad de enseñar al animal, desde el momento en que es capaz de entender su rudimentario aparato de gestos y sonidos, llevando a cabo nuevos actos de comunicación; pero los animales no pueden hacer algo parecido con nosotros. De ellos podemos aprender por la observación, como objetos, pero no mediante el intercambio cultural, es decir, como sujetos.



Clasificación



La cultura se clasifica, respecto a sus definiciones, de la siguiente manera:



a)    Tópica: La cultura consiste en una lista de tópicos o categorías, tales como organización social, religión o economía.

b)    Histórica: La cultura es la herencia social, es la manera que los seres humanos solucionan problemas de adaptación al ambiente o a la vida en común.

c)    Mental: La cultura es un complejo de ideas, o los hábitos aprendidos, que inhiben impulsos y distinguen a las personas de los demás.

d)    Estructural: La cultura consiste en ideas, símbolos o comportamientos, modelados o pautados e inter-relacionados.

e)    Simbólica: La cultura se basa en los significados arbitrariamente asignados que son compartidos por una sociedad.



La cultura puede también ser clasificada del siguiente modo:

Ø  Según su extensión Universal: cuando es tomada desde el punto de vista de una abstracción a partir de los rasgos que son comunes en las sociedades del mundo. Por ej., el saludo.

Ø  Total: conformada por la suma de todos los rasgos particulares a una misma sociedad.

Ø  Particular: igual a la subcultura; conjunto de pautas compartidas por un grupo que se integra a la cultura general y que a su vez se diferencia de ellas. Ej.: las diferentes culturas en un mismo país.

Ø  Según su desarrollo Primitiva: aquella cultura que mantiene rasgos precarios de desarrollo técnico y que por ser conservadora no tiende a la innovación.

Ø  Civilizada: cultura que se actualiza produciendo nuevos elementos que le permitan el desarrollo a la sociedad.

Ø  Analfabeta o pre-Alfabeta: se maneja con lenguaje oral y no ha incorporado la escritura ni siquiera parcialmente.

Ø  Alfabeta: cultura que ya ha incorporado el lenguaje tanto escrito como oral.

Ø  Según su carácter dominante Sensista: cultura que se manifiesta exclusivamente por los sentidos y es conocida a partir de los mismos.

Ø  Racional: cultura donde impera la razón y es conocido a través de sus productos tangibles.

Ø  Ideal: se construye por la combinación de la sensista y la racional

Ø  Según su dirección Posfigurativa: aquella cultura que mira al pasado para repetirlo en el presente. Cultura tomada de nuestros mayores sin variaciones. Es generacional y se da particularmente en pueblos primitivos.

Ø  Configurativa: la cultura cuyo modelo no es el pasado, sino la conducta de los contemporáneos. Los individuos imitan modos de comportamiento de sus pares y recrean los propios.

Ø  Prefigurativa: aquella cultura innovadora que se proyecta con pautas y comportamientos nuevos y que son válidos para una nueva generación y que no toman como guía el modelo de los padres a seguir pero si como referentes.



Elementos de la cultura



La cultura forma todo lo que implica transformación y seguir un modelo de vida. Los elementos de la cultura se dividen en:



1)    Concretos o materiales: fiestas, alimentos, ropa (moda), arte plasmado, construcciones arquitectónicas, instrumentos de trabajo (herramientas), monumentos representativos históricos.

2)    Simbólicos o espirituales: creencias (filosofía, espiritualidad/religión), valores (criterio de juicio moral y/o ética), actos humanitarios, normas y sanciones (jurídicas, morales, convencionalismos sociales), organización social y sistemas políticos, símbolos (representaciones de creencias y valores), arte (apreciación), lenguaje (un sistema de comunicación simbólica), tecnología y ciencia.

3)    Políticos y sociales. Según su contexto se reconocen elementos constituvos de una cultura en términos "vivos" como lo son Memoria, Cosmogonía, Identidad, Utopía, Acción y Expresión. Son también concebidos por los defensores de estas tesis como "campos de trabajo" en las culturas vivas.



Dentro de toda cultura hay dos elementos a tener en cuenta:

·         Rasgos culturales: porción más pequeña y significativa de la cultura, que da el perfil de una sociedad. Todos los rasgos se transmiten siempre al interior del grupo y cobran fuerza para luego ser exteriorizados.

·         Complejos culturales: contienen en si los rasgos culturales en la sociedad.



Cambios culturales


              I.        Los cambios culturales: son los cambios a lo largo del tiempo de todos o algunos de los elementos culturales de una sociedad (o una parte de la misma).

            II.        Enculturación: es el proceso en el que el individuo se culturiza, es decir, el proceso en el que el ser humano, desde que es niño o niña, se culturiza. Este proceso es parte de la cultura, y como la cultura cambia constantemente, también lo hacen la forma y los medios con los que se culturaliza.

           III.        Aculturación: se da normalmente en momento de conquista o de invasión. Es normalmente de manera forzosa e impuesta, como la conquista de América, la invasión de Iraq. Ejemplos de resultados de este fenómeno: comida (potaje, pozole), huipil. El fenómeno contrario recibe el nombre de deculturación, y consiste en la pérdida de características culturales propias a causa de la incorporación de otras foráneas.

          IV.        Transculturación: La transculturación es un fenómeno que ocurre cuando un grupo social recibe y adopta las formas culturales que provienen de otro grupo.

           V.        Inculturación: se da cuando la persona se integra a otras culturas, las acepta y dialoga con la gente de esa determinada cultura.



Cultura en animales no-humanos

Algunos autores afirman que los animales de otras especies actúan por instinto y conductas no variables, por lo cual no podemos hablar de conductas culturales fuera de la especie animal homo sapiens. Por el contrario, otros autores afirman que existen animales de otras especies que también tienen conductas culturales. Jane Goodall fue el primer humano en descubrir una cultura no-humana, la cultura de los chimpancés. El filósofo Jesús Mosterín explica uno de los elementos de la cultura de los chimpancés:



«La cultura no es un fenómeno exclusivamente humano, sino que está bien documentada en muchas especies de animales superiores no humanos. Y el criterio para decidir hasta qué punto cierta pauta de comportamiento es natural o cultural no tiene nada que ver con el nivel de complejidad o de importancia de dicha conducta, sino sólo con el modo como se trasmite la información pertinente a su ejecución. Los chimpancés son animales muy culturales. Aprenden a distinguir cientos de plantas y sustancias, y a conocer sus funciones alimentarias y astringentes. Así logran alimentarse y contrarrestar los efectos de los parásitos. Tienen muy poco comportamiento instintivo o congénito. No existe una 'cultura de los chimpancés común a la especie. Cada grupo tiene sus propias tradiciones sociales, venatorias, alimentarias, sexuales, instrumentales, etc. La cultura es tan importante para los chimpancés, que todos los intentos de reintroducir en la selva a los chimpancés criados en cautividad fracasan lamentablemente. Los chimpancés no sobreviven. Les falta la cultura. No saben qué comer, cómo actuar, cómo interaccionar con los chimpancés silvestres, que los atacan y matan. Ni siquiera saben cómo hacer cada noche su alto nido-cama para dormir sin peligro en la copa de un árbol. Durante los cinco años que el pequeño chimpancé duerme con su madre tiene unas 2.000 oportunidades de observar cómo se hace el nido-cama. Los chimpancés hembras separados de su grupo y criados con biberón en el zoo ni siquiera saben cómo cuidar a sus propias crías, aunque lo aprenden si ven películas o vídeos de otros chimpancés criando


Lenguaje



Se llama lenguaje (del provenzal lenguatgea y este del latín lingua) a cualquier tipo de código semiótico estructurado, para el que existe un contexto de uso y ciertos principios combinatorios formales. Existen contextos tanto naturales como artificiales.


v  El lenguaje humano se basa en la capacidad de los seres humanos para comunicarse por medio de signos. Principalmente lo hacemos utilizando el signo lingüístico. Aun así, hay diversos tipos de lenguaje.



v  El lenguaje humano puede estudiarse en cuanto a su desarrollo desde dos puntos de vista complementarios: la ontogenia, que remite al proceso de adquisición del lenguaje por el ser humano, y la filogenia.


v  El lenguaje animal se basa en el uso de señales sonoras, visuales, y olfativas, a modo de signos, para señalar a un referente o un significado diferente de dichas señales. Dentro del lenguaje animal están los gritos de alarma, el lenguaje de las abejas, etc.



v  Los lenguajes formales son construcciones artificiales humanas, que se usan en matemática y otras disciplinas formales, incluyendo lenguajes de programación. Estas construcciones tienen estructuras internas que comparten con el lenguaje humano natural, por lo que pueden ser en parte analizados con los mismos conceptos que éste.





Pre lenguaje, lenguaje, lengua o idioma, habla y dialecto



*      El pre lenguaje es un sistema de comunicación rudimentario que se aprecia en el lenguaje de los bebés, y que constituye la base de la adquisición de éste. Se da a través y mediante un conjunto de cualidades necesarias para que el bebé pueda adquirir el lenguaje, y constituyen capacidades neurofisiológicas y psicológicas entre las que destacan percepción, motricidad, imitación y memoria.

*      El lenguaje es una capacidad o facultad extremadamente desarrollada en el ser humano; es un sistema de comunicación más especializado que los de otras especies animales, a la vez fisiológico y psíquico, que pertenece tanto al dominio individual como al social, y que nos capacita para abstraer, conceptualizar, y comunicar. Según Ferdinand Saussure, en el lenguaje humano estructurado debe diferenciarse entre lengua y habla:



a.    Lengua: llamada también idioma, especialmente para usos extralingüísticos. Es un modelo general y constante para todos los miembros de una colectividad lingüística. Los humanos crean un número infinito de comunicaciones a partir de un número finito de elementos, por ejemplo a través de esquemas o mapas conceptuales. La representación de dicha capacidad es lo que se conoce como lengua, es decir el código. Una definición convencional de lengua es la de "signos lingüísticos que sirve a los miembros de una comunidad de hablantes para comunicarse".

b.    Habla: materialización o recreación momentánea de ese modelo en cada miembro de la colectividad lingüística. Es un acto individual y voluntario en el que a través de actos de fonación y escritura, el hablante utiliza la lengua para comunicarse. Son las diversas manifestaciones de habla las que hacen evolucionar a la lengua.

*      El dialecto se refiere a una variante geográfica de un idioma (por ejemplo el español dominicano hablado en la República Dominicana y el español hablado en Madrid). Los idiomas se expresan con rasgos distintivos en cada región o grupo social. Estos rasgos distintivos pueden ser de tipo fónico, morfológico, sintáctico, semántico, y pragmático.



Características de las lenguas naturales



Lengua natural



El lingüista Julio Mejías habla de quince rasgos definitorios de la lengua, algunos de los cuales están presentes en la comunicación animal y los lenguajes formales. Sin embargo, sólo las lenguas naturales tiene estos quince rasgos de Hockett y, por tanto, esta lista caracteriza lo que es una lengua natural. Entre los rasgos más definitorios están la arbitrariedad (de la relación entre el signo y el significado), la productividad (que permite producir nuevos mensajes nunca antes realizados), y la estructura jerárquica (según la cual las lenguas humanas poseen reglas o principios sintácticos y gramaticales, por lo que las producciones no son aleatorias).



Diversas definiciones



Hay una inmensidad de definiciones sobre qué es el lenguaje humano, dependiendo de cada autor en cada época y en cada circunstancia. Una selección de varias de las definiciones que se le ha dado al lenguaje:



              I.        Por el lenguaje entendemos un sistema de códigos con cuya ayuda se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos. (A. R. Luria, 1977).

            II.        El lenguaje es un hábito manipulatorio (J.B. Watson, 1924).

           III.        El lenguaje es un conjunto finito o infinito de oraciones, cada una de las cuales posee una extensión finita y construida a partir de un conjunto finito de elementos (Noam Chomsky, 1957)

          IV.        El lenguaje es una instancia o facultad que se invoca para explicar que todos los hombres hablan entre sí (J. P. Bornchart, 1957).





Neurolingüística



La neurolingüística es el área disciplinar dependiente de la neuroanatomía que se preocupa por la computación cerebral del lenguaje humano. Las principales áreas del cerebro que se encargan de procesar el lenguaje son:

§  Área del lenguaje hablado: Área de Broca, Hemisferio dominante.

§  Área de comprensión del lenguaje hablado

§  Área de Wernicke. Corresponde a las áreas de Broadman. Lóbulo temporal           izquierdo.



Alteraciones de lenguaje:



·         Trastornos del lenguaje oral: por causas orgánicas o por causas psicológicas. Disartria: Dificultad para articular sílabas. Se observa en la parálisis general progresiva, lesiones de algunos nervios craneales y en las intoxicaciones por alcohol y barbitúricos.

·         Dislalia: Sustitución, alteración u omisión de los fonemas sin que haya trastornos de los órganos del habla.

·         Afasia: Imposibilidad para comunicarse por lenguaje hablado, leído o escrito como consecuencia de una lesión cerebral, una vez que el sujeto ha adquirido un lenguaje si quiera elemental.

·         Hay tres tipos: Afasia motriz o de Broca (afasia de expresión): Lesión del área 44 de Broadman del hemisferio izquierdo. El paciente comprende lo que se le dice y sabe lo que quiere decir, pero no lo puede expresar, ni verbal ni escrito.

·         Afasia sensorial o de Wernicke (afasia de comprensión): El paciente habla pero no coordina las palabras o los sonidos, oye pero no comprende las palabras que se le dirige, ve las letras y signos escritos pero es incapaz de leerlas (Alexia) e incapaz de escribir (Agrafia).

·         Afasia sensorial o global (Expresión - comprensión): Lesiones de los lóbulos frontal y temporal del hemisferio izquierdo. Imposibilidad de hablar y alteraciones de la compresión verbal, de la lectura y escritura.



·         Disfemias: Alteración en la emisión de las palabras. Las más frecuentes son el tartamudeo y el balbuceo. Característico en neuróticos y psicópatas.

·         Disfonías: Alteraciones del tono y timbre de voz cuya causa reside en el aparto fonador. Ejemplo: Afonía en los alcohólicos, voz apagada en deprimidos.



Trastornos del lenguaje escrito

ü  Disgrafía: Irregularidades graves en los trazos de la escritura. Ejemplo: Alcoholismo, edad, senil, parálisis general progresiva.



ü  Agrafia y alexia: La agrafia es la imposibilidad de expresar los pensamientos por medio de la escritura. La alexia es la dificultad para reconocer letras.





Trastornos del lenguaje mímico

o   Cuantitativos: Exactamente no se ha definido su aspecto pero es estropedico.

o   Hipermimia: Exageración de rasgos fisonómicos. Ejemplo: Excitación psicomotriz, esquizofrenias.

o   Hipomimia: Disminución general de la mímica, se ve en los estados catatónicos, esquizofrenia y en la indiferencia afectiva.

o   Amimia: Inmovilidad de los rasgos fisonómicos. No hay expresión afectiva. Esquizofrenia, depresión o en los estados

o   Estupurosos. Trastornos

o   Cualitativos: Paramimias: Expresiones no relacionadas con el estado de ánimo del sujeto. Simulaciones de los delincuentes y estados delirantes.

El lenguaje en la naturaleza



Dependen del sentido del olfato y en algunas ocasiones del gusto. Estas señales pueden recorrer grandes distancias cuando son transportadas por las corrientes del aire, aunque sólo son percibidas a favor del viento. Las sustancias químicas específicas que producen efectos concretos que se llaman feromonas. En las colonias de abejas, por ejemplo, la reina produce una feromona "real" que impide el desarrollo de los ovarios de las obreras. Las feromonas tienen una gran importancia en lo relativo a la atracción sexual.


Comunicación acústica



Las ondas sonoras pueden variar de altura e intensidad con rapidez. Sirven para trasmitir una amplia gama de información. Estas señales viajan en todas direcciones y el receptor las localiza con facilidad.



Comunicación visual



Muchos animales diferentes usan estas señales, que se pueden encender y apagar en un instante, aunque por lo general son útiles en determinadas horas del día. Suelen ser llamativas o consistir en movimientos bruscos. Por ejemplo, una de las garras del cangrejo violinista macho es mayor que la otra, tiene colores fuertes y la sacude para atraer a las hembras. Los colores y diseños de las alas de las mariposas y de los machos de muchas aves atraen a sus compañeras en distancias cortas. Cuando vuelan por la noche, los lampíridos machos producen destellos luminosos con señales características, mientras que las hembras responden con sus destellos desde el suelo.



Comunicación táctil



La comunicación táctil se refiere a las señales transmitidas a través del contacto de la piel o partes exteriores de los seres vivos. Estas señales sirven al alcance de la mano y tienen una gran importancia entre los primates, como una forma de indicación de amistad y para tranquilizar. El hecho de que un individuo cuide al otro, por ejemplo eliminándole los parásitos indeseables, es su manera de reforzar los lazos familiares y de amistad.



Los mecanismos principales son:



ü  Transmisión por vibraciones. Actúan sólo en distancias muy cortas. Para indicar su presencia a las hembras, los machos de las arañas de estuche hacen vibrar sus membranas de un modo característico. Los cocodrilos producen vibraciones desde el interior de sus cuerpos para producir vibraciones que la hembra pueda percibir.

ü  Transmisión eléctrico. Algunos peces que viven en los ríos lodosos de América del Sur y África usan estas señales capaces de atravesar cuerpos sólidos. Son utilizadas para la agresión, para el cortejo y para orientarse.



Dimensiones del Lenguaje



El lenguaje entre especies biológicas puede ser estudiado según cuatro dimensiones o aspectos diferentes que definen características propias de su naturaleza:



 Formal o estructural, que se refiere a la complejidad combinatoria de los códigos usados, el medio usado para el mismo y los patrones en los que se basa la comunicación mediante dicho lenguaje. La dimensión estructural a su vez puede ser dividida en forma, contenido y uso:



  1. Forma: estudiada en sus diferentes aspectos por la fonología, morfología y sintaxis. La primera comprende la forma material de las señales, la segunda las propiedades de formación de señales complejas y la tercera las propiedades combinatorias.
  2. Contenido: estudiado por la semántica, que consiste en la codificación y decodificación de los contenidos semánticos en las estructuras lingüísticas.
  3. Uso: estudiado en la pragmática, que define como la situación de uso tiene importancia tanto para las formas usadas como la interpretación del contenido.



  1. Funcional, que se refiere a la intencionalidad con la que se usa, qué ventajas aporta y para qué casos se usa, con qué funciones y en qué contextos.
  2. Comportamental, se refiere a todos al comportamiento exhibido por el emisor y los receptores del código, y a las conductas desencadenantes del uso y desencadenas por el uso del lenguaje.
  3. Representativa, se refiere a la intencionalidad del emisor de exponer una información sin intención de dar una valoración o provocar una reacción en el receptor.



Lenguaje en filosofía



Sistema de señales de cualquier naturaleza física que cumple una función cognoscitiva y una función comunicativa (de relación) en el proceso de la actividad humana. El lenguaje puede ser natural y artificial. El lenguaje es un fenómeno social.



Lengua natural



El término lengua natural designa una variedad lingüística o forma de lenguaje humano con fines comunicativos que está dotado de una sintaxis y que obedece supuestamente a los principios de economía y optimidad. Las lenguas naturales usualmente están basadas en símbolos sonoros pero también pueden existir lenguas basadas en signos.



En la sociolingüística, el término lengua natural también se utiliza a veces de lengua étnica en contraposición a las lenguas planificadas (como el esperanto). La lengua étnica evoluciona enmarcada por una cultura de hablantes nativos que utilizan dicha lengua con una finalidad comunicativa. De esta forma, se distingue entre idiomas tales como el chino mandarín, el español y el inglés, las cuales son lenguas étnicas; y el esperanto, ido, interlingua, a las cuales se les denomina lenguas planificadas. Sin embargo, una lengua planificada también puede adquirir una cultura, como es el caso del esperanto. Sin embargo, formalmente las lenguas planificadas y las lenguas étnicas pueden cumplir igualmente con los requisitos de poseer sintaxis y principios de economía que las hagan aptas para la comunicación humana general.



Características de las lenguas naturales



El lingüista Charles F. Hockett habla de quince rasgos definitorios de la lengua:



o   Modo de comunicación: es el canal vocal-auditorio el principal en el lenguaje humano (se produce el mensaje con la boca y se recibe con el oído). También puede darse el canal manual-visual.

o   Transmisión difundida y recepción dirigida: en el habla se emite un mensaje que se expande en todas direcciones y que puede ser escuchado por cualquiera; sin embargo, el sistema auditivo humano permite la identificación del lugar de donde proviene.

o   Transitoriedad: el mensaje humano es temporal; las ondas se desvanecen y el mensaje no persiste ni en el tiempo ni en el espacio.

o   Desarrollo interlocutivo o intercambiabilidad: un hablante, en condiciones normales, puede tanto emitir como recibir mensajes.

o   Retroalimentación total: el hablante puede escucharse a sí mismo en el preciso instante que emite un mensaje. Esto es importante para la realización correcta del habla.

o   Especialización: los órganos que intervienen en el habla, aparte de servir para sus funciones fisiológicas correspondientes, están especializados para el habla.

o   Semanticidad: la señal se corresponde con un significado en particular. Es un elemento fundamental de cualquier método de comunicación.

o   Arbitrariedad: no existe correlación entre la señal y el signo. Por ejemplo, los fonemas que crean la palabra nada en sí mismos no tienen relación alguna con ese concepto; en croata, por ejemplo, nada significa esperanza. No hay razón alguna para que el concepto carencia de algo debiera ser "nada" y no cualquier otra combinación de fonemas.

o   Discreticidad: las unidades básicas son separables, sin haber una transición gradual. Un oyente puede oír o "t" o "d", e independientemente de que lo escuche bien distinguirá o una u otra, sin escuchar una mezcla de ambas.

o   Desplazamiento: puede hacerse referencia a situaciones u objetos que no se sitúan por deixis, en el "aquí y ahora", es decir, separados por el tiempo o distancia, o incluso sobre cosas que no existen ni han existido.

o   Doble articulación o dualidad: existe un nivel o segunda articulación en el que los elementos no poseen significado pero sí distinguen significado (fonema), y otro nivel o primera articulación en el que estos elementos se agrupan para tener significado (morfema). Los elementos de la segunda articulación son finitos, pero pueden agruparse de infinitas maneras

o   Productividad: las reglas de la gramática permiten la creación de oraciones nuevas que jamás han sido creadas, pero que pueden ser entendidas.

o   Prevaricación: el mensaje puede ser intencionadamente falso.

o   Función metalingüística: el lenguaje humano permite referirse a sí mismo; se puede decir que "altar" es una palabra masculina, y no se está haciendo referencia alguna al objeto, sino a la palabra en sí.





Lenguas naturales y lenguaje



Las lenguas naturales se contraponen a otras formas de lenguaje tanto humanas como no humanas. Así junto con las lenguas naturales humanas tenemos:

              I.        El lenguaje animal que tiene intencionalidad, expresividad, representatividad e incluso puede llegar a la simulación y el fingimiento; pero en el que no se han encontrado presencia de algo que podamos llamar estructuras sintácticas.

            II.        Los lenguajes formales usadas por el hombre, entre los cuales están la lógica matemática o los lenguajes de programación. Que son estructuras dotadas de algo similar a la sintaxis de las lenguas humanas, pero tienen un alcance más reducido que las lenguas naturales humanas.



Diferencias con el lenguaje formal



Al contrario que en el lenguaje formal, donde el significado de una cadena o frase sólo está influido por su aspecto o "forma", en los lenguajes naturales la semántica o significado específico y contextual de sus componentes intervienen en la validez o no de la frase, añadiendo complejidad a su estudio. La lingüística es la rama del saber que se encarga del estudio del lenguaje, entendido como el conjunto de reglas que gobierna cualquier proceso de comunicación.



Admitiendo la existencia de reglas de comunicación, la lingüística estructural llegó a definir extensivamente una determinada lengua natural como el conjunto de frases que se pueden emitir y utilizar en esa lengua. A finales de la década de los años 1950 Noam Chomsky propuso incorporar los lenguajes naturales al tipo de lenguajes susceptibles de ser estudiados por los sistemas formales por medio de gramáticas generativas, que darán lugar a las cadenas o frases válidas en un lenguaje dado.



Diferencias con el lenguaje animal



En el siglo XX se estudiaron con detalle los sistemas de comunicación e interacción social de numerosos animales. Eso llevó a descubrir que muchas de las características presentes en las lenguas naturales humanas también estaban presentes en el lenguaje animal. Sin embargo un pequeño número de características parecen exclusivas de las lenguas humanas entre ellas:



 La estructura sintáctica, por la cual los sonidos o partes significativas de la comunicación tienen una ordenación jerárquica, en la que el cambio de orden de los elementos puede conducir a mensajes diferentes  (el) muro de piedra - (la) piedra del muro. La productividad, por la cual un conjunto finito de elementos permiten la generación de un número potencialmente infinito de mensajes semánticamente diferentes.



 Existencia de función metalingüística, por la cual el propio lenguaje puede referirse a la forma de lo que se ha dicho, o hablar del propio lenguaje. Sorprendentemente el lenguaje animal permite la prevaricación o la "mentira" en el sentido de que algunos animales pueden llegar a simular gritos de alarma falsos para confundir a otros individuos.



Orígenes de las lenguas en los seres humanos






Con respecto al origen de las lenguas, existen dos posturas básicas:

o   La monogénesis o hipótesis de que en última instancia todas las lenguas del mundo derivan de una única lengua ancestral, es decir, la hipótesis de que las lenguas humanas surgieron por diversificación de una protolengua que surgió en un determinado momento evolutivo de la especie, a partir del cual continuaron existiendo las lenguas humanas. En la antigüedad, esta teoría encuentra paralelismo con la fábula de Babel, contenida en la Biblia.

o   La poligénesis, sostiene que el proceso que dio lugar a las lenguas humanas pudo suceder en diversos lugares y momentos.



En ambos casos, después de la aparición de una o más lenguas actuaron procesos de diversificación o cambio lingüístico que aumentaron el número de lenguas, hasta llegar a los varios miles de lenguas existentes en la actualidad. La teoría de lingüística de las lenguas criollas y los pidgins sugiere que el proceso de formación de una lengua natural genuina a partir de un input lingüístico adecuado puede llevar tan poco tiempo como una generación. El caso del idioma de señas de Nicaragua creada a partir de un sistema semiótico inconsistente es un ejemplo paradigmático de cómo puede formarse una lengua consistente con una gramática bien fijada, a partir de elementos inconsistentes.



Pensamiento



El pensamiento es un fenómeno psicológico racional, objetivo y externo derivado del pensar para la solución de problemas. El pensamiento es la actividad y creación de la mente; dícese de todo aquello que es traído a existencia mediante la actividad del intelecto. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. Para muchos tratadistas el pensamiento estratégico de una institución es la coordinación de mentes creativas dentro de una perspectiva común que les permite avanzar hacia el futuro de una manera satisfactoria para todo contexto.



De otro lado podemos decir que el pensamiento estratégico conlleva a prepararse y estar en condiciones de recibir muchos desafíos futuros, tanto los previsibles como imprevisibles en materia de oportunidades perfectamente articuladas. Un adecuado pensamiento estratégico debe partir siempre de la misión de la entidad la que a su vez se proyecta a una visión de futuro incorporando valores, basados en las variables de la realidad, en la mística y en la cultura organizacional la que debe materializarse tácticamente, mediante la información y los conocimientos, articulando opciones.



Definiciones



a)    Imagen: son las representaciones virtuales que tienen todos los seres humanos desde su concepción acerca del proceso psicológico racional, subjetivo e interno de conocer, comprender, juzgar y razonar los procesos, objetivos y hechos.

b)    Lenguaje: es la función de expresión del pensamiento en forma escrita para la comunicación y el entendimiento de los seres humanos. Nos plantea dos definiciones de pensamiento, una de las cuales se relaciona directamente con la resolución de problemas.

c)    Pensamiento: fenómeno psicológico racional, objetivo y externo derivado del pensar para la solución de problemas que nos aquejan día tras día.



El proceso de pensamiento es un medio de planificar la acción y de superar los obstáculos entre lo que hay y lo que se proyecta. El pensamiento se podría definir como imágenes, ensoñaciones o esa voz interior que nos acompaña durante el día y en la noche en forma de sueños. La estructura del pensamiento o los patrones cognitivos son el andamiaje mental sobre el que conceptualizamos nuestra experiencia o nuestra realidad.



Características



El pensar lógico se caracteriza porque opera mediante conceptos y razonamientos.  Existen patrones que tienen un comienzo en el pensamiento y hace que el pensamiento tenga un final, esto sucede en milésimas de segundos, a su vez miles de comienzos y finales hacen de esto un pensamiento lógico; esto depende del medio de afuera y para estar en contacto, con ello dependemos de los cinco sentidos.

a)    El pensar siempre responde a una motivación, que puede estar originada en el ambiente natural, social o cultural, o en el sujeto pensante.

b)    El pensar es una resolución de problemas. La necesidad exige satisfacción.

c)    El proceso del pensar lógico siempre sigue una determinada dirección. Esta dirección va en busca de una conclusión o de la solución de un problema, no sigue propiamente una línea recta sino más bien zigzagueante con avances, paradas, rodeos y hasta retrocesos.

d)    El proceso de pensar se presenta como una totalidad coherente y organizada, en lo que respecta a sus diversos aspectos, modalidades, elementos y etapas.

e)    El pensamiento es simplemente el arte de ordenar las matemáticas, y expresarlas a través del sistema lingüístico.



Las personas poseen una tendencia al equilibrio, una especie de impulso hacia el crecimiento, la salud y el ajuste. Existen una serie de condiciones que impiden y bloquean esta tendencia, el aprendizaje de un concepto negativo de sí mismo, es quizás una de las condiciones bloqueadoras más importantes. Un concepto equivocado o negativo de sí mismo deriva de experiencias de desaprobación o ambivalencia hacia el sujeto en las etapas tempranas de su vida cotidiana.



Clasificación



·         Deductivo: va de lo general a lo particular. Es una forma de razonamiento de la que se desprende una conclusión a partir de una o varias premisas.

·         Inductivo: es el proceso inverso del pensamiento deductivo, es el que va de lo particular a lo general. La base es, la figuración de que si algo es cierto en algunas ocasiones, lo será en otras similares aunque no se puedan observar.

·         Analítico: realiza la separación del todo en partes que son identificadas o categorizadas.

·         Creativo: aquel que se utiliza en la creación o modificación de algo, introduciendo novedades, es decir, la producción de nuevas ideas para desarrollar o modificar algo existente.

·         Sistémico': es una visión compleja de múltiples elementos con sus diversas interrelaciones. Sistémico deriva de la palabra sistema, lo que nos indica que debemos ver las cosas de forma interrelacionada.

·         Crítico: examina la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica. Es evaluar el conocimiento, decidiendo lo que uno realmente cree y por qué. Se esfuerza por tener consistencia en los conocimientos que acepta y entre el conocimiento y la acción.

·         Interrogativo: es el pensamiento con el que se hacen preguntas, identificando lo que a uno le interesa saber sobre un tema determinado.

·         Pensamiento social: se basa en el análisis de elementos en el ámbito social, en este se plantean interrogantes y se hacen críticas que ayuden en la búsqueda de soluciones a las mismas. Además puede considerarse como el pensamiento que tiene cada persona dentro de la sociedad.



Relación entre el pensamiento y el lenguaje



§  El pensamiento no sólo se refleja en el lenguaje, sino que lo determina.

§  El lenguaje precisa del pensamiento.

§  El lenguaje transmite los conceptos, juicios y raciocinios del pensamiento.

§  El pensamiento se conserva y se fija a través del lenguaje.

§  El lenguaje ayuda al pensamiento a hacerse cada vez más concreto.

§  El pensamiento es la pasión del ser racional, del que procura descubrir hasta lo más mínimo y lo convierte en un conocimiento.

§  El pensamiento involucra una estructura conocida como "la estructura del pensamiento".

§  El lenguaje es simplemente un manejo de símbolos, el pensamiento es un acondicionador del lenguaje.

§  El pensamiento es el límite a la acción inconsciente, generada en la mayoría de los casos por mensajes errados o mal interpretados.



Las formas del lenguaje se basan en el pensamiento, sin embargo estas no tienen una relación de paralelismo, sino que son mutuamente dependientes.



Operaciones racionales



o   Análisis- División mental es decir el pensamiento se divide en dos formas izquierda y derecha. El lado derecho puede pensar todo lo negativo y el izquierdo todo lo positivo.

o   Síntesis-Se reúne todo lo mental para luego ser analizado o recordado.

o   Comparación- Establece semejanzas y diferencias entre los distintos objetos y fenómenos de la realidad.

o   Generalización- Proceso en el que se establece lo común de un conjunto de objetos, fenómenos y relaciones.

o   Abstracción- Operación que consiste en mostrar mentalmente ciertos rasgos, generalmente ocultados por la persona, distinguiéndose de rasgos y anexos accidentales, primarios y prescindiendo de aquellos pensamientos.



El Pensamiento en Tipología Psicológica



El psicólogo Carl Jung en su libro Tipos Psicológicos propuso la existencia de cuatro funciones principales en la consciencia entre las cuales se encuentra la Función Pensamiento. Las tres funciones restantes son la Sensación, la Intuición y el Sentimiento. Estas cuatro funciones son modificadas por dos actitudes principales: introversión y extraversión.



A partir de esta teoría se desarrolla más tarde el Indicador Myers-Briggs que cuenta con 16 combinaciones tipológicas de las cuales cuatro son del tipo pensamiento; los dos primeros pertenecen al Pensamiento Introvertido con orientación intuitiva y sensitiva respectivamente; y las dos últimas al Pensamiento Extravertido con orientación intuitiva y sensitiva también respectivamente.



Patologías



Los trastornos del pensamiento suelen ser divididos en trastornos del curso, del contenido del pensamiento y, en ciertos casos se añade un tercer grupo, los trastornos de la vivencia del pensamiento.



·         Trastornos del curso del pensamiento.- Los trastornos del curso del pensamiento incluyen patologías de la fluidez del pensamiento, es decir, como se formulan, organizan y presentan los pensamientos de un individuo.



·         Trastornos de la velocidad.-Los trastornos de la velocidad incluyen patologías que afectan la cantidad y la velocidad de los pensamientos. Sus principales trastornos son los siguientes:

a)    Taquipsiquia o pensamiento acelerado

b)    Fuga de ideas en la que el pensamiento parece saltar súbitamente de un tema a otro

c)    Bradipsiquia o pensamiento inhibido

d)    Bloqueo o interrupción brusca del pensamiento antes de completar la idea



·         Trastornos de la forma.-son de la forma propiamente dicha incluyen patologías de la direccionalidad y la continuidad del pensamiento. Los más significativos incluyen:

a)    Pensamiento circunstancial, cuando la información compartida es excesiva, redundante y, por lo general, no relacionada con el tema

b)    Pensamiento divagatorio

c)    Pensamiento tangencial, la incapacidad para la asociación de pensamientos objetivos

d)    Pensamiento prolijo

e)    Disgregación

f)     Incoherencia



·         Trastornos del contenido del pensamiento



           Las principales incluyen:

a)    Preocupaciones

b)    Ideas falsas, por lo general reversible

c)    Ideas obsesivas

d)    Ideas fóbicas

e)    Pensamiento mágico


Conocimiento



No existe una única definición de "Conocimiento". Sin embargo existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento, siendo un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia la consideración de su función y fundamento. Tradicionalmente se ha presentado el conocimiento como algo específico del hombre en relación con la “creencia” en la existencia del alma racional que hace posible intuir la realidad como verdad. Se consideraba que el conocimiento responde a las facultades del alma conforme a los tres grados de perfección de las mismas: alma como principio de vida y automovimiento vegetativo, alma sensitiva o animal y alma humana o racional. Algo racional en el hombre que, además de las funciones anteriores, produce el conocimiento por conceptos que hace posible el lenguaje y la conciencia de la verdad. Los seres meramente materiales, inertes, sin vida y sin alma, no tienen conocimiento ni información alguna acerca del entorno, como seres completamente pasivos, solamente sometidos a la causalidad mecánica material.



La experiencia, que es común con los animales dotados de memoria, no ofrece aún una garantía de verdad porque:

o   Es un conocimiento subjetivo de quien tiene la experiencia sensible; que es válido sólo para quien lo experimenta y solo en el momento en que lo experimenta.

o   Ofrece solamente una verdad momentánea, cambiante, y referente a un único caso. Retenida en la memoria, solamente es capaz de aportar un contenido de verdad probable, por analogía, basándose en la semejanza de los casos y situaciones, como inducción.



Por el contrario el conocimiento por conceptos:

Es propio únicamente del ser humano gracias a la facultad del entendimiento. Por ser los conceptos inmateriales, independientes de las causas materiales de la experiencia, constituyen una prueba evidente de la existencia del alma racional lo que hace al hombre un "ser espiritual" en cierto modo independiente de lo material.  Su verdad no depende de las circunstancias porque su actividad intuitiva penetra y conoce la realidad como tal, la esencia de las cosas y por ello es posible la ciencia.



Esto es así porque el entendimiento como potencia o facultad del alma, entendimiento agente según Aristóteles, es intuitivo y penetra en la esencia de las cosas a partir de la experiencia mediante un proceso de abstracción. En cuanto a la acción, frente a las meras emociones y sentimientos, que son pasiones porque en estos estados el alma es pasiva, se encuentra la facultad de la voluntad que permite controlar las pasiones y dirigir una acción propia, como libertad que no depende de las causas materiales de la experiencia. Tanto el entendimiento como la voluntad se consideran facultades activas del alma específica humana, independiente de la acción de las causas materiales.



Tanto el conocimiento sensible (experiencia como conocimiento de percepciones almacenadas en la memoria) como la motivación (los afectos o sentimientos considerados como pasiones) se consideraban fruto de la acción material del entorno sobre el alma, (el alma recibe pasivamente estos datos de información), mientras que la conceptualización y la acción libre es fruto de la acción inmaterial propia del "alma racional humana"; esto es posible porque el alma es espiritual e independiente de lo material. Esta concepción está en la actualidad completamente fuera del campo de la ciencia. Sin embargo este modo de fundamentar el conocimiento, la voluntad y la libertad está muy arraigado en las creencias sociales, basadas en creencias religiosas y en la existencia de un alma espiritual.



En la actualidad



Una actividad esencial de todo individuo en su relación con su entorno es captar o procesar información acerca de lo que lo rodea. Este principio fundamental sitúa la actividad humana del conocer en un ámbito general propio de todos los seres de la naturaleza. El conocimiento, para el caso del hombre, consiste en su actividad relativa al entorno que le permite existir y mantenerse y desarrollarse en su existencia. El caso específico humano incluye lo social y cultural. Tan fundamental es esta actividad en la vida que todos "sabemos" lo que es el conocer y el conocimiento, con tal de que no tengamos que explicarlo. Tal es la situación que ocurre con casi todos los conceptos verdaderamente importantes: la palabra es perfectamente conocida y su uso perfectamente dominado. Pero la palabra tiene una amplitud tan grande y su uso unos contextos tan variados que el concepto, tan rico y lleno de matices, resulta muy difícil de comprender y explicar.



Por lo que siguen existiendo numerosas teorías que intentan comprenderlo y explicarlo. Hoy día la ciencia habla de cognición o actividades cognitivas como un conjunto de acciones y relaciones complejas dentro de un sistema complejo cuyo resultado es lo que consideramos conocimiento.



La adquisición de conocimiento implica procesos cognitivos complejos:



1)    Motivación, emociones.

2)    Percepción, sensaciones.

3)    Tendencia, aprendizaje.

4)    Conceptualización, palabra, lengua y lenguaje.

5)    Endoculturación.

6)    Socialización.

7)    Comunicación.

8)    Asociación, inducción

9)    Razonamiento, deducción



Espiral de conocimiento



Diferenciamos, de un modo técnico y formalizado, los conceptos de conocer y saber, por más que, en el lenguaje ordinario, se usen a veces como sinónimos, otras veces no. Conocer, y su producto el conocimiento, va ligado a una evidencia que consiste en la creencia basada en la experiencia y la memoria y es algo común en la evolución de los seres naturales concebidos como sistemas, a partir de los animales superiores. Saber, por su parte requiere, además de lo anterior, una justificación fundamental; es decir un engarce en un sistema coherente de significado y de sentido, fundado en lo real y comprendido como realidad; más allá del conocimiento del objeto en el momento presente como si fuera definitivo y completo. Un sistema que constituye un mundo y hace de este hecho de experiencia algo con entidad consistente. Un conjunto de razones y otros hechos independientes de mi experiencia que, por un lado, ofrecen un "saber qué" es lo percibido como verdad y, por otro lado, orientan y definen la conducta, como un "saber hacer" como respuesta adecuada y una valoración de todo ello respecto a lo bueno.



Conocimiento, verdad y cultura



Hay muchos tipos de conocimiento perfectamente adaptados a sus propósitos:

§  La mera acumulación de experiencia

§  El conocimiento de la lengua

§  Las leyendas, costumbres o ideas y creencias de una cultura particular, con especial relevancia de las creencias religiosas y morales

§  El conocimiento que los individuos tienen de su propia historia

§  El «saber hacer» en la artesanía y la técnica

§  El saber artístico

§  La ciencia





Todos esos conocimientos se desarrollan en un entorno o campo de cultivo común:



La cultura basada en la tradición de una sociedad dada. En cada momento se genera información; sin embargo la cantidad de conocimiento humano es necesariamente limitada, sujeta a condiciones, y siempre quedarán problemas para los cuales el conocimiento de una sociedad o un individuo no son suficientes. La razón siempre cuestionará los marcos conceptuales, teorías, que explican y amplían el mundo como campo de la investigación del Universo.



Especial relevancia tiene el conocimiento científico en relación con la verdad. Las ciencias constituyen uno de los principales tipos de conocimiento. Propiamente es el conocimiento con mejor garantía de ser la interpretación que mejor realiza la función representativa del lenguaje; o, lo que es lo mismo, la mejor expresión de la verdad válidamente justificada de la realidad; la verdad científica es la que mejor representa la verdad reconocida y asumida por la Humanidad en cuantos seres racionales.



Definición clásica de conocimiento: creencias verdaderas válidamente justificadas. Esto es así porque las ciencias son el resultado de esfuerzos sistemáticos y metódicos de investigación colectiva y social en busca de respuestas a problemas específicos como explicaciones en cuya elucidación procura ofrecernos la interpretación adecuada del universo. Hoy día, dada la interacción y mutua dependencia entre la ciencia y la técnica, hablamos mejor de conocimientos científico-técnicos y de programas de investigación.



Los conocimientos se adquieren mediante una pluralidad de procesos cognitivos: percepción, memoria, experiencia (tentativas seguidas de éxito o fracaso), razonamiento, enseñanza-aprendizaje, testimonio de terceros, etc. Estos procesos son objeto de estudio de la ciencia cognitiva.



Por su parte, la observación controlada, la experimentación, la modelización, la crítica de fuentes, las encuestas, y otros procedimientos que son específicamente empleados por las ciencias, pueden considerarse como un refinamiento o una aplicación sistemática de los anteriores. Estos son objeto de estudio de la epistemología. La importancia de este tipo de conocimiento científico-técnico y cultural, distingue a la humanidad de las otras especies animales. Todas las sociedades humanas adquieren, preservan y transmiten una cantidad sustancial de saberes, notablemente, a través del lenguaje. Con el surgimiento de las civilizaciones, la acumulación y la difusión de conocimientos se multiplican por medio de la escritura. A través de la historia, la humanidad ha desarrollado una variedad de técnicas destinadas a preservar, transmitir y elaborar los conocimientos, tales como la escuela, las enciclopedias, la prensa escrita, las computadoras u ordenadores.



Esta importancia va de la mano con una interrogación sobre el valor del conocimiento. Numerosas sociedades y movimientos religiosos, políticos o filosóficos han considerado que el acrecentamiento del saber, o su difusión, no resultaban convenientes y debían limitarse. A la inversa, otros grupos y sociedades han creado instituciones tendentes a asegurar su preservación, su desarrollo y su difusión. Así mismo, se debate cuáles son los valores respectivos de diferentes dominios y clases de conocimientos.



Libros y Bibliotecas



En las sociedades contemporáneas, la difusión o al contrario, la retención de los conocimientos, tiene un importante papel político y económico, incluso militar; lo mismo ocurre con la propagación de Pseudo-conocimientos. Todo ello contribuye a hacer del conocimiento una fuente de poder. Este papel explica en buena parte la difusión de la propaganda y las pseudociencias, que son tentativas por presentar como conocimientos, cosas que no lo son. Esto le confiere una importancia particular a las fuentes de conocimientos, como los medios masivos y sus vehículos, tales como la prensa e Internet y al control de los mismos.



Visión filosófica clásica



Platón dedica al estudio del problema del conocimiento el diálogo Teeteto, aunque en otros diálogos, hay también importantes reflexiones sobre el tema. En la primera parte del Teeteto se discute y se rebate con numerosos argumentos la teoría relativista del sofista Protágoras, según la cual cada opinión  es verdadera para quien la sostiene. No obstante, hay que reconocer que hay opiniones o creencias falsas. En la última parte del diálogo se discute la llamada "definición platónica" del conocimiento, según la cual éste está constituido por creencias u opiniones verdaderas y justificadas. Esta definición tampoco se acepta en el propio diálogo, a pesar de lo cual, históricamente ha sido el punto de partida para prácticamente todas las investigaciones ulteriores sobre el tema.



En la República el conocimiento cabal, en tanto que racional se caracteriza como necesariamente verdadero, y como fundado en principios no hipotéticos. Estos principios sólo pueden alcanzarse mediante la facultad dialéctica, que debe "abrirse paso, como en una batalla, a través de todas las objeciones".



Epistemología actual



En la actualidad, sin embargo, a esta doctrina se oponen las posturas falibilistas, según las cuales la verdad estricta no es una característica esencial del conocimiento o la ciencia auténticos. El falibilismo fue ampliamente difundido por Karl Popper en el siglo XX, y junto con las aportaciones de la sociología de la ciencia, Thomas Kuhn, y la insuficiencia de los métodos, Feyerabend, entre otros factores hacen que la nueva epistemología tiene una fundamentación menos ambiciosa.  La definición platónica se considera que los conocimientos son esencialmente creencias suficientemente justificadas. Postura expresamente mantenida por el filósofo mexicano Luis Villoro entre otros. La reflexión sobre el propio conocimiento genera su propia ciencia y filosofía: Gnoseología, también denominada Teoría del conocimiento.



Filosofía de la ciencia



En ciencias, es común asumir la existencia de un continuo progresivamente complejo, integrado por los datos, la información, el conocimiento y la sabiduría. Así, se define al conocimiento como el conjunto organizado de datos e información que permiten resolver un determinado problema o tomar una decisión. Esquema sobre el conocimiento desde el punto de vista de las ciencias de la información, como se genera y como se aplica. Para alcanzarlo se aplica el llamado método científico, existiendo múltiples vías de llegar obtener conocimiento: método empírico, método histórico, método lógico, analogía, etc.



En general, para que una creencia constituya conocimiento científico no basta con que sea válida y consistente lógicamente, pues ello no implica su verdad. Para que una teoría deba ser considerada como verdadera, deben existir, desde el punto de vista de la ciencia, pruebas que la apoyen. Es decir, debe poder demostrarse su verosimilitud empleando el método científico, conforme a una lógica empírica y un método experimental. Esto sin embargo se ve seriamente complicado si se introducen interrogantes relativas a la suficiencia de dicho método, como por ejemplo, la transparencia de los hechos, la factibilidad de la pretensión de objetividad y neutralidad valórica, etc.



Tradiciones culturales y Visión religiosa



Sin embargo, el concepto de conocimiento es más general que el de conocimiento científico. Es así que las tradiciones culturales y las creencias religiosas constituyen un tipo especial de conocimiento diferente al conocimiento científico. Un tipo de saber vivido como creencia dentro del entorno social y cultural y tenido como experiencia acumulada o revelación recibida de los ancestros.



Conocimiento y vida



La experiencia adquiere múltiples matices y contenidos en la vida de uno mismo y en la vida social y cultural y, por tanto, también los contenidos y conocimientos verdaderos, que dependen de un contexto o campo de realidad, y no tienen por qué coincidir con los contenidos y el sentido del conocimiento científico. La vida y los conocimientos de la vida, como experiencia, es un campo mucho más amplio que el de la ciencia. No siempre el conocimiento científico es el más adecuado para vivir y convivir mejor. Por eso hay que admitir una verdad relativa porque el conocimiento mismo es siempre relativo. La creencia en la posesión del conocimiento verdadero, como explicación definitiva, como evidencia definitiva, conduce fácilmente al fanatismo.



Tipos de conocimiento y rasgos que los caracterizan

 v  El conocimiento es



v  El conocimiento expresa



v  Función, Acción y Producto Igual ha resultado del desarrollo de la vida de un individuo.



v  La herencia genética y memoria filogenética



v  La adaptación ambiental social y cultural de grupo



v  La propia interacción del individuo en su ambiente y su creatividad.

Dada la enorme complejidad de las actividades cognitivas y los múltiples campos de aplicación de las mismas, se hace necesario algunas clasificaciones metodológicas y rasgos característicos para su mejor consideración y estudio.


Rasgos generales


Todo conocimiento humano tiene una dimensión profundamente cultural, tanto en su origen y formación como en su aplicación. Algunos conocimientos tienen la posibilidad de ser expresados mediante el lenguaje adquiriendo de esta forma una dimensión objetiva, intercomunicativa y codificada lo que permite su transmisión, conservación así como su interpretación entre diversos individuos, diversas culturas y diversas lenguas. Los conocimientos no siempre son objetivables y comunicables ni conscientes, pero en todo caso orientan y dirigen la acción como comportamiento. Esto es especialmente aplicable a los que son fruto de la mera experiencia.



Los conocimientos pueden ser:



              I.        Teóricos, en tanto que pretenden manifestar una verdad como representación o interpretación de la realidad. Pueden ser:

            II.        Científicos, cuando son el resultado de esfuerzos sistemáticos y metódicos de investigación colectiva y social en busca de respuestas a problemas específicos como explicaciones en cuya elucidación procura ofrecernos la interpretación adecuada del universo.

           III.        Filosóficos, cuando intentan fundamentar el mismo conocimiento, y abarcar el Universo como un todo de sentido, ampliando las perspectivas generales de todo conocimiento mediante la crítica de los propios fundamentos.

          IV.        De creencias, que se aceptan como verdades evidentes. Estos pueden ser: Teológicos, basado en una Revelación divina.

           V.        Tradicionales, transmitidos culturalmente. Estos a su vez pueden ser: Locales, un conocimiento desarrollado alrededor de un área geográfica definida.

          VI.        Globales formados mediante redes o comunidades, pertenecientes a lugares geográficos dispares incluso culturalmente.

Conocimientos prácticos



En tanto que están orientados a realizar una acción para alcanzar un fin:

v  Morales referentes a las normas de comportamiento social

v  Éticos referentes a la reflexión y fundamentación de la moral respecto a un sentido o finalidad última

v  Políticos referentes al fundamento y organización del poder social

v  Artísticos como expresión de la sensibilidad estética, atendiendo a la belleza

v  Técnicos, atendiendo a la utilidad de los resultados de la acción en muy diversos campos



Por la estructura de su contenido



v   Estructura lógica mediante relaciones y operaciones previamente definidas     de símbolos s Formales: Carecen de contenido material alguno. Muestran solamente una in significación alguna.



v  Materiales: Todos los demás conocimientos que no son formales; por cuanto tienen un contenido o materia acerca de la cual ofrecen información. Orientado cuando hace referencia a las relaciones causales entre conceptos: Ley descriptiva o explicaciones.





v  Axiomático cuando se refiera a explicaciones de causas finales o sucesos fundados a priori como verdaderos: Teorías o fundamentaciones de la ciencia.



Por el carácter de su divulgación

v  Público, si es fácil de compartir, y consiste en un conocimiento creado/difundido por la sociedad.

v  Privado, si es personal construido por el propio individuo; es la base del conocimiento público.

v  Explícito, si puede ser transmitido de un individuo a otro mediante algún medio de comunicación formal.

v  Tácito o implícito, normalmente arraigado en experiencias personales, modelos mentales y hábitos que, sin embargo, informan los modos personales de conocimiento.

v  Codificado, si se puede almacenar o especificar formalmente de tal manera que no se pierda ninguna información. Por contraposición el conocimiento no codificado es aquél que no puede ser codificado ya que es difícil de expresar o explicitar.



Por su origen

v  Conocimiento analítico o a priori cuando su información consiste en la forma lógica de las relaciones lógicas entre los contenidos de los que trata. Es, pues, un conocimiento independiente de la experiencia pues es tautológico o meramente lógico-formal. Su fundamento es la deducción.33

v  Conocimiento sintético o a posteriori porque su comprensión como concepto y lenguaje deriva y depende de la experiencia. Su fundamento es la inducción.

v  Empírico cuyo contenido consiste únicamente en la mera experiencia por lo que apenas tiene contenido conceptual y es difícil ser expresado en palabras. Suele aplicarse a emociones y sentimientos.



Por su finalidad

v  Ciencia cuando pretende interpretar adecuadamente la realidad

v  Comunicativo cuando pretende transmitir una información

v  Expresivo cuando pretende transmitir emociones y sentimientos, así como experiencias estéticas.



Por el soporte de su conservación y divulgación

v  Cultural, propiamente dicho; cuando es propio de una organización, se empleen términos, nomenclaturas y procedimientos acordados internamente. Los ámbitos culturales pueden ir desde una civilización a una sociedad política concreta o espacialmente determinada o un grupo social reducido: científicos, un grupo empresarial, un club deportivo, una secta o incluso un grupo de amigos. Bibliográfico: Diccionarios, libros y soportes literarios

v  Artístico: Escultura, pintura, literatura, música, teatro etc.

v  Informatizado o Digitalizado



Por la forma de su adquisición

v  Académico, cuando es adquirido en instituciones sujetas a normas y finalidades definidas.

v  Profesional, cuando es adquirido en el ejercicio de una profesión determinada.

v  Vulgar, cuando es producto del mero intercambio de informaciones entre iguales.

v  Tradicional, cuando responde a una transmisión hereditaria cultural

v  Religioso cuando se desarrolla en un ámbito de institución social de ese tipo.



Generación formal del conocimiento



El conocimiento desde el punto de vista formal puede ser generado de diversas formas. Una forma sistemática de generar conocimiento humano tiene las siguientes etapas:

1)    Investigación básica. Publicación de aportes predominantemente a través de  memorias de congresos y de artículos especializados. Investigación aplicada o de análisis.

2)    Publicación de aportes igual que en ciencias básicas.



Estas primeras etapas pueden interactuar y ciclarse ya que puede existir un artículo con un aporte muy pequeño y luego uno que reúna los aportes de dos o más artículos. La investigación aplicada se basa en el conocimiento de las ciencias básicas pero también en cualquier manifestación de conocimiento. La investigación aplicada puede generar más conocimiento aunque la investigación básica no lo haga, sin embargo, nuevas aportaciones en ciencias básicas conllevan un gran cúmulo de nuevas potencialidades para la generación de conocimiento aplicado.



 3) Libros científicos o técnicos. Un libro científico o técnico se hace agrupando, catalogando y resumiendo el conocimiento existente en un determinado tema. Un libro actualizado deberá incluir los últimos aportes que sobre el tema que trate hayan sido generados. Divulgación. Partiendo del conocimiento existente o del flamante son publicados diversos artículos en revistas o libros de divulgación con la intención de que el conocimiento sea explicado a la población en general (no especializada). Es en esta etapa cuando el conocimiento llega a la población de forma masiva.



 Vías de acceso al conocimiento



El conocimiento sobre el mundo puede provenir de diferentes fuentes:

ü  Intuición: Se considera tal el conocimiento que se tiene como directo e inmediato del objeto conocido. No suele basarse en la confirmación empírica, ni sigue un camino racional para su construcción y formulación. Por ello no puede explicarse o, incluso, verbalizarse.

ü  Experiencia: Lo conocido es un contenido de experiencia. Su referencia y fundamento, en último término, es el testimonio directo o indirecto (a través de aparatos) de la percepción de los sentidos.

ü  Tradición: Es la cultura que una generación hereda de las anteriores y lega a las siguientes. Aquí entra en juego el conocimiento cultural y el aprendizaje de normas sociales que no suelen cuestionarse.

ü  Autoridad: se establece la verdad de un conocimiento tomando como referencia la fuente del mismo. La influencia de la autoridad se relaciona con el estatus que posee: Científico, moral, político, artístico etc.

ü  Ciencia: es el conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables, que obtenidos de una forma metódica verificados y contrastados con la realidad, se refieren a objetos o conceptos de una misma naturaleza y son valorados y aceptados por la comunidad científica. No siempre los conocimientos científicos son aceptados por la comunidad social.


Enfoque histórico y gnoseológico

Todos los filósofos, de una manera u otra, se ocuparon del problema del conocimiento. La relevancia que ahora ha tomado se inicia ya con las posiciones idealistas. Cuando la conciencia, en Descartes, es prioritaria, y cuando en Kant la razón humana es conformadora del objeto, el conocimiento comienza a ser un problema central. Los tiempos del realismo espontáneo de toda la antigüedad y el medioevo, llegaron así a su fin.



En Grecia predominan los problemas ontológicos. Desde Descartes, Berkeley, Malebranche, Leibniz, Locke, Hume y otros, predominarán los problemas gnoseológicos. En ellos el tema es relevante, pero todavía no se sienten llevados a pensar que el asunto merezca una disciplina de estudio especial. Será Kant quien con plena conciencia establecerá que el conocimiento requiere una “teoría” especial. Autores posteriores, de manera explícita o implícita, llegaron luego a considerar que el problema del conocimiento era fundamental en la filosofía. La descripción minuciosa de lo que acontece en el conocimiento humano dio lugar a una “fenomenología del conocimiento”. Aquí, de lo que se trata, es de efectivizar una descripción de lo que puntualmente aparece en el hecho del conocimiento humano. Pretende ser una descripción “pura” y no atiende a lo generador, o genético.



El problema raíz consiste en delimitar la relación que se da en el conocimiento entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido. Conocer tiene lugar cuando el sujeto cognoscente aprehende o se apropia del objeto conocido. La coexistencia de ambos factores es de rigor. El énfasis puesto en uno u otro de los dos componentes, determina que unos filósofos, por dar predominancia al objeto, deriven en posiciones realistas. En sentido contrario, los que den preeminencia al sujeto se inclinarán hacia actitudes y teorizaciones idealistas. El problema de la posibilidad del conocimiento como verdad es otro de los que se presentan en el análisis: El escepticismo, desde los griegos, niega esa posibilidad. Desde siempre se ha encontrado en esta postura, una contradicción. Se niega el conocimiento de la verdad desde la afirmación del conocimiento de que ese algo no es posible.



Por contra el dogmatismo da por supuesto el conocimiento verdadero como supuesto fundamental.



El origen del conocimiento



Los empiristas estiman que el aporte de los sentidos es lo fundamental siendo los conceptos meras generalizaciones de la experiencia. Sostienen posiciones tendentes a un concepto de verdad escéptico, probable y no dogmático. Tal corriente en la antigüedad estuvo presente en los sofistas y pirronianos. En la Edad Media los nominalistas y en la Edad Moderna los empiristas ingleses. Los racionalistas tienden a valorar el conocimiento conceptual y lógico en tanto que hacen posibles razonamientos deductivos. Su modelo de razón es el análisis formal. Y la ciencia matemática su modelo. Aquí será frecuente el sostenimiento de la presencia de “ideas innatas” en el hombre, que se poseen fuera del concurso de todo aporte exterior.



En la actualidad esta problemática es asumida totalmente por la ciencia con planteamientos completamente nuevos sobre el hecho de la Teoría de la Evolución y la antropología cultural.



Conocimiento y verdad



Es tradicional la definición de la verdad del conocimiento como adecuación entre lo contenido en el intelecto y la cosa. A este respecto, en el siglo XX, Heidegger introducirá un enfoque diferente, que a su entender ya estuvo en lo más destacado y olvidado de los grandes filósofos griegos: la verdad como descubrimiento o desvelamiento del ser, por el sólo hecho de mostrarse como fenómeno primario. Esta postura es un intuicionismo extremo, que también ha estado presente en otros pensadores, como modo de captación de lo verdadero. Entre ellos Bergson, que sostenía la posibilidad de la intuición intelectual, distinta de todo trato racional o de inferencias deductivas.



En todo caso la verdad aparece como perspectiva, (Ortega y Gasset), "respectiva" como realidad mundanal, o "relativa" a un sistema lógico, (Gödel), y en cualquier caso, (Popper), con una relación asintótica con lo real. Lo que, inevitablemente hace de la verdad el "ser" historia", además de constituirse como "hecho histórico" en todos los aspectos de su "realización" en tanto que verdad conocida, realidad como actualización de posibilidades de lo real.



Representación del conocimiento



La representación del conocimiento y el razonamiento es un área de la inteligencia artificial cuyo objetivo fundamental es representar el conocimiento de una manera que facilite la inferencia (sacar conclusiones) a partir de dicho conocimiento. Analiza cómo pensar formalmente - cómo usar un sistema de símbolos para representar un dominio del discurso (aquello de lo que se puede hablar), junto con funciones que permitan inferir (realizar un razonamiento formal) sobre los objetos. Generalmente, se usa algún tipo de lógica para proveer una semántica formal de como las funciones de razonamiento se aplican a los símbolos del dominio del discurso, además de proveer operadores como cuantificadores, operadores modales, etc. Esto, junto a una teoría de interpretación, da significado a las frases en la lógica.



Cuando diseñamos una representación del conocimiento (y un sistema de representación del conocimiento para interpretar frases en la lógica para poder derivar inferencias de ellas) tenemos que hacer elecciones a lo largo de un número de ámbitos de diseño. La decisión más importante que hay que tomar es la expresividad de la representación del conocimiento. Cuanto más expresiva es, decir algo es más fácil y más compacto. Sin embargo, cuanto más expresivo es un lenguaje, más difícil es derivar inferencias automáticamente de él. Un ejemplo de una representación del conocimiento poco expresiva es la lógica proposicional. Un ejemplo de una representación del conocimiento muy expresiva es la lógica autoepistémica. Las representaciones del conocimiento poco expresivas pueden ser tanto completas como consistentes. Las representaciones del conocimiento más expresivas pueden ser ni completas ni consistentes.



El principal problema es encontrar una representación del conocimiento y un sistema de razonamiento que la soporte que pueda hacer las inferencias que necesite tu aplicación dentro de los límites de recursos del problema a tratar. Los desarrollos recientes en la representación del conocimiento han sido liderados por la web semántica, y han incorporado el desarrollo de lenguajes y estándares de representación del conocimiento basados en XML.



Visión general



Existen un conjunto de técnicas de representación como son los marcos, las reglas, el etiquetado, y las redes semánticas, que tienen su origen en teorías del procesamiento de la información humana. Como el conocimiento se usa para conseguir comportamiento inteligente, el objetivo fundamental de la representación del conocimiento es representar el conocimiento de manera que facilite el razonamiento. Una buena representación del conocimiento debe ser declarativa además de conocimiento fundamental. Lo que es la representación del conocimiento se entiende mejor en términos de cinco roles fundamentales que juega, cada uno crucial para la aplicación. Una representación del conocimiento es fundamentalmente un sucedáneo, un sustituto para el objeto en sí, usado para activar una entidad para determinar las consecuencias pensando en lugar de actuando, en otras palabras, razonando acerca del mundo en lugar de tomando acción en él.



Es un grupo de compromisos ontológicos, en otras palabras, una respuesta a la pregunta: en qué términos debo pensar acerca del mundo. Es una teoría fragmentaria del razonamiento inteligente, expresado en términos de tres componentes:



v  El concepto fundamental de la representación del razonamiento inteligente.

v  El conjunto de inferencias que la representación sanciona.

v  El conjunto de inferencias que recomienda.



Es un medio para una computación pragmáticamente eficiente, en otras palabras, el entorno computacional en el que el pensamiento tiene lugar. Una contribución para esta eficiencia pragmática viene dada por la guía que una representación provee para organizar información de modo que facilite hacer las inferencias recomendadas.  Es un modo de expresión humana, en otras palabras, un lenguaje en el que decimos cosas sobre el mundo.



En el campo de la inteligencia artificial, la solución de problemas puede ser simplificada con una elección apropiada de representación del conocimiento. Algunos problemas son más fáciles de resolver al representar el conocimiento de un modo determinado. Por ejemplo, es más fácil dividir números representados en números arábigos que números representados en números romanos.



Características



Una buena representación del conocimiento cubre seis características básicas:

v  Cobertura, que significa que la representación del conocimiento cubre la información en anchura y profundidad. Sin una cobertura amplia, la representación del conocimiento no puede determinar nada ni resolver ambigüedades.

v  Comprensible por humanos. La representación del conocimiento es vista como un lenguaje natural, así que la lógica debería fluir libremente. Debería soportar la modularidad y la jerarquía de clases (los osos polares son osos, que son animales). Debería además contar con primitivas simples que se combinen de forma compleja.

v  Consistencia. Si Pedro ha cerrado la puerta, también puede ser interpretado como la puerta ha sido cerrada por Pedro. Siendo consistente, la representación del conocimiento puede eliminar conocimiento redundante o conflictivo.

v  Eficiencia.

v  Facilidad de modificación y actualización.

v  Soporte de la actividad inteligente que usa la base de conocimiento.



Historia de la representación del conocimiento y el razonamiento



En las ciencias de la computación, particularmente la inteligencia artificial, se han ideado un número de representaciones para estructurar la información. Representación del conocimiento es un término comúnmente usado para referirse a representaciones pensadas para el procesamiento por ordenadores modernos, y en particular, para representaciones compuestas por objetos explícitos y de afirmaciones sobre ellos. Representar el conocimiento en una forma explícita como esta permite a los ordenadores sacar conclusiones de conocimiento previamente almacenado. Muchos métodos de representación del conocimiento fueron probados a lo largo de la década de 1970 hasta principios de los años 80, cómo responder a preguntas usando heurísticas, redes neuronales, demostraciones de teoremas, y sistemas expertos, con un grado variable de éxito. La diagnosis médica fue un área importante de aplicación, al igual que lo fueron juegos como el ajedrez.



En los años 80, surgieron lenguajes formales de programación y sistemas de representación del conocimiento. Grandes proyectos se llevaron a cabo para intentar codificar grandes masas de conocimiento general, por ejemplo, el proyecto "Cyc" (todavía activo) tomó una gran enciclopedia codificando no la información en sí, sino la información que un lector necesitaría para poder entender la enciclopedia: física elemental, nociones de tiempo, causalidad, motivación; objetos comunes y clases de objetos.



A través de dicho trabajo, se apreció mejor la dificultad de la representación del conocimiento. En lingüísticas computacionales, mientras tanto, se estaban construyendo bases de datos de información lingüística mucho más grandes, y estas, junto con los grandes incrementos en velocidad y capacidad de computación, hicieron las representación del conocimiento más profundo más factible.



Se han desarrollado diversos lenguajes de programación orientados a la representación del conocimiento desarrollado en 1972, pero popularizado mucho después, representa proposiciones y lógica básica, y puede derivar conclusiones de premisas conocidas.


Ciencia





El conocimiento científico adquirido a lo largo de la historia de la humanidad ha permitido al hombre realizar hazañas tan prodigiosas como, por ejemplo, llegar a la Luna, logros que apenas hace unas décadas antes habrían resultado posibles únicamente en la imaginación. La ciencia (del latín scientia 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos sistemáticamente estructurados obtenidos mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y esquemas metódicamente organizados.



La ciencia utiliza diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos suficientemente objetivos y accesibles a varios observadores, además de basarse en un criterio de verdad y una corrección permanente. La aplicación de esos métodos y conocimientos conduce a la generación de más conocimiento objetivo en forma de predicciones concretas, cuantitativas y comprobables referidas a hechos observables pasados, presentes y futuros. Con frecuencia esas predicciones pueden formularse mediante razonamientos y estructurarse como reglas o leyes generales, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.



Descripción y clasificación de las ciencias



La llamada ciencia experimental se ocupa solamente del estudio del universo natural ya que, por definición, todo lo que puede ser detectado o medido forma parte de él. En su trabajo de investigación, los científicos se ajustan a un cierto método, el método científico, un proceso para la adquisición de conocimiento empírico. Para fines de comprensión, puede decirse que la llamada ciencia aplicada consiste en la aplicación del conocimiento científico teórico a las necesidades humanas y al desarrollo tecnológico. Es por eso que es muy común encontrar, como término, la expresión "ciencia y tecnología": dos aspectos inseparables, en la vida real, de una misma actividad. Algunos descubrimientos científicos pueden resultar contrarios al sentido común. Ejemplos de esto son la teoría atómica o la mecánica cuántica, que desafían nociones comunes sobre la materia. Muchas concepciones intuitivas de la naturaleza han sido transformadas a partir de hallazgos científicos, como el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol o la teoría evolutiva de Charles Darwin.



Ciencias formales



Estudian las formas válidas de inferencia: lógica - matemática. No tienen contenido concreto; es un contenido formal, en contraposición al resto de las ciencias fácticas o empíricas.



Ciencias naturales



Son aquellas disciplinas científicas que tienen por objeto el estudio de la naturaleza: astronomía, biología, física, geología, química, geografía física y otras.



Ciencias sociales



Son aquellas disciplinas que se ocupan de los aspectos del ser humano - cultura y sociedad- El método depende de cada disciplina particular: administración, antropología, ciencia política, demografía, economía, derecho, historia, psicología, sociología, geografía humana, trabajo social y otras.



Mario Bunge (1983) clasificó la ciencia en función del enfoque que se da al conocimiento científico: por un lado, el estudio de los procesos naturales o sociales (el estudio de los hechos) y, por el otro, el estudio de procesos puramente lógicos y matemáticos, es decir, postuló la existencia de una ciencia factual y una ciencia formal.



Las ciencias factuales se encargan de estudiar hechos auxiliándose de la observación y la experimentación. Por ejemplo, la física y la psicología son ciencias factuales porque se refieren a hechos que se supone ocurren en la realidad y, por consiguiente, tienen que apelar al examen de la evidencia empírica para comprobarlos. En conclusión, el objeto de estudio de la ciencia formal no son las cosas ni los procesos, sino las relaciones abstractas entre signos, es decir, se estudian ideas. Son ciencias formales la lógica y las matemáticas.



Terminología usada en ciencias



Los términos modelo, hipótesis, ley y teoría tienen en la ciencia un significado muy distintos al que se les da en el lenguaje coloquial. Los científicos utilizan el término modelo para referirse a una descripción de algo, especialmente algo que pueda usarse para realizar predicciones que puedan ser sometidas a prueba por experimentación u observación. Una hipótesis es una afirmación que aún no ha sido bien respaldada o bien que aún no ha sido descartada. Una ley física o ley natural es una generalización científica basada en observaciones empíricas. La palabra teoría es incomprendida particularmente por el común de la gente. El uso coloquial de la palabra teoría se refiere, equivocadamente, a ideas que aún no han sido demostradas firmemente o que no tienen un respaldo experimental. En contraposición, los científicos generalmente utilizan esta palabra para referirse a un cuerpo de leyes o principios a través de los cuales se realizan predicciones acerca de fenómenos específicos. Formalmente, una teoría es un sistema conceptual, general y explicativo, racional, empírico y suficientemente objetivo sobre hechos o sobre algún aspecto de la realidad.



Método científico



Cada ciencia, y aun cada investigación concreta, generan su propio método de investigación. En general, se define como método el proceso mediante el cual una teoría científica es validada o bien descartada. La forma clásica del método de la ciencia ha sido la inducción (formalizada por Francis Bacon en la ciencia moderna), pero que ha sido fuertemente cuestionada como el método de la ciencia, especialmente por Karl Popper, quien sostuvo que el método de la ciencia es el hipotético-deductivo. En todo caso, cualquiera de los métodos científicos utilizados requiere los siguientes criterios:



La reproducibilidad, es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento en cualquier lugar y por cualquier persona. Esto se basa, esencialmente, en la comunicación de los resultados obtenidos. En la actualidad éstos se publican generalmente en revistas científicas y revisadas por pares. La falsabilidad, es decir, la capacidad de una teoría de ser sometida a potenciales pruebas que la contradigan. Según este criterio, se distingue el ámbito de lo que es ciencia de cualquier otro conocimiento que no lo sea: es el denominado criterio de demarcación de Karl Popper. La corroboración experimental de una teoría científicamente "probada", se mantiene siempre abierta a escrutinio.



En las ciencias empíricas no es posible la verificación; no existe el "conocimiento perfecto", es decir, "probado". En las ciencias formales las deducciones lógicas o demostraciones matemáticas generan pruebas únicamente dentro del marco del sistema definido por ciertos axiomas y ciertas reglas de inferencia. Según el teorema de Gödel, no existe un sistema lógico perfecto, que sería consistente, decidible y completo. Existe una serie de pasos inherentes al proceso científico que, aunque no suelen seguirse en el orden aquí presentado, suelen ser respetados para la construcción y el desarrollo de nuevas teorías. Éstos son:



  1. El modelo atómico de Bohr, un ejemplo de una idea que alguna vez fue aceptada y que, a través de la experimentación, fue refutada. Observación: registrar y examinar atentamente un fenómeno, generalmente dentro de una muestra específica, es decir, dentro de un conjunto previamente establecido de casos.
  2. Descripción: detallar los aspectos del fenómeno, proponiendo incluso nuevos términos al respecto.
  3. Hipótesis: plantear las hipótesis que expliquen lo observado en el fenómeno y las relaciones causales o las correlaciones correspondientes.
  4. Experimentación: es el conjunto de operaciones o actividades destinadas, a través de situaciones generalmente arbitrarias y controladas, a descubrir, comprobar o demostrar las hipótesis.
  5. Demostración o refutación, a partir de los resultados de uno o más experimentos realizados, de las hipótesis propuestas inicialmente.
  6. Inducción: extraer el principio general implícito en los resultados observados.
  7. Comparación universal: la permanente contrastación de hipótesis con la realidad.



La experimentación no es aplicable a todas las ramas de la ciencia; su exigencia no es necesaria por lo general en áreas del conocimiento como la vulcanología, la astronomía, la física teórica, etc. Sin embargo, la repetibilidad de la observación de los fenómenos naturales es un requisito fundamental de toda ciencia que establece las condiciones que, de producirse, harían falsa la teoría o hipótesis investigada.



Por otra parte, existen ciencias, especialmente en el caso de las ciencias humanas y sociales, donde los fenómenos no sólo no se pueden repetir controlada y artificialmente (que es en lo que consiste un experimento), sino que son, por su esencia, irrepetibles, por ejemplo, la historia. De forma que el concepto de método científico aplicado a estas ciencias habría de ser repensado, y la definición podría ser como sigue:



"Proceso de conocimiento caracterizado por el uso constante e irrestricto de la capacidad crítica de la razón que busca establecer la explicación de un fenómeno ateniéndose a lo previamente conocido, y que busca generar, como resultado, una explicación plenamente congruente con los datos de la observación."



Aplicaciones de la lógica y de las matemáticas en la ciencia



La lógica y la matemática son esenciales para todas las ciencias porque siempre son exactas. La función más importante de ambas es la creación de sistemas formales de inferencia y la concreción en la expresión de modelos científicos. La observación y colección de medidas, así como la creación de hipótesis y la predicción, requieren a menudo modelos lógico-matemáticos y el uso extensivo del cálculo, y en la actualidad resulta especialmente relevante la creación de modelos numéricos, debido a las enormes posibilidades de cálculo que ofrecen los ordenadores.



Las ramas de la matemática más comúnmente empleadas en la ciencia incluyen el análisis matemático, el cálculo matemático y las estadísticas, aunque virtualmente toda rama de la matemática tiene aplicaciones en la ciencia, incluso en áreas "puras" como la teoría de números y la topología. El uso de la matemática es particularmente frecuente en física, y en menor medida en química, biología y algunas ciencias sociales (por ejemplo, los constantes cálculos estadísticos necesarios en las investigaciones de la psicología). Algunos pensadores ven a la matemática como una ciencia, considerando que la experimentación física no es esencial a la ciencia o que la demostración matemática equivale a la experimentación. Otros opinan lo contrario, ya que en matemática no se requiere evaluación experimental de las teorías e hipótesis. En cualquier caso, la utilidad de la matemática para describir el universo es un tema central de la filosofía de la matemática.



Filosofía de la ciencia



La efectividad de la ciencia como modo de adquisición de conocimiento ha constituido un notable campo de estudio para la filosofía. La filosofía de la ciencia intenta comprender el carácter y justificación del conocimiento científico y sus implicaciones éticas. Ha resultado particularmente difícil proveer una definición del método científico que pueda servir para distinguir en forma clara la ciencia de la no ciencia o de la pseudociencia.



La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión. En la actualidad, la posición generalizada es la naturalista, frente al fundacionalismo predominante en toda la tradición. Tanto es así que incluso podría considerarse una moda filosófica, desdibujando el sentido originario del naturalismo. Las características básicas del naturalismo original son, como señaló Quine en La naturalización de la epistemología, una posición no fundacionalista y multidisciplinaria. Mientras que el objetivo tradicional de la filosofía de la ciencia ha sido el de justificar y legitimar el conocimiento científico, el objetivo posterior es el de entender cómo se da tal conocimiento científico, entendido como actividad y empresa humana, utilizando para ello todos los recursos pertinentes, es decir, todas las disciplinas relevantes: biología, psicología, antropología, sociología, etc., e incluso economía y tecnología.



Historia de la ciencia



A pesar de ser relativamente reciente el método científico (concebido en la revolución científica del siglo XVII), la historia de la ciencia no se interesa únicamente por los hechos posteriores a dicha ruptura. Por el contrario, ésta intenta rastrear los precursores a la ciencia moderna hasta tiempos prehistóricos. La ciencia moderna tiene sus orígenes en civilizaciones antiguas, como la babilónica, la china y la egipcia. Sin embargo, fueron los griegos los que dejaron más escritos científicos en la Antigüedad. Tanto en las culturas orientales como en las precolombinas evolucionaron las ideas científicas y algunas personas consideran que, durante siglos, fueron muy superiores a las occidentales, sobre todo en matemáticas y astronomía. Sin embargo, los griegos dejaron tratados muy modernos de geometría, álgebra y astronomía. Durante muchos años las ideas científicas convivieron con mitos, leyendas y pseudociencias (falsas ciencias). Así, por ejemplo, la astrología convivió con la astronomía, y la alquimia con la química. La astrología sostenía que los astros ejercen influencia real y física sobre nuestra personalidad (la astrología actual ya no lo sostiene así, ahora consiste en el estudio de la influencia simbólica sobre nuestra forma de ser). La alquimia, por su parte, tenía por objetivo encontrar la fórmula para convertir cualquier metal en oro y descubrir el elíxir de la eterna juventud. Ninguna de estas dos disciplinas (astrología y alquimia) aplica el método científico de forma rigurosa, y por tanto, aunque han modificado sus afirmaciones antiguas, no pueden llamarse ciencias.



Tras la caída del Imperio Romano de Occidente (476  D. C.), gran parte de Europa perdió contacto con el conocimiento escrito, y se inició la Edad Media. En la actualidad, es más común considerar el desarrollo de la ciencia como un proceso continuado y gradual, con sus antecedentes también medievales. El Renacimiento (siglo XIV en Italia), llamado así por el redescubrimiento de los trabajos de los antiguos pensadores griegos y romanos, marcó el fin de la Edad Media y fundó cimientos sólidos para el desarrollo de nuevos conocimientos. De los científicos de esta época se destaca Nicolás Copérnico, a quien se le atribuye haber iniciado la llamada revolución científica con su teoría heliocéntrica. Hay historiadores de la ciencia que afirman que en realidad no hubo una sino muchas revoluciones científicas. Hay otros que sostienen que no ha habido ninguna revolución científica en la historia de la ciencia, es decir, que la ciencia se ha desarrollado sin sobresaltos, de manera uniforme.



De cualquier manera, haya habido o no una o más revoluciones científicas, entre los muchísimos pensadores más prominentes que dieron forma al método científico y al origen de la ciencia como sistema de adquisición de conocimiento, vale la pena destacar a Roger Bacon (1214-1294) en Inglaterra, a René Descartes (1596-1650) en Francia y a Galileo Galilei (1564-1642) en Italia. Éste último fue el primer científico que basó sus ideas en la experimentación y que estableció el método científico como la base de su trabajo. Por ello es considerado el padre de la ciencia moderna. Desde entonces hasta hoy, la ciencia ha avanzado a pasos agigantados. La ciencia se ha convertido en parte de nuestra cultura y va ligada al avance tecnológico. Es importante que la divulgación científica llegue a toda la sociedad. Para ello, además de los científicos, los medios de comunicación y los museos tienen un papel de vital importancia.



Actualidad

La historia reciente de la ciencia está marcada por el continuo refinado del conocimiento adquirido y el desarrollo tecnológico, acelerado desde la aparición del método científico. Si bien las revoluciones científicas de principios del siglo XX se dieron sobre todo en el campo de la física a través del desarrollo de la mecánica cuántica y la relatividad general, en el siglo XXI la ciencia se enfrenta a la revolución biotecnológica. El desarrollo moderno de la ciencia avanza en paralelo con el desarrollo tecnológico, y ambos campos se impulsan mutuamente.



Divulgación científica



La divulgación científica tiene como objetivo hacer asequible el conocimiento científico a la sociedad más allá del mundo puramente académico. La divulgación puede referirse a los descubrimientos científicos del momento, como la determinación de la masa del neutrino, de teorías bien establecidas como la teoría de la evolución o de campos enteros del conocimiento científico. Algunos científicos notables han contribuido especialmente a la divulgación del conocimiento científico más allá del mundo estrictamente académico (en la radio y, sobre todo, en la televisión). La mayor parte de las agencias o institutos científicos destacados en los Estados Unidos cuentan con un departamento de divulgación (Education and Outreach), si bien ésta no es una situación común en la mayor parte de los países. Por último, no debemos olvidar mencionar el hecho de que muchos artistas, aunque no sea su actividad formal la divulgación científica, han realizado esta tarea a través de sus obras de arte: gran número de novelas y cuentos y otros tipos de obras de ficción narran historias directa o indirectamente relacionadas con descubrimientos científicos diversos.



Influencia en la sociedad: la ética de la ciencia



Dado el carácter universal de la ciencia, su influencia se extiende a todos los campos de la sociedad, desde el desarrollo tecnológico a los modernos problemas de tipo jurídico relacionados con campos de la medicina o la genética. En ocasiones la investigación científica permite abordar temas de gran calado social como el Proyecto Genoma Humano y grandes implicaciones éticas como el desarrollo del armamento nuclear, la clonación, la eutanasia y el uso de las células madre.

Asimismo, la investigación científica moderna requiere en ocasiones importantes inversiones en grandes instalaciones como grandes aceleradores de partículas (CERN), la exploración espacial o la investigación de la fusión nuclear en proyectos como ITER. En todos estos casos es deseable que los logros científicos conseguidos lleguen a la sociedad.



Positivismo



El Positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Augusto Comte y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según esta escuela, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia. Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico.



Esta corriente tiene como características diferenciadoras la defensa de un monismo metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias). La explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales. A su vez, el objetivo del conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio para otros fines. La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a partir de principios que no han sido percibidos objetivamente. En metodología histórica, el positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza suelen tener excesiva acumulación documental y escasa síntesis interpretativa.



Auguste Comte formuló a mediados del siglo XIX la idea de la creación de la sociología como ciencia que tiene a la sociedad como su objeto de estudio. La sociología sería un conocimiento libre de todas las relaciones con la filosofía y basada en datos empíricos en igual medida que las ciencias naturales. Una de sus propuestas más destacadas es la de la investigación empírica para la comprensión de los fenómenos sociales, de la estructura y el cambio social (razón por la que se le considera padre de la sociología como disciplina científica). Comte presenta a la historia humana en tres fases o estados:



o   Estado teológico o mágico: corresponde a la infancia de la humanidad; en esta época las personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales, utilizan categorías antropológicas para comprender el mundo y técnicas mágicas para dominarlo.



o   Estado metafísico o filosófico: las explicaciones son racionales, se busca el porqué de las cosas, y se sustituye a los dioses por entidades abstractas y términos metafísicos.



o   Estado científico o positivo: es la definitiva. El conocimiento se basa en la observación y la experiencia, y se expresa con el recurso de la matemática. Se busca el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza para su dominio técnico.



Además afirma que no es posible alcanzar un conocimiento de realidades que estén más allá de lo dado, de lo positivo, y niega que la filosofía pueda dar información acerca del mundo: esta tarea corresponde exclusivamente a las ciencias.



Antipositivismo



Como reacción a la epistemología positivista, surge, principalmente en Alemania, la epistemología hermenéutica. Entre las críticas que se le hacen al positivismo está la incapacidad que posee el método de las ciencias físico-naturales para conocer sus objetos de estudio (la sociedad, el hombre, la cultura), los cuales poseerían propiedades como la intencionalidad, la auto-reflexividad y la creación de significado, que serían dejados de lado por la epistemología positivista. A su vez, dentro de la hermenéutica, cabría una crítica a la búsqueda de leyes generales y universales, pues deja de lado necesariamente los elementos que no pueden ser generalizados. Así, algunos hermeneutas defienden un conocimiento ideográfico (de conocimientos más precisos, pero menos generalizables), que uno nomotético (de leyes generales). Finalmente, desde la hermenéutica, se planteó la necesidad de conocer las causas internas de los fenómenos, cuestión que se alejaba de la explicación externa de estos. Así en vez de buscar la explicación, los hermeneutas buscan la comprensión de los fenómenos.



Durante el siglo XX, a partir de los estudios de Bertrand Russell y otros, el filósofo Ludwig Wittgenstein elabora el texto Tractatus Logico-Philosophicus, que sirve de inspiración para el surgimiento del Círculo de Viena, grupo de intelectuales que tuvo como objetivo el alejar definitivamente a la ciencia de la metafísica, a partir del desarrollo de la lógica de Russell.



Corrientes positivistas



Entre las corrientes positivistas se puede mencionar al positivismo ideológico, al empiriocriticismo, al positivismo metodológico o conceptual al positivismo analítico, al positivismo sociológico, al positivismo realista y al neopositivismo. En el campo del Derecho el denominado positivismo Jurídico o iuspositivismo, no tiene una relación directa con el positivismo filosófico, sino con el concepto de Derecho positivo. En el campo de la psicología se puede mencionar al Conductismo o Psicología conductista, como pioneros en la aplicación de la metodología científica al estudio de la conducta humana. Actualmente en la Psicología conviven múltiples escuelas, muchas de las cuales se basan en el positivismo para el estudio del ser humano. Entre dichas escuelas o enfoques destacan el Cognitivo-Conductual, el enfoque Sistémico, o la recientemente llamada Psicoterapia de Tercera Generación.


El concepto



A principios del siglo XIX diversos intelectuales, quizá sobre todo los hegelianos, comenzaron a cuestionar la posibilidad de los análisis sociales empíricos. Karl Marx murió antes del establecimiento de una ciencia social formal, pero sin embargo rechazó fuertemente el positivismo sociológico de Comte, trató de establecer una "ciencia de la sociedad" materialista histórica. El positivismo mejorado presentado por Durkheim que serviría para fundar la sociología académica e investigación social modernas, aún conserva muchos de los elementos mecánicos de su predecesor. Hermenéuticos como Wilhelm Dilthey teorizaron en detalle entre la distinción entre ciencias naturales y sociales, mientras que los filósofos neokantianos como Heinrich Rickert sostenían que el ámbito social, con sus significados y simbolismos abstractos, es incompatible con los métodos científicos de análisis. Edmund Husserl, por su parte, niega el positivismo bajo los auspicios de la fenomenología.

A la vuelta del siglo XX, la primera ola de sociólogos alemanes presentaron oficialmente el Antipositivismo sociológico verstehende, proponiendo que la investigación debe concentrarse en normas culturales humanas, valores, símbolos, y procesos sociales desde una perspectiva decididamente subjetiva. Max Weber sostenía la sociología podría ser vagamente descrita como una ciencia, ya que es capaz de identificar metodológicamente las relaciones causales de las «acciones sociales» humanas especialmente entre los tipos ideales, o simplificaciones hipotéticas de fenómenos sociales complejos. Como no-positivista, sin embargo, uno busca relaciones que no son tan «históricas, invariantes, o generalizables» como las que persiguen los especialistas en ciencias naturales. Tanto Weber como Georg Simmel fueron pioneros en la aproximación verstehen, hacia una ciencia social, un proceso sistemático en el que un observador externo intenta comprender un grupo cultural particular, o gente indígena, en sus propios términos y desde su propio punto de vista.



A través de la obra de Simmel, en particular, la sociología adquirió un carácter más allá de la recogida de datos positivista y de las grandiosas leyes estructurales de sistemas deterministas. Relativamente aislado de la sociología académica a lo largo de su vida, Simmel presenta análisis idiosincráticos de la modernidad que recuerdan más a los escritores fenomenológicos y existencialistas que a Comte o Durkheim, prestando especial interés a la posibilidades de individualidad social. Su sociología se comprometió en una crítica neo-kantiana de los límites de la percepción humana.6 Se puede decir que las críticas de Michel Foucault de las ciencias humanas llevan el escepticismo kantiano hasta su extremo más de medio siglo después.



El Antipositivismo sostiene que no existe la unidad metodológica las ciencias: las tres metas del positivismo, son incompletas, ya que carecen de entendimiento. Algunos sostienen que incluso si el positivismo fuera correcto, sería peligroso. La ciencia tiene por objeto entender la causalidad por lo que se puede ejercer control. Si esto sucediese en la sociología, los que tienen conocimiento serían capaces de controlar a los ignorantes y esto podría llevar a la ingeniería social. La perspectiva, sin embargo, ha dado lugar a la controversia sobre cómo se pueden trazar la líneas entre la investigación subjetiva y objetiva, y mucho menos dibujar una línea artificial entre el medio ambiente y la organización humana, e influyó en el estudio de la hermenéutica. Los conceptos de base del Antipositivismo se han expandido más allá del ámbito de las ciencias sociales, de hecho, la fenomenología tiene los mismos principios básicos en su núcleo. En pocas palabras, los positivistas ven la sociología como una ciencia, mientras que el antipositivistas no. Positivistas como Karl Popper sostienen que la sociología puede ser científica, siguiendo los procedimientos científicos, mientras que los antipositivistas, como Thomas Kuhn sostienen que la sociología no puede ser una ciencia ya que los sociólogos no se ponen de acuerdo sobre en la aceptación de un paradigma.



La tradición antipositivista continuó con el establecimiento de la teoría crítica, en especial el trabajo asociado con la llamada Escuela de Fráncfort de investigación social. El Antipositivismo se hace más fácil por el rechazo del cientificismo, o ciencia como ideología. Jürgen Habermas argumenta, en la lógica de las ciencias sociales (1967), que la tesis positivista de ciencia unificada, que asimila todas las ciencias a un modelo científico-natural, falla a causa de la íntima relación entre las ciencias sociales e historia, y el hecho de que se basan en una comprensión del significado de una situación específica que sólo puede ser explicada hermenéuticamente... el acceso a una realidad simbólicamente preestructurada no puede ser adquirida únicamente por la observación. La investigación cuantitativa sigue estando presente en todas partes y produce datos de cierta validez y fiabilidad para investigadores sociales y de mercado, empresas, gobiernos, y así sucesivamente; un censo nacional es un buen ejemplo.


 
CONCLUSION



Como explicamos aquí, la primera vez que se habló de civilización fue en el siglo XVIII, en el marco conceptual de la teoría del progreso. Los ilustrados comenzaron por contraponer civilización, epítome de la nueva forma de vida racional que ellos representaban, al feudalismo; por extensión, pasó a enfrentarse con barbarie, salvajismo o, en general, atraso. Durante todo el siglo siguiente formó parte de la visión progresiva de la historia humana, según la cual la evolución social consistía en una constante elevación de los niveles morales y materiales de vida, gracias fundamentalmente al avance del saber. Considerando portadoras de la civilización, las naciones europeas se proclamaron,  avanzar hacia el resto del orbe. Como consecuencia política de la idea anterior tuvo una enorme utilidad práctica, pues justificó el dominio violento de los europeos sobre una buena parte del mundo, sobre todo africano y asiático, al que mantuvieron en situación colonial hasta después de la II Guerra Mundial.



No merece la pena seguir sobre esta acepción del término porque, aunque todavía goce de un uso muy extendido en el lenguaje diario, hace tiempo que ha perdido toda vigencia entre los científicos sociales. Sólo puede utilizar la palabra civilización en este sentido quien siga anclado en la idea, más bien de una racionalidad progresiva y lineal, una manera de describir la evolución humana que se encuentra en estos momentos muy envejecida. Otra variante, mucho más razonable, de esta manera de entender dicho tema, se haría de este término algo equivalente a modernidad, la cual se refiere, ante todo, al progreso científico y tecnológico, a un nivel de conocimientos que generan bienestar social y que, en la fase de globalización cultural en la que se supone que ha entrado el mundo, tiende a convertirse en el paradigma común para el conjunto de la humanidad. Tras la desaparición de los regímenes comunistas, y según la fórmula del fin de la historia, pero reduciéndola a sus aspectos tecnológicos y relacionándola no ya con nuestro tiempo sino con el nivel propio de cualquier sociedad y momento histórico, la idea es aceptable. Todos vivimos en una misma civilización en el sentido de que vivimos asentados sobre unos conocimientos científicos cuyas repercusiones prácticas afectan a todos, al menos a todos los que disponen de los recursos económicos necesarios para acceder a ellos, al margen del mundo cultural o los esquemas político e intelectuales a los que se adscriban. Dicho de manera gráfica, al día de hoy, tanto el teléfono o el correo electrónico para comunicarse, la radio o la televisión para informarse o difundir sus mensajes y el avión para recorrer distancias largas de manera rápida. Referirnos a la civilización en este sentido significa aceptar que hay una modernidad única, unas coordenadas comunes, un conjunto de universales culturales. Siendo éste el caso, obviamente no es posible hablar de choque o guerra de civilizaciones, como tampoco de alianza o diálogo de las mismas. Puesto que sólo hay una civilización, no puede estar en guerra ni concertar treguas, ni paces ni acuerdos consigo misma.



Con lo que podemos concluir que cuando se habla de "civilizaciones" en plural, a lo que se está haciendo referencia es a otra cosa. Otra cosa a la que podemos llamar, de momento, culturas, pero el significado de este último término también requiere algunas aclaraciones. Para poder hablar de cultura o culturas, vuelve a ser imprescindible comenzar descartando una forma habitual de usar el vocablo en un sentido impreciso y obsoleto bastante semejante al que hemos analizado en relación con civilización. Así ocurre cuando se habla de la gente que posee cultura, o que es culta, refiriéndose a aquellos que viajan, visitan museos, leen literatura sofisticada, escuchan ópera y hablan varias lenguas. Cultura, entonces, equivale al refinamiento de un individuo o grupo social. Lo que la etimología nos revela, en este caso, es que la mente es vista como algo semejante a un terreno cultivable: si la agricultura es la cultura o el cultivo del agro, con la intención de que incremente sus cosechas, el aprendizaje es el cultivo de las facultades mentales para que produzcan mejores resultados intelectuales. Esta acepción, tan propia de los esquemas humanistas tradicionales, tampoco corresponde al uso que del término cultura hacen hoy los científicos sociales. Por el contrario, desde que se extendieron las ideas de los primeros antropólogos culturales, en ciencias sociales se parte de la base de que, cualquiera que sea su nivel educativo, todo individuo inserto en una sociedad participa de una cultura; es decir, que cultura equivale, en general, a maneras de vivir, pensar y comportarse, y no a un elevado nivel de refinamiento intelectual.



En unas líneas que se han hecho célebres, se define a la cultura como el conjunto de formas simbólicas públicamente disponibles tales como ritos, arte, ceremonias, lenguaje, tradiciones, todo lo que ayuda a conformar comportamientos y actitudes dentro de una comunidad, a través de las cuales un conjunto humano experimenta y expresa significados, lo cual le permite construir un pensamiento abstracto, comunicarse de forma compleja, perpetuar y desarrollar sus conocimientos y sus actitudes frente a la vida. Dicho de otra manera, la cultura es el conjunto de los usos y relaciones sociales, de las conductas aprendidas, de esa herencia social que no tiene que ver con la biología, con la transmisión genética. En relación con la civilización, en el sentido en el que la hemos definido antes, la cultura sería el conjunto de formas de expresión de los valores que orientan las conductas y la utilización de los instrumentos proporcionados por la civilización.



Pero hay que insistir en que las culturas no consisten en valores, sino en peculiares maneras de expresar los mismos valores. No hay duda de que cada cultura interpreta y simboliza la naturaleza de una manera diferente, pero siempre con el objetivo de resolver los problemas fundamentales de la existencia humana, que no dejan de ser alimentarse, protegerse y reproducirse. Estas necesidades elementales o biológicas son universales, y la función de toda cultura es satisfacerlas. Las semejanzas entre los seres humanos son mucho mayores que las diferencias. Todos los humanos somos frágiles y tenemos conciencia de esta fragilidad, como tenemos hambre y frío o sentimos el impulso reproductor. Todas las culturas, cualquiera que sea el momento histórico, han dirigido sus esfuerzos a la satisfacción de estas necesidades básicas, que pueden sintetizarse en la palabra "supervivencia", y han procurado no realizar esfuerzos estériles, sino, por el contrario, conseguir los mejores resultados posibles de cada gota de sudor derramada.



No hay duda, en todo caso, de que la humanidad ha vivido siempre, y sigue viviendo todavía hoy, podemos, avanzar también en el futuro hacia una convergencia, gracias a los rapidísimos avances comunicativos. Pero lo cierto es que tales conjuntos existen hoy aún con mucha fuerza y que entre ellos hay aspectos que pueden considerarse incompatibles. Entre estos elementos culturales antagónicos o incompatibles destacan, naturalmente, los estrictamente folklóricos, los asentados en la tradición y el localismo. El núcleo más irreductible, por supuesto, es el de las creencias religiosas. En ese terreno sí que es difícil hablar de diálogo, acuerdo o alianza. Al revés de lo que ocurre con los científicos, entre los que cabe organizar un congreso mundial con razonables expectativas de que se entiendan inmediatamente, porque los mensajes religiosos son completa y absolutamente incompatibles. El único terreno en el que cabría diálogo entre las religiones sería a partir de lo no religioso, de la renuncia a hablar de sus mensajes específicos para limitarse a establecer las bases de una coexistencia razonablemente pacífica.



Por otra parte volviendo a la importancia que se le ha dado a la ciencia según las eras, es obvio decir que la ciencia genera, sociedades pensantes y autocriticas esto produce evolución que a final de cuentas irán formando parte de dicha sociedad en todo tipo de aspectos tanto políticos, como económicos, sociales y porque no incluso culturales. Es por tanto que aplicando la representación que tiene la palabra Ciencia, en la sociedad mexicana fácilmente podemos observar la carencia en todos estos aspectos antes mencionados, ya que el simple hecho de haber dejado a un lado la importancia del desarrollo de la ciencia en nuestro país impide que se pueda evolucionar y autoreflexionar acerca de nuestra presente situación. Siendo que es una de las a reas que más debería de ser apoyada en un país como este, en donde necesitamos dejar de comprarle la tecnología a países más avanzados.